Muestra de apoyo del Grupo de Puebla a Cristina Kirchner

El Grupo de Puebla, que integran, entre otros, los expresidentes Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), José Mujica (Uruguay), José Luiz Zapatero (España) y Ernesto Samper (Colombia) se dio cita ayer martes en Buenos Aires, en el marco del Foro Mundial de Derechos Humanos que se realiza durante toda esta semana en la capital argentina. Por la noche, varios exmandatarios asistieron a una conferencia en respaldo a la vicepresidenta Cristina Kirchner bajo la consigna “Voluntad popular y democracia”, que versó sobre el supuesto lawfare (guerra jurídica) contra la expresidenta.

El encuentro del grupo se lleva a cabo en un contexto en el que los liderazgos de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia -tres mandatarios ausentes en esta ocasión- han dado una bocanada de aire a la izquierda latinoamericana.

Sin embargo, la aparente unión de fuerzas estuvo signada por la interna ya indisimulable entre el presidente Alberto Fernández y su vice, que evitaron en todo momento cruzarse en las actividades del Foro.

La sorpresa de los visitantes por las exigencias de ambos dirigentes fue notoria, según fuentes oficiales y del mismo Grupo de Puebla. “Es una tarea difícil, que no se enoje nadie”, afirmaron fuentes de la organización de las reuniones.

Los dirigentes mantuvieron una reunión con Fernández ayer por la mañana en el salón de los Pueblos Originarios de Casa Rosada, que incluyó un largo almuerzo posterior y contó también con la presencia del dirigente socialista chileno Marco Enríquez Ominami, uno de los impulsores del grupo, allá por noviembre de 2019.

Uno de los temas tratados fue, según contaron los organizadores, la “nueva Unasur” que imaginan Fernández y Lula, en un año en el que tanto la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) como la presidencia de San Vicente y las Granadinas, bajará necesariamente su exposición y actividad pública.

El expresidente Samper adelantó, luego del encuentro, que Argentina decidió retornar a la Unasur, la agrupación de países nacida en 2008 bajo el influjo de Hugo Chávez, y afirmó que “nada fue ni será decidido por cuestiones ideológicas”.

Esto fue confirmado luego por el propio Fernández quien, según fuentes oficiales, aseguró en la reunión: “En América Latina estamos todos en el mismo bote, y la construcción de la unidad debe dejar de lado la utilización política, porque eso nos condena a más postergación. Por eso debemos revitalizar cuanto antes a la Unasur”.

En la reunión se trató también, según Samper, “la defensa de los líderes progresistas que están siendo víctimas de sistemas de persecución judicial”. “Por eso también estamos aquí, para respaldar a la vicepresidenta Cristina Kirchner, que ha sido víctima como otros dirigentes progresistas como el presidente Lula, Correa, Evo Morales, de estos ataques”, aseveró el exmandatario colombiano.

En la misma línea, Evo Morales afirmó a la prensa que Cristina “está proscripta”.

Fernández, por su parte, participó el lunes en una de las instancias del Foro llevadas a cabo en el Centro Cultural Kirchner (CCK). En un tramo de su discurso, el presidente se refirió, con palabras similares a las de Samper, a su vicepresidenta, aunque evitó hablar de proscripción.

“El neoliberalismo está atentando ahora mismo contra los pilares de la vida común tal como la conocemos. Lo vimos en Bolivia con Evo (Morales) y lo vimos en Brasil con Lula (Da Silva), lo vimos en Ecuador con el querido expresidente Correa, lo vemos en Argentina con Cristina Fernández de Kirchner”, aseguró.

No obstante, Cristina no estuvo presente para oír esa muestra de respaldo y él, por su parte, también brilló por su ausencia en el discurso de Cristina ayer martes en el CCK.

Tras la exposición de los distintos oradores, la vicepresidenta empezó su discurso poco después de las 21:00.

“Una noche de muchas caricias y golpes después de tantos golpes y hasta de intentos de tiros”, afirmó al iniciar.

Varios de los presentes la recibieron coreando “Cristina presidenta” antes de que tomara el micrófono y también al finalizar el discurso.

En simultáneo, los canales digitales del presidente transmitían la inauguración de una carretera en Resistencia, Chaco, en el norte argentino.

En su exposición, la vicepresidenta afirmó que “el lawfare es la criminalización de la política, pero no de toda la política, sino de una que tiene que ver con la distribución del ingreso, con la movilidad social ascendente para que nuestras sociedades no queden cristalizadas entre ricos y pobres”.

También apuntó contra la política económica del expresidente Mauricio Macri. “¿Me quieren decir qué hicieron en cuatro años que entregaron el país hecho percha en 2019?”, lanzó y se ganó la ovación de los presentes.

Al finalizar, Cristina dijo que no está preocupada por su situación judicial. “No me interesa si me van a condenar, lo que me interesa es construir un estado democrático en el que las garantías de la constitución no sean cartón pintado”, enfatizó.