El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS) publicó ayer domingo un listado con 11 detenidos, de diversas nacionalidades, después de una semana de redadas migratorias masivas en Los Ángeles y que en los últimos dos días provocaron protestas y enfrentamientos entre manifestantes y autoridades por diversas ubicaciones del condado angelino.
Los individuos, que proceden de Vietnam, Filipinas, México, Ecuador, Perú y Honduras, fueron arrestados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) como inmigrantes indocumentados, según el DHS, que los acusa supuestamente de ser “asesinos, delincuentes sexuales y otros delincuentes violentos” sin aportar sus expedientes. Los detenidos -todos hombres- tienen edades comprendidas entre los 26 y los 55 años, y, según el DHS, se les imputan cargos que van desde el narcotráfico, el asesinato, o la violación, hasta el robo de vehículos con violencia y disparar contra viviendas en supuestos delitos cometidos por el condado de Los Ángeles.
Tom Homan, conocido como ‘zar de la frontera’ designado por Donald Trump, indicó a la prensa que “alrededor de 150” inmigrantes indocumentados habían sido detenidos en los últimos días como producto de las macroredadas del ICE.
Las redadas de migración y las pesquisas de las autoridades estadounidenses en esta materia se han desarrollado en un clima de falta de transparencia en muchos casos y se han reportado diversos errores administrativos desde que Trump regresara a la Casa Blanca con su plan de deportaciones masivas.
Solo algunos de los ejemplos son el del migrante salvadoreño Kilmar Ábrego García, a quien la Administración Trump admitió haber deportado por error a su país de origen y ahora ha retornado a EE.UU.; o la detención y plan de deportación para la universitaria Ximena Arias Cristóbal, incluso después de que la Policía de Dalton (Georgia, EE.UU.) admitiera que se equivocaron al detenerla.