Redacción El País
Siria calificó ayer viernes de “peligrosa escalada” el bombardeo israelí que cayó en la madrugada de ayer viernes cerca del palacio presidencial de Damasco, que Israel afirmó que fue un “mensaje” frente a cualquier ataque contra la minoría drusa, tras días de mortales enfrentamientos sectarios.
El líder religioso druso más influyente en Siria, el jeque Hikmat al Hajri, denunció el jueves por la noche una “campaña genocida” dirigida contra “civiles” de su comunidad, después de enfrentamientos sectarios entre grupos armados vinculados al poder y combatientes drusos que dejaron más de 100 muertos, según una ONG.
Representantes de las autoridades religiosas y de grupos armados drusos reunidos en Sueida, una región de mayoría drusa en el sur de Siria, reafirmaron por su parte su rechazo a “cualquier división” del país.
Ayer viernes al amanecer, aviones israelíes lanzaron un bombardeo que se escuchó en toda la capital siria, según un corresponsal de la AFP.

Este ataque tuvo como objetivo “una zona cercana al palacio de Ahmed Al Sharaa”, el presidente interino sirio, anunció el ejército israelí.
El primer ministro Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa, Israel Katz, declararon en un comunicado conjunto que el ataque fue “un mensaje claro enviado al régimen sirio”.
La presidencia siria respondió afirmando que “condena en los términos más enérgicos el ataque contra el palacio presidencial llevado a cabo por la ocupación israelí”.
Israel, a través de su canciller Gideon Saar, instó el jueves a la comunidad internacional a “cumplir su papel de proteger a las minorías en Siria -especialmente a los drusos- del régimen y sus bandas terroristas”.
Los drusos son numerosos en los Altos del Golán, que Israel arrebató a Siria en la Guerra de los Seis Días en 1967, y desde entonces mantiene ocupados.

Desde el estallido de la guerra en Siria, Israel ha bombardeado en cientos de ocasiones este país con el que sigue técnicamente en guerra. Estos ataques se intensificaron con la llegada de los nuevos gobernantes, surgidos de una coalición rebelde liderada por islamistas.
La Liga Árabe y varios países de Oriente Medio condenaron el ataque israelí.
“La Secretaría General de la Liga aseveró que estos ataques representan una peligrosa escalada y una violación, rechazada y condenada, de la soberanía de Siria”, dijo el organismo panárabe en un comunicado, en el que denunció que Israel ataca con relativa asiduidad el territorio sirio.
Por su parte, los ministerios de Exteriores de Arabia Saudí, Jordania, Kuwait e Irak, entre otros, también condenaron los bombardeos contra el palacio presidencial de Damasco y consideraron la acción como una “violación de la soberanía de Siria y del Acuerdo de Separación de 1974” entre ambos países. EFE, AFP