Michael Gold - The New York Times
Poco después de que el presidente demócrata Joe Biden anunciara que pondría fin a su campaña de reelección, el expresidente republicano Donald Trump publicó el domingo por la tarde en las redes sociales un contundente ataque en el que lo denunciaba. En las horas siguientes, publicó varios más.
El lunes, se despertó y empezó de cero. “Es un nuevo día y Joe Biden no recuerda haber abandonado la carrera ayer”, escribió Trump en su sitio de redes sociales, Truth Social.
Incluso con Biden fuera de la carrera y apoyando a la vicepresidenta Kamala Harris, quien ha acumulado una serie de respaldos de los demócratas y es la favorita inicial para convertirse en la candidata del partido (la convención del partido Demócrata tendrá lugar en Chicago entre el 19 y 22 de agosto), Trump ha continuado su serie de ataques contra Biden, recurriendo a un método familiar de comunicación y válvula de escape: las redes sociales.
El torrente de críticas, en el que calificó a Biden de “incompetente”, olvidadizo y antidemocrático, siguió un patrón que Trump, el candidato presidencial republicano (fue proclamado por la convención del partido Republicano la semana pasada, pocos días después del intento de asesinato en su contra), estableció en la Casa Blanca.
En lugar de una conferencia de prensa o declaraciones televisadas, Trump solía publicar en su plataforma preferida: en ese entonces Twitter, ahora Truth Social.
En sus publicaciones desde el anuncio de Biden, Trump hasta ahora no ha apuntado directamente a Harris ni a otros demócratas populares que en varios momentos han sido mencionados como posibles opciones para la fórmula presidencial.
En cambio, Trump ha recurrido a ataques contra Biden que en gran medida reflejan los que ha estado haciendo durante años. Biden, escribió, no era apto para servir como comandante en jefe y fue “el peor presidente en la historia de los Estados Unidos”.
Otras publicaciones incursionaron en teorías de conspiración.
Trump afirmó sin pruebas que los asesores de Biden, los médicos y los medios de comunicación ocultaron la verdad sobre la salud de Biden al público. Y afirmó dos veces que Biden, quien dio positivo por covid el miércoles, en realidad nunca tuvo la enfermedad, sugiriendo que el virus había sido una excusa para que elpresidente abandonara la carrera.
La renuencia de Biden a hacerse a un lado después de su vacilante desempeño en el debate del mes pasado (en el que se mostró vacilante), que desencadenó una crisis de confianza demócrata en su candidatura, ha sido ampliamente reportada.
Las publicaciones de Trump muestran en cierta medida el desafío que él y su campaña enfrentarán al reorientar sus ataques hacia otro rival después de criticar a Biden durante años.
El candidato presidencial republicano (para las elecciones del próximo 5 de noviembre) ha intentado defenderse de las críticas de los demócratas por sus mentiras sobre el fraude electoral -y el motín del Capitolio del 6 de enero de 2021 que inspiraron- etiquetando a Biden como una amenaza a la democracia, principalmente a través de afirmaciones falsas de que él dirigía las investigaciones que produjeron las cuatro acusaciones penales contra Trump.
El lunes, Trump intentó dar un giro, argumentando que los demócratas en su conjunto eran antidemocráticos porque el partido “le robó la carrera a Biden después de que la ganó en las primarias”.
El presidente Biden, que enfrentó una oposición simbólica en su campaña durante las elecciones primarias, abandonó la carrera electoral después de semanas de presión por parte de los demócratas preocupados por su desempeño en el debate.
Las publicaciones del expresidente republicano Trump fueron la última indicación de que la relativa moderación que había mostrado inmediatamente después del debate había terminado.