CATEDRAL DE NOTRE DAME
La empresa encargada de montar los andamios en el techo de la catedral Notre Dame de París admitió que los obreros habían fumado; de todas formas apuntan a que el fuego se originó accidentalmente, probablemente por un cortocircuito.
La empresa Le Bras Frères, encargada de montar los andamios en el techo de la catedral Notre Dame de París que estaba en renovacióncuando estalló un incendio, admitió el miércoles que algunos empleados fumaban en la obra, pese a que estaba prohibido.
"Efectivamente, algunos empleados violaban esta prohibición de vez en cuando y lo lamentamos", dijo en declaraciones a la AFP el portavoz de la empresa, Marc Eskenazi. "Se lo han dicho a la policía", aseguró.
El portavoz respondía así a un artículo del semanario satírico Le Canard enchaîné, publicado este miércoles, que afirma que la policía encontró siete colillas de cigarrillos cerca de los andamios de restauración donde surgió el fuego que devastó parte de la cubierta de la catedral de Notre Dame.
No obstante, Eskenazi "excluyó" que una colilla mal apagada haya causado el incendio que arrasó el lunes pasado parte del techo de la catedral gótica y derrumbó su emblemática aguja.
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"Cualquier persona que haya intentado alguna vez prender el fuego de una chimenea (sabe que) no pasa gran cosa cuando se lanza una colilla sobre un tronco de roble", agregó, en referencia a los 1.200 troncos que sostenían la cubierta de la catedral.
"Estaba prohibido fumar en los andamios", indicó Eskenazi. Pero era "un poco complicado bajar porque tomaba tiempo", explicó.
Sobre la pista de que el fuego partiera de los motores eléctricos de los ascensores colocados para montar los andamios, Eskenazi indicó que no se identificó "ningún problema" en éstos.
"De todas maneras, están lejos de la aguja, y según lo que se ha establecido, el incendio arrancó dentro del edificio", subrayó. Los investigadores apuestan más por la hipótesis de que el incendio se debió a un cortocircuito, según "Le Canard".
Los primeros indicios apuntan que el fuego se originó accidentalmente, probablemente por un cortocircuito, pero los expertos deberán estudiar minuciosamente todos los restos calcinados en busca de pruebas para determinar exactamente las causas.
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En ese sentido "Le Canard" revela diversas irregularidades con la instalación eléctrica, en concreto, en el tendido para alimentar un juego de campanas que se encontraba en la aguja y otro bajo la misma, y que recorría el envigado de madera de la catedral.
Ese dispositivo fue autorizado, de forma provisional, en 2012 a petición de los clérigos de Notre Dame durante las obras de renovación de los campanarios principales, con el objetivo de electrificar esas campanas para que pudieran sustituirlas.
Sin embargo, siempre según "Le Canard", nunca fue sustituido, seguía utilizándose y sobre él se instaló el andamiaje para la restauración de la aguja.
Los investigadores han determinado que las campanas de la aguja sonaron el día del incendio a las 18.04 horas (16.04 GMT) para llamar a la misa prevista a esa hora.
Doce minutos más tarde se encendió la primera alerta de detección de humo en el puesto de seguridad de la catedral y cinco después sonó la primera alarma de incendio.
En ese momento se inició la evacuación de los fieles, pero como los dos oficiales de seguridad enviados a verificar las llamas no las encontraron, se pensó que era una falsa alerta y se les pidió que se quedaran.
Según "Le Canard", los oficiales fueron mandados a un lugar erróneo a buscar el fuego, una información que niega la empresa de seguridad privada que gestiona el monumento.
Sobre las 18.30 (16.30 GMT) volvieron a sonar las alarmas y, en ese momento, los fieles fueron evacuados y, entre diez y veinte minutos más tarde, los agentes localizaron el fuego en la base de la aguja.
A las 18.51 (16.51 GMT) los dos oficiales de seguridad alertaron a los bomberos que llegaron en unos diez minutos, pero que se encontraron con unas bocas de agua insuficientemente potentes para atajar un incendio que ya había cobrado dimensiones importantes.
La instalación anti-incendios, señala el semanario, estaba diseñada para apagar un fuego en su inicio, pero con los retrasos registrados en su localización ya había crecido demasiado.
Solo con la llegada de refuerzos, equipados con mangueras más potentes, pudieron comenzar a luchar contra las llamas, aunque ya fue tarde para salvar la cubierta de Notre Dame.