Para trazar las líneas de futuro, vale la pena repasar el pasado.
El período de la socialdemocracia brasileña, los dos mandatos de FHC y los cuatro del PT, generó cierta estabilidad a partir del crecimiento económico y, especialmente, de los avances institucionales.
El problema con estos análisis es que no solamente se centran en detallecitos discutibles, sino que sobre todo omiten lo más grave: la corrupción feroz del PT.
PSL pasó de 8 a 52 diputados y logró sus primeras 4 bancas en el Senado.
El ahora candidato subió de 4% a 9% en las encuestas; Bolsonaro tiene 24%.
La justicia le dio plazo hasta las 19 horas para designar a un sustituto.
El líder de izquierda está inhabilitado; llaman a movilizarse en calles y presentan recursos.
El PT puso a rodar su maquinaria política para presionar desde el exterior a favor del expresidente.
En los alrededores del Tribunal Superior Electoral se movilizaron miles de personas que exigieron la libertad del expresidente brasileño.
El PT y comunistas renovaron su alianza para octubre.