Grupos de manifestantes han lanzado este domingo cócteles molotov en una protesta ante el Parlamento de Atenas para exigir responsabilidades al Gobierno por la muerte el pasado día 28 de 57 personas en un accidente de ferrocarril, un siniestro ante el que el Ejecutivo ha pedido perdón, tras días achacando la responsabilidad a un error humano.
Durante la protesta, en la que medios locales señalan han participado unas 10.000 personas, algunos manifestantes prendieron fuego a contenedores de basura y lanzaron artefactos incendiarios.
La policía lanzó granadas aturdidoras y gases lacrimógenos a un grupo de militantes de un partido izquierdista minoritario que quería dirigirse hacia las oficinas de Hellenic Train, la empresa que opera los ferrocarriles de Grecia. “Sus políticas cuestan vidas” se podía leer en una de las pancartas que mostraban los manifestantes, mientras que otra acusaba al Gobierno de ser “asesino”.
Más manifestaciones se dieron en otras ciudades del país en los últimos días. La de ayer es la quinta jornada en las calles tras el choque de frente dos trenes que iban por la misma vía en Larisa, cerca de Atenas. El primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, pidió “un gran perdón” a todos los griegos por el accidente y reconoció la falta de medidas de seguridad y sistemas automatizados de control en la red ferroviaria.
“No podemos, no queremos y no debemos escondernos detrás del error humano”, señaló Mitsotakis en su cuenta de Facebook, cambiando así el discurso mantenido hasta ahora, y que señalaba al jefe de estación de Larisa, que ha sido imputado, como único responsable del siniestro.
Costo político
El accidente puede tener un elevado coste político para Nueva Democracia, el partido conservador de Mitsotakis, de cara a las elecciones generales previstas para la próxima primavera.
Miles de griegos llevan días manifestándose para demandar seguridad en los transportes y denunciar que hay una responsabilidad del Estado por no haber modernizado la estructura ferroviaria, lo que podría haber evitado el choque.
Los ferrocarriles de Grecia, Hellenic Train, son operados por la compañía italiana Ferrovie dello Stato Italiane, aunque las infraestructuras ferroviarias del país, incluidos los sistemas de seguridad, dependen de la compañía estatal OSE.
Aplazan audiencia
El jefe de estación de Lárisa admitió su responsabilidad en el choque. El hombre, de 59 años, tenía que comparecer el sábado ante un tribunal, donde podría enfrentarse a cargos de homicidio por negligencia, pero la audiencia fue aplazada para ayer, domingo, según su abogado Stefanos Pantzartzidis.
El acusado podría ser condenado a cadena perpetua si se le declara culpable, pero su abogado ha alegado que hubo otros factores en juego. La radiotelevisión pública ERT informó que el jefe de la estación había sido nombrado para el puesto sólo 40 días antes, y tras sólo tres meses de formación.
El hombre, cuya identidad no se ha revelado, estaba aparentemente solo en la estación sin ningún supervisor, según el diario Kathimerini, a pesar de ser un fin de semana festivo con gran demanda y mucho tráfico ferroviario.
Según fuentes judiciales los investigadores están estudiando la posibilidad de presentar cargos penales contra miembros de la dirección del operador ferroviario Hellenic Train.
El servicio de tren en Grecia está paralizado desde el jueves por una huelga de sus trabajadores que entienden que la mala gestión de las sucesivas administraciones contribuyó a la colisión.
Con información de AFP y EFE