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El presidente Iván Duque abre el diálogo, pero no cesan las protestas en Colombia

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Medellín: miles adhirieron al paro nacional convocado por sindicatos. Foto: AFP
A demonstrator hangs on a slackline during a protest against President Ivan Duque's government in Medellin, Colombia on May 5, 2021. - Thousands of people returned to the streets of Colombia on Wednesday in rejection of the government of Ivan Duque, who has completed a week of pressure with demonstrations that turned violent in some cities and left some twenty people dead. (Photo by JOAQUIN SARMIENTO / AFP)
JOAQUIN SARMIENTO/AFP

TENSIÓN POLÍTICA Y SOCIAL

Las manifestaciones arrancaron el 28 de abril contra la ya retirada reforma tributaria del Gobierno y continúan, entre otras cosas, en rechazo a la represión policial.

Miles de personas volvieron ayer a las calles de Colombia para participar en el segundo “paro nacional” de protesta contra el Gobierno. El presidente Iván Duque abrió el diálogo con sectores políticos, económicos y sociales, pero sin invitar a líderes de los manifestantes ni de la oposición.

El paro ocurre en la octava jornada consecutiva de protestas, en las que no han faltado los disturbios en ciudades como Bogotá, donde un grupo de personas se enfrentó en la Plaza de Bolívar con los policías que protegen el Capitolio.

Las manifestaciones arrancaron el 28 de abril contra la ya retirada reforma tributaria del Gobierno y continúan, entre otras cosas, en rechazo a la represión policial, que según la ONG Temblores se ha cobrado la vida de 37 personas en los últimos ocho días.

La Defensoría del Pueblo aseguró que las protestas han dejado 24 víctimas mortales y que en 11 de los casos la Policía es la presunta responsable.

En la víspera del paro nacional, al menos 72 civiles y 19 policías fueron heridos en una asonada en Bogotá en la que vándalos atacaron 23 estaciones de policía, una de las cuales fue incendiada con 10 agentes adentro que lograron ponerse a salvo.

Sin embargo, en la capital, la mayoría de manifestaciones transcurrieron de forma tranquila con batucadas, bailes y un clamor de justicia por los abusos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, que está en la mira desde hace varios años por sus excesos en las protestas.

La situación se puso tensa en la Plaza de Bolívar, centro del poder político y judicial de Colombia y el punto de llegada de las marchas más grandes.

Un grupo de personas tiró las vallas que separan la plaza del Capitolio y luego atacó con piedras y otros objetos el edificio, e intentó entrar mientras el Congreso sesionaba, algo que fue impedido por el Esmad, que dispersó la arremetida con gases lacrimógenos.

En otras ciudades como Medellín, miles de personas se manifestaron en paz, mientras que en Cali, principal foco de violencia de las protestas, la marcha estuvo liderada por decenas de indígenas que llegaron del vecino departamento del Cauca, donde el conflicto armado se ha recrudecido en los últimos meses.

Diálogo criticado.

Ayer miércoles también comenzó el “Encuentro para avanzar en una agenda sobre lo fundamental”, la convocatoria al diálogo que hizo el presidente Duque y en la que participaron representantes de universidades, organizaciones estudiantiles, líderes comunitarios, gobernadores y alcaldes. Sin embargo, diversos sectores han criticado que en esta convocatoria el presidente no haya tenido en cuenta a los líderes del Comité Nacional de Paro, organizadores de las protestas, ni a los opositores que han impulsado las manifestaciones.

“Se le abona al presidente Iván Duque su voluntad de diálogo, pero francamente no entiendo por qué no se reúne desde hoy a buscar acuerdos con el Comité del Paro, que espera diálogo serio desde el 2019”, expresó Juan Fernando Cristo, exministro del Interior.

Según el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, que coordina estos diálogos, los dirigentes del Comité Nacional del Paro participarán en las conversaciones el próximo 10 de mayo, cuando se cumplirían 13 días desde el inicio de las manifestaciones.

Presión internacional.

También la comunidad internacional está presionando a Duque. La ONU, la Unión Europea, Estados Unidos, Amnistía Internacional y Human Rights Watch llamaron a la calma y exigieron garantías al gobierno.

Según Reporteros sin Fronteras, hubo 76 agresiones contra periodistas, diez de ellos lesionados por la fuerza pública.

Según la fiscalía, detrás de los desmanes están disidentes de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016, y el ELN, la última guerrilla reconocida en Colombia, y bandas narco.

“Hemos visto hechos donde se les ha disparado con arma de fuego” a los policías, “eso no es una protesta, una actitud de esa naturaleza es criminal”, dijo Duque en Blu Radio, a la vez que respaldó a la fuerza pública.

Colombia se aferra a la Copa América

El presidente de Colombia, Iván Duque, insistió ayer miércoles en que la Copa América sí se jugará en su país, pese a la actual crisis por las protestas y la pandemia. La Copa América, que iba a disputarse en 2020 en Argentina y Colombia, se pospuso a este año y está previsto que se juegue del 11 de junio al 10 de julio, pero el nuevo pico de la pandemia en América Latina volvió a sembrar dudas sobre la celebración. Duque dijo que hay que poner como ejemplo la Eurocopa, “que tiene protocolos, burbujas y todo lo que requieren los equipos”. También argumentó que se han venido jugando los torneos de fútbol locales, lo que ha permitido “una experiencia” positiva en el manejo de los protocolos de bioseguridad. “La Copa se va a hacer en los dos países”, afirmó Duque, que agregó que así se lo ha confirmado el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, a su Gobierno. El fútbol no escapa al estallido social: cinco partidos por torneos continentales programados esta semana en Colombia tuvieron que ser trasladados a otros países por “falta de garantía por parte de las autoridades”, según la Conmebol.

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