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Lula se bajó y el PT pone todas sus fichas en Haddad

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La ciudad, donde Lula cumple prisión, se ha convertido en el centro de la campaña electoral. Foto: AFP

La estrategia petista

El ahora candidato subió de 4% a 9% en las encuestas; Bolsonaro tiene 24%.

Finalmente Lula retiró su candidatura ayer martes y eligió a quien iba a ser su compañero de fórmula, Fernando Haddad, como el abanderado del Partido de los Trabajadores (PT) para las elecciones del 7 de octubre. La senadora Gleisi Hoffman, presidenta del PT, hizo el anuncio en la ciudad de Curitiba, donde Lula cumple desde abril una condena a 12 años y un mes por corrupción y lavado de dinero.

Hoffman leyó una carta de Lula, que sostiene que es inocente de los cargos que se le imputan. "Un hombre puede ser injustamente encarcelado, pero no sus ideas", escribió Lula en la carta. "Somos millones de Lulas y desde hoy Fernando Haddad será Lula para millones de brasileños".

En la llamada "Carta de Lula al pueblo brasileño", el exjefe de Estado aseguró que los tribunales que le prohibieron ser candidato a presidente lo hicieron para prohibir al pueblo "votar libremente por el cambio".

El Tribunal Superior Electoral (TSE) invalidó el 1º de septiembre la candidatura de Lula, de 72 años, a causa de su situación judicial, y emplazó al PT a designarle un reemplazante antes de este martes a las 19 horas, so pena de quedar excluido de los comicios.

"Frente a esas circunstancias tengo que tomar una decisión", explicó Lula, al tiempo que los participantes en el acto respaldaban lo que resolvió al grito de "Brasil urgente, Haddad presidente".

Lula, que fue presidente entre 2003 y 2010, no puede ser candidato bajo la ley brasileña "Ficha Limpia", que prohíbe postular a cualquier cargo público a las personas que tienen condenas que han sido confirmadas tras una apelación.

La compañera de fórmula de Haddad será la comunista Manuela DAvila, de 37 años.

Las encuestas han demostrado que cerca de la mitad de la legión de seguidores de Lula probablemente votará por Haddad.

Haddad habla frente al centro de reclusión donde está Lula. Foto: Reuters
Haddad habla frente al centro de reclusión donde está Lula. Foto: Reuters

Una encuesta de Datafolha realizada el lunes mostró que la transferencia de votos de Lula a Haddad ya comenzó. Si bien Haddad sigue estancado en un nivel de apoyo de un solo dígito, su respaldo aumentó del 4 al 9%, el mayor avance entre los 13 candidatos que se postulan.

La misma encuesta también mostró un fortalecimiento del apoyo a Ciro Gomes, otro político izquierdista que fue gobernador y ministro de Finanzas: su intención de voto pasó de 10% al 13%.

Los candidatos favoritos del mercado, que dicen que continuarán con las reformas económicas del presidente Michel Temer, tuvieron pocos avances en las encuestas. Datafolha mostró que el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro aumentó solo 2 puntos porcentuales al 24%, menos de lo que muchos esperaban después de que sobrevivió la semana pasada a un ataque con cuchillo que lo dejó en estado grave. El exalcalde de San Pablo Geraldo Alckmin, de centroderecha, subió solo un punto porcentual al 10%.

La encuesta del lunes confirmó sondeos previos que mostraron que Bolsonaro perdería ante cada uno de los principales rivales en una probable segunda vuelta, con la excepción de Haddad, con quien está en un empate técnico.

"En pocas palabras: Bolsonaro parece tener asegurado un lugar en el balotaje", dijo Juliano Ferreira, estratega de la correduría BGC Liquidez. "Una vez allí, sus posibilidades de perder son altas, sea quien sea su rival", agregó.

El PT ganó las últimas cuatro elecciones, dos con Lula (2002 y 2006) y dos con su heredera política, Dilma Rousseff (2010 y 2014), destituida en 2016 por el Congreso bajo la acusación de manipular las cuentas públicas. Fue sustituida por su vice y aliado electoral, Michel Temer, acusado de "golpista" por el PT.

"A Haddad le espera una tarea inmensa, es correr un sprint cuesta arriba", dijo a la AFP el analista Matías Spektor, profesor de la Fundación Getúlio Vargas.

Fernando Haddad
Fernando Haddad. Foto: AFP

Un descendiente de libanés de bajo perfil

Fernando Haddad escuchó en tercera fila el histórico discurso con el que Lula se despidió horas antes de entrar a prisión, en abril pasado. Ni los mayores elogios, ni los agradecimientos más sentidos fueron para él, pero a partir de ayer martes el exalcalde de San Pablo y exministro de Educación de Lula sustituye al líder como candi- dato del PT. Pero el medido Haddad, un abogado y exprofesor universitario de 55 años, no es Lula, y ahí están las encuestas para recordárselo. Pese a haber mejorado, solo un 9% de los electores lo elige por el momento como su candidato, según el sondeo Datafolha publicado el lunes. Y apenas le quedan cuatro semanas para convencerlos. No es la primera vez que este descendiente de libaneses, que asegura haber aprendido tanto de la vida en la tienda de telas de su padre como en la universidad, arranca mal una elección. Su perfil no era el más cotizado cuando se planteó competir por la alcaldía de San Pablo en 2012, y acabó ganando. Haddad tuvo que salir cabizbajo en 2016 tras la humillante derrota en las municipales ante el empresario liberal João Doria. “No soy una persona ansiosa, espero que las cosas pasen para tomar decisiones. Soy un ser político, en el sentido de ser participativo de la vida pública, desde los tiempos de la facultad”, afirmó en diciembre de 2016, preguntado por el diario El País de Madrid sobre una posible candidatura nacional. Licenciado en Derecho, con una maestría en Economía y un doctorado en Filosofía, Haddad, casado con una dentista y padre de dos hijos, llegó al Ministerio de Educación en 2005. Su trayectoria lo colocó en el corazón de la maquinaria del PT, pero sin salir nunca de la sombra de su mentor. (AFP)

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