AFP, EFE, La Nación (GDA)
El papa Francisco, hospitalizado por una doble neumonía, sufrió ayer lunes “dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda”, la tercera recaída del pontífice de 88 años desde su ingreso en el hospital Gemelli de Roma hace 19 días.
El Vaticano informó que los dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda fueron “causados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo”.
Los médicos lo sometieron a dos broncoscopias para aspirar las “abundantes secreciones” y, a continuación, el pontífice retomó “la ventilación mecánica no invasiva” que le suministra oxígeno a través de una mascarilla.
El Papa, cuyo “pronóstico sigue siendo reservado”, “permaneció alerta, orientado y cooperativo en todo momento”, precisó anoche el último parte médico de la Santa Sede.
Los médicos que le asisten en el Gemelli consideraron la crisis de ayer “terminada”. Pero esto no quiere decir que la crisis no pueda repetirse, según fuentes de la Santa Sede. “Hace falta tiempo para superar las neumonías y pueden presentarse otras crisis”, afirman.

Su estado era “complejo y sigue siendo complejo”, resumen, al tiempo que subrayan que ayer fue “un poco difícil” en la décima planta del Gemelli, donde reposa el Papa.
De todos modos, explicaron que lo ocurrido ayer suele ser “normal” dentro del cuadro complejo de Francisco. “Claramente la acumulación de muco es una consecuencia de la neumonía bilateral: es una reacción de los pulmones a las bacterias presentes en los bronquios, que intentan eliminar y entonces se genera un espamo”, explicaron. “Esto hace que el paciente respire mal porque intenta expulsar lo que hay adentro y molesta”, agregaron, al subrayar que lo sucedido tampoco es un “elemento nuevo”, sino consecuencia del complejo cuadro general.
La misma fuente resaltó que a diferencia de la crisis de broncoespasmo del viernes pasado, no hubo inhalación de vómito: lo que generó las dos crisis, de hecho, fueron los bronquios que intentaban expulsar el muco, insistieron. Y este fue aspirado a través de una sonda.
Francisco se encuentra ingresado en el hospital Gemelli desde el 14 de febrero por una bronquitis, que derivó en una doble neumonía. Pero su estado sufre altibajos.
La crisis respiratoria más fuerte la tuvo el 22 de febrero, cuando necesitó también una transfusión de sangre.
Pero seis días después, tras varios días de mejoría, sufrió un “broncoespasmo”, contracción de la musculatura que recubre los bronquios, provocando dificultades para respirar.
Muestra del empeoramiento de su estado de salud, el Papa retomó ayer lunes la “ventilación mecánica no invasiva”, que había dejado el domingo para mantener únicamente una “oxigenoterapia de alto flujo” a través de una cánula
Esta hospitalización, la cuarta y más larga desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron su salud en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.

La situación ha reabierto además los interrogantes sobre su capacidad para desempeñar sus funciones, máxime cuando el derecho canónico no prevé ninguna disposición en caso de un problema grave que pueda afectar a su lucidez.
El pontífice, que en los últimos tiempos descartó la idea de renunciar, no ha hecho ninguna aparición pública desde su hospitalización ni se han difundido imágenes de él dentro de la clínica.
El domingo se ausentó por tercera semana consecutiva del Ángelus y dio las “gracias” a los fieles por sus oraciones, en un mensaje escrito.
“Quisiera darles las gracias por las oraciones (...): siento vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por el pueblo de Dios”, escribe el pontífice argentino de 88 años en su discurso.
Y no se olvidó de orar por la paz: “Desde aquí la guerra parece aún más absurda. Rezamos por la atormentada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu”, indicó Francisco en el texto del rezo dominical difundido por la Santa Sede.
Tampoco está prevista su participación en la misa por el Miércoles de Ceniza, mañana 5 de marzo, con el que arranca la Cuaresma, importante período de ayuno y penitencia para los católicos previo a la Pascua.
El domingo, el Papa recibió en el hospital Gemelli, al secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, y el sustituto de la Secretaría de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra, informó la Santa Sede.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, confirmó la visita, sin más detalles, que se produjo después de que el último parte médico del sábado indicase que, tras la crisis respiratoria sufrida el viernes, Francisco se encontraba “estable” y mostraba “una buena respuesta” al tratamiento con ventilación mecánica no invasiva y oxigenoterapia.
En la mañana del domingo, el Papa volvió a “desayunar”, se tomó “un café” y “leyó algunos periódicos”, como es su costumbre.

Rezongo: “No estamos para hacer turismo”
“¡No estamos aquí para hacer turismo, sino para rezar el rosario!”, regaña un trabajador del Vaticano a dos fieles que toman fotos de la monumental basílica de San Pedro antes de una oración excepcional por la salud del papa Francisco.
En este domingo, los peregrinos del Jubileo, que llegan a la plaza de San Pedro portando una cruz, pueden disfrutar del sol invernal, pero no del papa, ausente por tercera semana consecutiva del tradicional Ángelus.
A las 12 del mediodía en punto, las campanas del Vaticano empiezan a sonar, pero nadie aparece en la ventana del Palacio Apostólico, que permanece cerrada.
“La primera idea cuando llegas a la plaza es mirar a la ventana donde suele aparecer. Por desgracia ahora...”, lamenta Lorena Compare, una contable de 49 años oriunda de Como, en el norte de Italia.
Los jubilados italianos Rossella Matteucci e Ivan Pederzoli, constatan que hay mucha menos gente. “Si el papa hubiera estado en la ventana, habría muchos más”, subraya la mujer.
Mensaje a la asamblea: “¿El fin del mundo?”
Pese a su estado de salud crítico, el papa Francisco sigue activo siguiendo los grandes temas del mundo. El papa envió un mensaje, fechado en el hospital Gemelli, donde se encuentra ingresado desde el 14 de febrero por sus problemas respiratorios, en el que pidió, ante la actual crisis “compleja y planetaria”, “organizaciones mundiales más eficaces dotadas de autoridad para garantizar el bien común mundial”.
El papa envió este mensaje, que se publicó ayer lunes mientras sigue hospitalizado, a la asamblea general de la Academia Pontificia para la Vida que organiza un seminario sobre el tema: “¿El fin del mundo? Crisis, responsabilidades, esperanzas”, que tendrá lugar desde hoy hasta el 5 de marzo

“Frente a una crisis compleja y planetaria, estamos urgidos a potenciar las herramientas que tienen alcance global. Lamentablemente, debemos constatar una progresiva irrelevancia de las organizaciones internacionales, que también se ven socavadas por actitudes miopes, preocupadas por proteger intereses particulares y nacionales”, lamenta el papa.
Y ante ello, Francisco insta “a seguir trabajando con determinación por “organizaciones mundiales más eficaces, dotadas de autoridad para garantizar el bien común mundial, la erradicación del hambre y de la pobreza y la defensa cierta de los derechos humanos fundamentales”.
Porque sólo así, añade Francisco, “se promueve un multilateralismo que no dependa de circunstancias políticas cambiantes ni de los intereses de unos pocos y que tenga una eficacia estable. Esta es una tarea urgente que concierne a toda la humanidad”, escribe en el texto. EFE
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