Con información de Agencia EFE y AFP
Japón y Estados Unidos han decidido desarrollar de forma conjunta un nuevo sistema antimisiles dirigido a interceptar proyectiles hipersónicos ante los avances de China, Rusia y Corea del Norte en este campo, según publican medios locales.
La iniciativa tiene como objetivo mejorar la preparación conjunta ante amenazas armamentísticas para las que sería difícil responder con la actual red de defensa antimisiles, y podría ser anunciada durante la visita a Washington del primer ministro nipón, Fumio Kishida, a finales de la próxima semana, según dijeron fuentes gubernamentales al diario nipón Yomiuri.
De salir adelante el proyecto, sería el segundo sistema conjunto de intercepción de misiles desarrollado conjuntamente por Estados Unidos y Japón, tras el SM3 Block 2A, que forma parte de las baterías buque-aire Aegis destinadas a derribar misiles de alcance corto y medio.
El objetivo sería tener operativo el nuevo sistema antimisiles hipersónicos capaz de interceptar proyectiles de este tipo como los que ha empleado Rusia en la guerra de Ucrania, los testados por China o los que está desarrollando Corea del Norte.
Los misiles hipersónicos son capaces de volar a velocidades hasta cinco veces más rápidas que la del sonido (Mach 5) y volar a baja altitud y con trayectorias irregulares, lo que los hace especialmente difíciles de detectar e interceptar con las tecnologías actuales. El proyecto podría ser anunciado durante la cumbre bilateral entre Kishida y el presidente estadounidense, Joe Biden, el próximo viernes.
Japón, asimismo, aspira a intensificar su colaboración en tecnología satelital con Estados Unidos con vistas a reforzar sus capacidades en el área de la defensa aeroespacial, en el marco de su estrategia de expandir su poderío militar frente a lo que considera amenazas crecientes de China o de Corea del Norte.
Bombardeo ruso
En el frente de guerra en Ucrania, donde cada vez se utiliza más tecnología militar como drones y sistemas avanzados de misiles, al menos seis personas, incluyendo un recién nacido, murieron ayer por bombardeos rusos en la región de Jersón, en el sur del país, informaron las autoridades de Kiev.
“Rusia mató a seis personas en la región de Jersón”, dijo en Telegram el ministro del Interior, Igor Klimenko, que difundió imágenes posteriores a los ataques. Una de las fotografías muestra una columna de humo sobre una vivienda. El funcionario precisó que tres adultos y un recién nacido perecieron en la localidad de Shiroka Balka.
Otro ataque en la localidad vecina de Stanislav dejó dos muertos y un herido.
Las autoridades rusas, por su lado, informaron del derribo de dos aparatos no tripulados en Bélgorod y de otro, en la vecina región de Kursk, en la frontera con Ucrania.