Argentina celebrará hoy domingo elecciones legislativas en las 24 provincias del país para renovar parcialmente la composición de las dos cámaras del Congreso nacional, en unos comicios clave para las ambiciones del Gobierno de Javier Milei, que medirá además su grado de apoyo a poco de cumplir la mitad de su mandato. La cita electoral se llevará a cabo en un escenario de gran polarización entre el partido de Milei, La Libertad Avanza (LLA), y el peronista Fuerza Patria.
Casi 36 millones de personas están llamadas a las urnas, en un país en el que el voto es obligatorio para los ciudadanos de 18 a 70 años y optativo para los de 16 y 17 o mayores de 70.
En todos los distritos electorales de Argentina se votará para renovar 127 escaños de la Cámara de Diputados, sobre un total de 257. En paralelo, la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego votarán para renovar un tercio del Senado (24 de un total de 72). La nueva composición del Congreso será inaugurada este 10 de diciembre.
El objetivo del oficialismo, que cuenta actualmente con menos de 40 diputados, es lograr un tercio de las bancas de la Cámara Baja y obtener todos los escaños posibles en el Senado, con el fin de sostener sus proyectos de reforma y contrarrestar los intentos de la oposición para bloquear decretos presidenciales.
Para el peronismo, un triunfo le permitiría consolidarse como principal fuerza opositora al Gobierno de Milei, lo que supondría un empujón a este movimiento político tras el desprestigio sufrido durante el mandato del expresidente Alberto Fernández (2019-2023).
Las diferentes encuestas no ofrecen una clara tendencia sobre quien se impondrá en los comicios, aunque ubican en tercera posición el frente Provincias Unidas, liderado por un grupo de gobernadores de distintos partidos, y en cuarto lugar el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT). El peronismo registró el pasado 7 de septiembre un importante triunfo en los comicios legislativos provinciales en el mayor distrito electoral del país, la provincia de Buenos Aires, que concentra cerca del 40% del padrón.
La provincia de Córdoba, segundo distrito en población, será escenario de una disputa entre LLA y Provincias Unidas, mientras que en Santa Fe las mediciones muestran un triple empate entre el partido de Milei, el del gobernador Maximiliano Pullaro y el peronismo.
En la ciudad de Buenos Aires, distrito electoral independiente de la provincia homónima, la puja será entre la lista encabezada por la hasta ahora ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, y los candidatos de Fuerza Patria.
Otro factor importante será la participación electoral: en los comicios provinciales celebrados en los últimos meses para renovar las legislaturas locales, la concurrencia bajó de forma significativa respecto a años anteriores.
La ley electoral establece que los primeros resultados oficiales sean difundidos a partir de las 21:00 hora local.
“Extenuante”. Cerró medio año de campaña extenuante con la promesa de ser a partir mañana lunes un nuevo Milei, que rescata del original solo algunos rasgos de rebeldía.
Milei dejó de andar por la calle con una motosierra -símbolo del ajuste-, pero le habla a la gente con un megáfono, como un amateur. No fantasea con el Nobel de Economía, pero vaticina que Argentina será “la superpotencia mundial” si persiste en las ideas que él defiende.
La metamorfosis en ciernes es un ejercicio de pragmatismo, producto del inesperado resultado electoral adverso en la provincia de Buenos Aires. Lo que resta saber es si, además, responde a una autocrítica. Es decir, ¿cree Milei que la crisis que atraviesa es puro riesgo político por obra y gracia de la existencia del kirchnerismo o acepta que sus penurias presentes empezaron antes de la derrota del 7 de septiembre?
Dilucidar esa incógnita es determinante para la etapa que viene, porque permitirá descubrir hasta qué punto podrá salir de la espiral negativa que lo ha llevado desde la cima de su popularidad a un sendero de emergencias. En sus palabras, el año electoral ha sido “un infierno”. Lo que viene difícilmente sea el paraíso que alguna vez proyectó, cuando decía en público que sacaría entre 40% y 45% de los votos nacionales.
Los últimos pronósticos ubican su apoyo en los alrededores de un tercio, sin grandes distancias con los peronistas que resisten sus políticas. Un resultado de esas características no obrará el milagro de ordenar, en un solo pase de magia, la economía y la política. Demandará, en cambio, un despliegue de liderazgo presidencial que pondrá a prueba a Milei como nunca antes.
Milei en la recta final
En esta imagen, el presidente argentino, Javier Milei, se dirigía a sus simpatizantes durante el mitin de cierre de campaña de su partido, La Libertad Avanza (LLA), en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el 23 de octubre de 2025. Esto es, en la previa de las elecciones legislativas que se llevarán a cabo hoy domingo, claves para el país. Milei, ahora figura mundial de la política libertaria y de recortes presupuestarios, se presenta a las urnas en esta jornada electoral con una imagen desfavorable, según encuestas, debido -señalan- a su incapacidad para estabilizar el debilitado peso argentino, a pesar de haber gastado casi todas las reservas de dólares del Banco Central para apuntalarlo.
Una modificación del sistema cambiario
Ya avisó Trump que si el gobierno libertario pierde hoy domingo no se quedará mucho de los pagos de EE.UU. Como tradujo el economista Ricardo Arriazu: “Si las elecciones salen mal, se acaba la ayuda de Estados Unidos y el dólar se va a cualquier nivel”. El énfasis del ministro Caputo por defender el régimen de bandas cambiarias choca con las vivencias acumuladas por los argentinos.
Ni la billetera infinita de Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE.UU., alcanzó para doblegar la obsesión dolarizadora de los argentinos antes de votar.
Los grandes medios internacionales coinciden en que se viene un cambio de sistema cambiario al final del evento electoral. The Economist consideró que sería trágico que se mantuviera el actual esquema y, en cambio, ofreció un escenario optimista en caso de que LLA salga relativamente bien parado de las urnas. “El señor Milei debería entonces señalar que ha comenzado un nuevo capítulo de su proyecto. Debería eliminar inmediatamente la banda cambiaria y dejar flotar el peso”.
Consideró que el apoyo estadounidense, añadió, “podría ayudar al Banco Central a reducir la volatilidad mientras el peso encuentra un nuevo nivel”.
Con información de EFE y La Nación
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