En entrevista con El País, Alejandro Corbacho, director y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Estudios Macroeconómicos Ucema, con sede en Buenos Aires, da a conocer su mirada sobre las elecciones legislativas de Argentina del pasado 26 de octubre y el pulso político de Argentina.
—¿Qué reflexión le merecen las elecciones parlamentarias argentinas?
—La primera reflexión es que el resultado sorprendió porque la gente votó distinto a los que publican los medios de comunicación y las encuestas preelectorales, habría que revisar qué está pasando con eso. Parecería ser también que la gente le tiene más miedo a lo que vuelva el kirchnerismo que a lo que pueda venir con este gobierno, que recién hace menos de dos años que está en el poder. Otra reflexión es sobre la provincia de Buenos Aires, que es el distrito más grande, más poblado y más pobre, escandalosamente pobre. Es un desastre y actualmente está en manos del kirchnerismo. Esa provincia es de construcción peronista y gran parte de sus habitantes viven de los planes que les ha entregado el gobierno anterior y Alex Kicillof, que no genera trabajo. Ganar ahí es un gran logro simbólico del partido de Milei y también un problema, porque es complejo de resolver.
—Se le ha dado gran importancia a estas elecciones, prácticamente como si fueran generales, ¿qué opina sobre eso?
—Son importantes, pero no hay que perder de vista que son elecciones intermedias. El gobierno y muchos actores sociales la plantearon prácticamente como un plebiscito que el gobierno mismo las terminó inflando como si fuera una cuestión de vida o muerte, cuando en realidad es una suerte de termómetro. Son cruciales sí, pero intermedias. Hubo varios presidentes en Argentina que, ganaran o perdieran la elección intermedia, luego les fue muy diferente a ese resultado. Por ejemplo, a Mauricio Macri, le fue muy bien en la elección de 2017, y luego le fue mal. Así que veremos. Ahora, el que está en crisis es el kirchnerismo y el peronismo que se van a tener que reacomodar. En este caso, es importante los acuerdos que pueda hacer Milei, y sobre todo que los mantenga. El gobierno, en estos 18 meses, logró pasar todas las leyes que pasó hasta que la oposición se unificó. Ahora el Poder Ejecutivo tiene maniobra, tiene herramientas para poder negociar. Pero acá lo importante es que la economía argentina no crece. Y no avanza porque la posibilidad de que el peronismo/ kirchnerismo vuelva al poder hace que nadie quiera invertir ni un peso en la Argentina.
—Dentro del peronismo, Kicillof fue uno de los grandes perdedores del domingo, ¿lo ve así?
—De Kicillof podemos decir las peores cosas. Sinceramente, yo soy habitante de la Provincia de Buenos Aires y no ha mejorado nada. Acá se sabe que al kirchnerismo, a Kicillof, a Cristina, le importan muy poco las instituciones, porque cuando están ellos en el poder las instituciones son ellos mismos, y la Constitución no cuenta. Lo único que respetaron es el resultado de las elecciones y admitieron que fueron limpias, eso es lo que uno les puede reconocer. Aparte de eso, es escandaloso los gastos que hicieron en las campañas, lo que hizo Sergio Massa en la elección presidencial, como ministro de Economía y candidato a Presidente, con esos gastos desorbitados. Acá hay gente que se preocupa porque alguien muestra un informe sobre que va a haber una inversión de, por ejemplo, US$ 2.500 millones en algún lugar del país, pero ¿quién dijo que iba a invertir algo durante el gobierno kirchnerista? Nadie.
—¿Qué puede pasar en los próximos días?
—El gobierno tendrá que negociar. Cuando Alberto Fernández estaba en el poder, no sólo hubo una inflación horrible, sino que además estaban saqueando el país. Ahora no podemos pretender que este gobierno, en tan poco tiempo, resuelva todo. Ese es el punto. Pero el problema que hubo hasta ahora fue creado por el propio gobierno, porque quiso jugar solo, sin alianzas, sin política, y ahí está el error. Entonces, Milei tendrá que hacer política, o estaremos en problemas más serios.
—¿A qué se refiere con “hacer política”?
—Significa que, luego de estas elecciones, Milei tendrá que dejar de jugar solo y negociar, hacer alianzas con algunas provincias, con gobernadores, con sectores en los que el peronismo no tiene posibilidades. Hay que ver también si se reconstituye una oposición alternativa al mileísmo, que no sea el kirchnerismo, porque si hay una vuelta al kirchnerismo, yo creo que el futuro de la Argentina va a ser bastante más oscuro de lo que traería una opción nueva. Después de veinte años haciendo lo mismo y repitiendo errores, el kirchnerismo sería el camino hacia Venezuela o Cuba, con partido único.
—¿Piensa que el kirchnerismo podría volver al poder?
—Lo único que ahora tiene el kirchnerismo son políticas de género, es de lo único que pueden hablar, y de repartirse los cargos entre ellos. Son generosísimos repartiendo la plata que no existe imprimiendo billetes, creando inflación y entregando planes sociales. Esa es la parte oscura de todo esto. La Caja de Jubilaciones está saqueada, porque el gobierno anterior dio cinco millones de jubilaciones a quienes nunca aportaron. No generó ningún tipo de empleo bueno. Pero ellos sí cobran. La expresidenta (Cristina Kirchner) estaba cobrando tres sueldos completos, cuando la ley dice que eso no puede ser así. Con todo lo que ha pasado, no hay país que aguante. Si regresan, crearán de nuevo ministerios de nada, de aire, ministerios de humo, de la felicidad y todo eso. Pero ahora, después de esta elección, el gobierno va a tener que negociar, adaptarse para mantenerse, porque al querer jugar solo, se peleó con todo el mundo.