Lo que acordaron EE.UU. y la UE en materia de aranceles y otros compromisos para evitar una escalada comercial

Los aranceles estadounidenses serán del 15% para productos europeos y la UE hará compras masivas de energía al país del norte, entre otros puntos a ser aprobados por los veintisiete países del bloque.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (derecha), y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (izquierda), reaccionan mientras se preparan para estrecharse la mano durante una reunión.
El presidente de EE.UU., Donald Trump y la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, se saludan durante una reunión.
Foto: AFP

Redacción El País
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, alcanzaron un acuerdo aduanero ayer domingo en Turnberry, Escocia, tras una reunión relámpago.

Trump explicó los detalles: aranceles aduaneros del 15% para los productos europeos importados, por un lado, y el compromiso de la UE de 750.000 millones de dólares en compras de energía y 600.000 millones de dólares en inversiones adicionales en Estados Unidos, por otro. Von der Leyen, por su lado, precisó que el sector aeronáutico y otras áreas estratégicas estarán exentas de aranceles. También que las significativas compras de energía que Europa realizará en Estados Unidos servirán para reemplazar los suministros de Rusia.

El tema preocupaba fundamentalmente a Europa, cuyo crecimiento económico depende en gran parte de cómo queden estipulados los aranceles con el país del norte. Y el mundo también estaba expectante -aún lo está- ante la repercusión global de una eventual escalada arancelaria entre las partes, que en realidad tiene a la pugna entre EE.UU. y China como telón de fondo.

Por lo pronto, se llegó a un acuerdo marco ayer en el que las partes mostraron bastante satisfacción, al tiempo que distintos países y líderes de Reino Unido, Alemania, Italia, España, Países Bajos, entre otros, se expresaron con alivio.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (derecha), y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (izquierda), hablan con la prensa después de su reunión.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Foto: AFP

Apenas había transcurrido una hora de reunión cuando los periodistas, a quienes ambos líderes habían informado previamente de un “50% de posibilidades” de alcanzar un acuerdo, fueron convocados de nuevo al lujoso salón de baile del complejo de golf Trump Turnberry, en la costa oeste de Escocia. “Hemos llegado a un acuerdo”, anunció el líder republicano, calificándolo como el “mayor” jamás alcanzado en materia comercial y considerándolo una promesa de “unidad y amistad”.

La presidenta de la Comisión Europea lo calificó como un “buen acuerdo” que traerá “estabilidad”. Las delegaciones europea y estadounidense aplaudieron al intercambiar apretones de manos.

El republicano, inmerso en una vasta ofensiva proteccionista, se había dado hasta el 1 de agosto antes de imponer aranceles aduaneros del 30% a los productos europeos que entrarán a Estados Unidos.

Ursula von der Leyen se había encargado, antes de las conversaciones, de elogiar el talento del multimillonario neoyorquino como “formidable negociador” y de enfatizar la necesidad de “reequilibrar” la relación comercial transatlántica.

El acuerdo, cuyos detalles completos aún se desconocen, deberá ser validado por los Estados miembros de la UE. Sus embajadores, que viajaron a Groenlandia ayer, fueron informados sobre las últimas negociaciones y deberán reunirse de nuevo para validarlo.

El perfil del presidente estadounidense Donald Trump aparece a contraluz mientras habla con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
El perfil del presidente estadounidense Donald Trump aparece a contraluz.
Foto: AFP

El Acuerdo de Turnberry confirma que el comercio transatlántico entró en una nueva era de proteccionismo estadounidense. Hasta el regreso de Trump al poder, Estados Unidos aplicaba Europa un arancel promedio del 4,8 %. Con el 10% que sumó luego, los aranceles para las exportaciones de la UE ascendían a casi el 15 % ahora acordado.

Si Ursula von der Leyen y Donald Trump no hubieran llegado a un acuerdo, Bruselas estaba dispuesta a tomar represalias gravando los productos y servicios estadounidenses.

El ejecutivo europeo, a instancias de algunos países como Francia, también había amenazado con retirar el acceso a los mercados europeos de contratación pública o bloquear ciertas inversiones.

El uso de esta “bazuca” -como se denomina al instrumento “anticoerción” en la jerga bruselense- habría arrastrado a Europa y Estados Unidos a una escalada diplomática y económica sin precedentes.

Trump se beneficia ahora del anuncio de un compromiso con la UE, tras haber firmado cinco pactos comerciales con Japón, Indonesia, Vietnam, Filipinas y Reino Unido, en el marco de su política proteccionista, que prometió “90 acuerdos en 90 días”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (derecha), y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (izquierda), hablan con la prensa
El presidente de EE.UU., Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hablan con la prensa.
Foto: AFP

Reacciones

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, acogió con satisfacción el acuerdo comercial que supone, dijo, “un paso importante” en el fortalecimiento de la relación transatlántica.

