Donald Trump, de viaje por Escocia: fue abucheado, negociará aranceles e inaugurará un campo de golf

El presidente de EE.UU. realiza una “visita privada” a la nación histórica, pero mantendrá reuniones con altos representantes europeos. Manifestantes salieron a las calles en su contra.

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Donald Trump en Escocia.
Donald Trump en Escocia.
Foto: Andy Buchanan/AFP.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Escocia este sábado 26 de julio, en una “visita privada” de cuatro días, en la que se reunirá con el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, y por separado, con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, además de mantener encuentros de negocios vinculados a sus empresas, ya que inaugurará un segundo campo de golf en su complejo “Trump International”, según se anunció.

Está previsto que negocie con la representante europea los aranceles que la administración estadounidense busca imponerle al bloque, lo que genera gran expectativa dado que el crecimiento de Europa dependerá, en gran parte, de este asunto comercial, según han comunicado sus autoridades.

Con Starmer, al que Trump elogió horas antes de su partida de Estados Unidos, la conversación versará sobre el pacto comercial que ambos países acordaron en mayo con el objetivo de “afinarlo”, según dijo el mandatario republicano.

Lo cierto es que Trump llegó a Escocia y despertó todo tipo de reacciones ciudadanas, fundamentalmente en su contra por la presión política y económica que el líder estadounidense está generando en ese país, a pesar de que las partes ya llegaron a una base de acuerdo. Por lo pronto, cientos de personas se han manifestado el sábado en las ciudades de Edimburgo y Aberdeen en contra su visita, mientras él jugaba al golf en su lujoso complejo de Turnberry, al suroeste de la nación histórica.

Frente al consulado estadounidense de Edimburgo, a escasos metros del Gobierno escocés, unas 1.500 personas -según los organizadores- se concentraron convocadas por la coalición Stop Trump, que agrupa a sindicatos, colectivos feministas, organizaciones climáticas y grupos de solidaridad con Palestina.

Manifestaciones en contra de Donald Trump en Escocia.
Manifestaciones en contra de Donald Trump en Escocia.
Foto: Scott Heppell/AFP.

Los manifestantes portaban pancartas con lemas como ‘Trump no es bienvenido’, ‘Haz que América piense otra vez’, ‘Detengan a Trump’ o ‘Donald Trump es un dictador’, junto a referencias al escándalo Epstein. Algunos llevaban disfraces satíricos, como una mujer vestida como en ‘El cuento de la criada’, una serie de televisión distópica y feminista.

“Esta visita ‘privada’ se anunció con menos de dos semanas de antelación. Aun así, hemos conseguido reunir a una coalición diversa para mostrar que Trump no es bienvenido, dijo Nick Nevin, uno de los organizadores. Sobre los encuentros previstos con Starmer y el jefe del Gobierno escocés, John Swinney, Nevin afirmó: “Llamar a esto una visita personal estira ese término hasta el absurdo”.

Al comparar la asistencia de este sábado con la masiva protesta de 2018, cuando Trump vino a Escocia por última vez durante su primer mandato, Nevin explicó que “aquella fue una visita de Estado anunciada con antelación”. “Hoy no somos tantos, pero seguimos igual de firmes. Y en setiembre, cuando vuelva (para su segunda visita de Estado), estaremos listos otra vez”, declaró.

En Aberdeen, otra manifestación reunió a cientos de personas en el centro de la ciudad, cerca de la estatua de William Wallace, en un acto con discursos de activistas climáticos, defensores de derechos trans y la diputada de los Verdes escoceses Maggie Chapman.

Según la organización, se prevén más protestas allí hasta el martes, cuando el presidente inaugurará un segundo campo de golf en su complejo Trump International.

Aunque este viaje no es oficial, este domingo Trump recibirá en Turnberry a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con quien abordará un posible acuerdo arancelario.

Ursula von der Leyen.
Ursula von der Leyen.
Foto: Adek Berry/AFP.

El lunes se reunirá allí con Starmer y el martes estará en Aberdeen para inaugurar el nuevo campo de golf con su hijo Eric; y se espera que los acompañe el ministro principal del Gobierno de Escocia, John Swinney.

El líder escocés, que ha indicado que podría aportar dinero público para el Campeonato Nexo que se celebrará en Trump International en agosto, defendió la visita como una oportunidad para promover Escocia y el golf a nivel internacional, aunque su decisión ha generado críticas en la sociedad escocesa.

Unión Europea busca evitar guerra comercial

La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, acudirá hoy domingo a Escocia para reunirse con el presidente Trump, con la esperanza de llegar a un acuerdo arancelario equilibrado y estable que evite la guerra comercial a partir del 1 de agosto.

Según han confirmado fuentes diplomáticas, las dos partes están avanzando en un acuerdo que implicaría la imposición de un gravamen del 15 % a las exportaciones europeas, un pacto en línea al suscrito esta semana entre Estados Unidos y Japón.

En la reunión, la presidenta de la Comisión estará acompañada por el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, quien ha capitaneado las negociaciones en nombre de la UE.

“Se han mantenido intensas negociaciones a nivel técnico y político entre la UE y Estados Unidos. Los líderes ahora evaluarán la situación y considerarán el alcance para un resultado equilibrado y que proporcione estabilidad y previsibilidad a las empresas y los consumidores a ambos lados del Atlántico”, declaró la portavoz del Ejecutivo comunitario, Paula Pinho, tras conocerse la invitación de Trump a Von der Leyen.

