EFE
El voto para elegir al nuevo líder de la Cámara de Representantes estadounidense sigue en suspenso ante la falta de consenso en torno al candidato propuesto por los republicanos, Steve Scalise, que no tiene asegurado aún el apoyo necesario en sus filas. Los conservadores no prevén introducir la elección en la agenda del día hasta que no haya una postura clara al respecto.
Scalise se hizo el miércoles con la candidatura al puesto tras vencer a Jim Jordan por 113 votos a su favor, apenas 14 más que su contrincante.
Los republicanos se aseguraron la mayoría en ese hemiciclo en las elecciones de medio mandato de noviembre de 2022 y desde el pasado enero tienen allí 221 escaños, nueve más que los demócratas, pero el nuevo líder necesitará 217 votos a su favor cuando el escrutinio recaiga en todos los congresistas, y de momento hay legisladores conservadores que rechazan a Scalise.
“La buena noticia es que nuestro apoyo sigue creciendo. Seguimos trabajando para reducir la brecha. Vamos a continuar con las reuniones”, dijo ayer este último a la prensa tras una reunión interna sobre ese eventual voto. La presidencia de la Cámara Baja la ocupa de forma interina Patrick McHenry después de que Kevin McCarthy fuera revocado el 3 de octubre tras una moción en su contra.
Al propio McCarthy le costó 15 intentos hacerse con la presidencia el pasado enero ante la oposición del ala radical republicana, la misma que forzó su salida este octubre.
“No voy a hacer ningún trato. Quiero estar ante todos nuestros miembros, responder a todas las preguntas y simplemente seguir trabajando para unir nuestro partido y abordar los temas según vayan surgiendo”, dijo Scalise, que actualmente es el “número dos” de los republicanos en la Cámara Baja.
Los demócratas han propuesto a su vez a su líder allí, Hakeem Jeffries, que el pasado enero también se postuló al cargo.