La política maltesa señaló además que la Eurocámara “hará su parte analizando el acuerdo para garantizar que sea en el mejor interés de las empresas y los consumidores europeos”.

El canciller alemán, Friedrich Merz, saludó el acuerdo comercial entre Estados Unidos y la UE, y dijo que “evita una escalada inútil en las relaciones comerciales transatlánticas”.

“Este acuerdo evita un conflicto comercial que habría afectado duramente a la economía alemana”, agregó Merz.

El primer ministro irlandés, Micheál Martin, celebró este el acuerdo, al considerar que aporta “claridad y previsibilidad” a las empresas. Subrayó que el pacto “es bueno para las compañías, los inversores y los consumidores” y “ayudará a proteger muchos empleos en Irlanda”.

Italia también estuvo entre los países que saludaron el acuerdo que evita una guerra comercial, pero la jefe de gobierno, Giorgia Meloni, se mostró prudente. En declaraciones a medios durante una visita a Etiopía, Meloni dijo que “considera positivo que haya un acuerdo, pero mientras no vea los detalles no puedo formular una opinión más amplia”.

Algunos sectores específicos ya se pronunciaron, siendo uno de los primeros en hacerlo el Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV, por sus siglas en francés), que pidió a la Unión Europa y a Estados Unidos que en su acuerdo comercial definitivo el vino sea uno de los productos que esté cubierto por un pacto de “aranceles cero”. Se esperan más reacciones. EFE, AFP

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en la Casa Blanca
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en la Casa Blanca
Foto: AFP

tercera ronda

Reunión China-EEUU en Suecia

Representantes chinos y estadounidenses se reúnen hoy en Estocolmo para celebrar una tercera ronda de negociaciones comerciales en la que ambas partes esperan avances pese a los temas delicados que dividen a Pekín y Washington, como las capacidades industriales de China o sus compras de crudo iraní y ruso. China encara esta ronda, según medios oficialistas, apelando a que los avances se construyan sobre consensos alcanzados en los encuentros previos en Ginebra y Londres y la conversación telefónica de los presidentes Xi Jinping y Donald Trump el pasado 5 de junio.

Pekín ha evitado detallar objetivos específicos, pero sí ha reiterado que el diálogo deberá regirse por principios de “igualdad, respeto mutuo y reciprocidad”, y enmarcarse dentro del mecanismo bilateral de consultas, que considera clave para reducir malentendidos y reforzar la cooperación.

En línea con el marco pactado en Londres, medios afines han subrayado que el Gobierno chino ha cumplido su parte de los compromisos adquiridos, incluida la flexibilización parcial de controles a la exportación de tierras raras. En las últimas semanas ha dado además algunas señales de distensión, como la suspensión de una investigación antimonopolio contra una filial de la estadounidense DuPont. Pekín, sin embargo, ha evitado pronunciarse sobre la petición estadounidense de extender la tregua arancelaria que expira el 12 de agosto. Sí ha hecho saber, a través de medios afines, que no aceptará imposiciones sobre asuntos como la compra de petróleo ruso o iraní, el exceso de capacidad manufacturera o la estrategia industrial nacional, y que cualquier intento de condicionar las negociaciones a medidas unilaterales -como sanciones extraterritoriales o restricciones tecnológicas- dañaría el clima de entendimiento logrado.

La delegación estará encabezada por el vice primer ministro chino He Lifeng, y por el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent. EFE

Rusia: el presidente chino, Xi Jinping, llega al aeropuerto de Kazán para asistir a los Brics.
Xi Jinping, presidente de China.
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"GUERRA COMERCIAL"

Senadores brasileños intentarán “desbloquear”

Una comitiva de senadores brasileños inicia hoy lunes una agenda de tres días en la que se reunirán con congresistas y empresarios estadounidenses para intentar desbloquear las negociaciones sobre el arancel del 50 % anunciado por el presidente Donald Trump.

La delegación, compuesta por ocho senadores, se entrevistará con ejecutivos de compañías y representantes del Consejo Empresarial Brasil-Estados Unidos, en Washington, según fuentes oficiales.

El martes tendrán “compromisos estratégicos con autoridades” de la potencia norteamericana y el miércoles serán recibidos en la sede del Consejo de las Américas (COA, por sus siglas en inglés), una organización empresarial de EE.UU. que promueve el libre comercio. “No venimos aquí para confrontar. Venimos para hablar”, dijo en un comunicado el senador Nelsinho Tad, jefe de la comitiva.

La misión cuenta con el aval del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha reiterado su disposición a revisar la agenda comercial bilateral, aunque, al menos oficialmente, se ha encontrado con las puertas de la Casa Blanca cerradas.

“Trump no quiere hablar”, dijo esta semana el presidente brasileño en un acto público.

El mandatario estadounidense anunció un arancel adicional del 50 % para los productos brasileños a partir del 1 de agosto. EFE

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