Antes de llegar a su complejo de golf en Turnberry, en la costa oeste de Escocia, el presidente Trump aseguró en Washington que hay “un 50% de posibilidades o menos” de lograr un pacto comercial con la Unión Europea. “Diría que tenemos un 50% de posibilidades, quizás menos, pero un 50% de posibilidades de llegar a un acuerdo con la UE. Será un acuerdo en el que tengan que dar algo para reducir sus aranceles. Ahora mismo están en el 30 % (a partir del 1 de agosto) y tendrán que dar algo o dejarlos como están. Pero quieren alcanzar un acuerdo con todas sus fuerzas”, aseguró Trump a los periodistas de la Casa Blanca el viernes.

El presidente estadounidense Donald Trump visita Escocia para una escapada de golf.
Donald Trump en Escocia.
Foto: AFP

Trump ha amenazado a la UE con una subida arancelaria a todos los productos del 30 % a partir del 1 de agosto, una cifra que, según el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, haría “prohibitivo” el intercambio de bienes a ambos lados del Atlántico. “Con respecto a un acuerdo, un resultado, creemos que semejante resultado está al alcance y estamos trabajando con todas nuestras fuerzas para proporcionar eso a los ciudadanos, empresas y consumidores de la UE”, declaró el portavoz de Comercio de la CE, Olof Gill, en rueda de prensa esta semana.

Aunque se vislumbre un acuerdo, Von der Leyen va al encuentro con Trump con un arsenal de contramedidas en la recámara por valor de 93.000 millones de euros, recién aprobado por veintiséis de los veintisiete países de la UE. Una respuesta contundente, pero escalonada, con un primer paquete de represalias que entraría en vigor el 7 de agosto y un segundo paquete, de mayor cuantía, que no se aplicaría hasta septiembre de este año, o febrero de 2026. En concreto, y siempre en un escenario de ruptura que parece improbable, la UE impondría a partir del 7 de agosto contramedidas a las importaciones procedentes de Estados Unidos en respuesta a los recargos del 50% que Washington impone a las compras de acero y aluminio, con excepción de los aranceles a la soja y las almendras, que entrarían en vigor el 1 de diciembre.

Las represalias por los aranceles estadounidenses a los automóviles, del 25%, y a los aranceles llamados “recíprocos” (ahora del 10%, pero que pasarían a un 30% sin acuerdo), se retrasarían hasta el 7 de septiembre de este año y el 7 de febrero de 2026, dependiendo del tipo de productos.

La respuesta que entraría en vigor el 7 de agosto se corresponde a la primera lista propuesta por la Comisión Europea (de 21.000 millones de euros), mientras que los aranceles que entrarían en vigor en septiembre o en febrero se corresponden con la segunda lista (de 72.000 millones).

Las contramedidas también prohíben a partir del 7 de septiembre la venta a operadores de Estados Unidos de desperdicios y desechos (la chatarra) tanto de hierro o acero como de aluminio.

La activación de aranceles por fases se explica, según fuentes comunitarias, por la necesidad de dar a las autoridades aduaneras tiempo suficiente para prepararse para cobrar esos aranceles y a la industria de la UE para adaptar sus cadenas de suministro.

Reunión entre Trump y Keir Starmer

Trump, afirmó que sus conversaciones con el primer ministro británico, Keir Starmer, versarán sobre el pacto comercial que ambos países acordaron en mayo “para afinarlo”. Ese acuerdo fue formalizado y firmado en junio durante la cumbre de líderes del G7 en Canadá.

El pacto estableció cuotas con aranceles reducidos para los vehículos y el acero y aluminio británicos, así como la eliminación de gravámenes para los componentes de aviación que se fabriquen en el Reino Unido, que otorga mayor acceso a los productos agrícolas de EE.UU.

Trump alabó nuevamente a Starmer, del que dijo que es un “buen primer ministro y buena persona” que “está haciendo un trabajo excelente”.

El primer ministro británico, Keir Starmer, habla durante una conferencia de prensa en un cuartel militar en el noroeste de Londres.
El primer ministro británico, Keir Starmer.
Foto: AFP

“También vamos a estar un poco de celebración porque nos llevamos muy bien. El Reino Unido lleva unos doce años intentando llegar a un acuerdo con nosotros y ahora se ha conseguido”, añadió Trump.

“Tenemos muchas cosas (en referencias a sus propiedades inmobiliarias) en Escocia. Tengo mucho cariño (por Escocia). Mi madre nació en Escocia. Y el líder escocés (Starmer) es un buen hombre, así que tengo muchas ganas de conocerlo”, aseveró.

Trump regresará al Reino Unido del 17 al 19 de septiembre para su segunda visita de Estado -la primera fue en 2019-, en la que será recibido por el rey Carlos III en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres, junto a la primera dama, Melania Trump.

Una "visita privada" más allá del golf

El presidente de EE.UU., Donald Trump, se mostró en un campo de golf de su propiedad en Escocia, adonde llegó como “visita privada”, aunque mantendrá reuniones clave con la presidenta de la Comisión (EU), Ursula von der Leyen, sobre los aranceles que la administración estadounidense quiere imponerle al bloque europeo y que, de concretarse, significará un duro golpe para la economía europea, con impacto mundial. “Será un acuerdo en el que la (UE) tendrá que dar algo para reducir sus aranceles”, adelantó Trump, con apariencia implacable.

Con información de EFE y AFP.

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