Redacción El País
Pedro Sánchez no tiene la más mínima intención de dejar el gobierno antes de que termine su mandato, y menos aflojar a las presiones de la oposición para que convoque a elecciones anticipadas debido a los casos de corrupción que están golpeando al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
El presidente de España prometió ayer lunes “contundencia” contra la corrupción, aseguró que su partido es una organización “limpia” y retó a la oposición a presentar una moción de censura, en lugar de exigirle que adelante las elecciones generales.
Sánchez compareció ante la prensa en la sede del PSOE para anunciar una serie de medidas tras la dimisión de todos sus cargos del diputado y secretario de Organización, Santos Cerdán, acusado de gestionar comisiones ilegales a favor de su predecesor, José Luis Ábalos, para la adjudicación de obras públicas, según un informe de la policía judicial.
“Limpia, limpia”
El líder socialista insistió en que la “posible corrupción de unos pocos tendrá que ser sustanciada en los tribunales”, en alusión también a Ábalos, exsecretario de Organización del PSOE y exministro de Transportes, investigado por el Tribunal Supremo desde noviembre de 2024 y expulsado definitivamente ayer lunes del partido. Y subrayó que el informe policial citado no hace ningún señalamiento sobre financiación irregular del PSOE.
Sánchez descartó presentar una cuestión de confianza para comprobar si el Parlamento le mantiene el apoyo para continuar como jefe del Ejecutivo y se ratificó en que no hará cambios en el gobierno, formado por una coalición de izquierdas y del que valoró su “limpieza”.
“El Partido Socialista Obrero Español es una organización limpia, limpia”, dijo Sánchez, de 53 años. “No vamos a tapar la corrupción que surja en nuestras filas, por muy dolorosa que sea”.
“Que presenten una moción de censura y le digan al Parlamento y a los ciudadanos y ciudadanas qué modelo de país quieren para España”, dijo Sánchez en conferencia de prensa, dirigiéndose al Partido Popular (PP), primera formación de la oposición, y al partido de extrema derecha Vox, que no suman mayoría en el Congreso.
Tanto Cerdán como Ábalos jugaron un papel destacado a la hora de impulsar a Sánchez al liderazgo del PSOE en 2017, y este pidió “perdón” la semana pasada por el escándalo.
El líder socialista llegó al gobierno gracias al apoyo de partidos regionales que lo respaldaron en 2023 tras las elecciones generales de julio de ese año.
Esas elecciones fueron ganadas por el PP, pero su líder, Alberto Núñez Feijóo, no consiguió los votos suficientes de otras fuerzas parlamentarias para ser investido presidente del Gobierno.
Sánchez inició ayer una serie de reuniones con los grupos que lo apoyaron, comenzando por con la vicepresidenta del Ejecutivo, Yolanda Díaz, del movimiento Sumar.
“A lo largo de esta semana me voy a reunir con todos los grupos parlamentarios que apoyaron mi investidura, la investidura de este Gobierno, para conocer sus propuestas”, explicó Sánchez.
Entre las medidas del PSOE en estas circunstancias, la secretaría de Organización tendrá una dirección colegiada provisional hasta la reunión de la dirección ejecutiva socialista del 5 de julio, cuando Sánchez propondrá a quien suceda al dimitido Santos Cerdán.
Habrá una nueva auditoría externa para revisar las cuentas del partido y se publicarán los resultados.
Sánchez comparecerá en el Congreso para dar “todas” las explicaciones y el grupo parlamentario socialista propondrá una comisión parlamentaria de investigación.
En la oposición, el portavoz del PP, Borja Sémper, demandó una comparecencia parlamentaria de Sánchez inmediata y argumentó que una moción de censura sería un “balón de oxígeno” para Sánchez, en la creencia de que sus socios parlamentarios de izquierda y nacionalistas e independentistas vascos y catalanes no lo de dejarían caer.
“Nosotros aspiramos a que anuncie la disolución de las Cortes y la convocatoria de unas elecciones. El único futuro posible, digno, es dar la palabra a los españoles”, dijo Sémper.
Por el contrario, el líder de Vox, Santiago Abascal, ofreció los diputados de su partido para una moción de censura con el objetivo de ganarla y convocar elecciones inmediatamente.
Sánchez, que gobierna desde 2018, atraviesa su momento de mayor debilidad y tiene otros frentes judiciales abiertos.
Su esposa, Begoña Gómez, es investigada por presunta corrupción y tráfico de influencias; su hermano, David Sánchez, será juzgado por presunto tráfico de influencias por su contratación en una institución pública; y el fiscal general, nombrado por el gobierno, está a un paso de sentarse en el banquillo por filtrar documentos judiciales contra la oposición. EFE, AFP
Podemos, cada vez más lejos del PSOE
La exministra española y eurodiputada de Podemos Irene Montero considera que las explicaciones del presidente del Gobierno español y líder del PSOE, Pedro Sánchez, sobre el papel del exsecretario de Organización socialista, Santos Cerdán, no ofrecen garantía de reparación ni de que no se volverá a repetir.
Montero realizó estas afirmaciones en respuesta a EFE tras participar en el primer congreso del partido europeo Alianza de la Izquierda por los Pueblos y el Planeta (ELA) -del que Podemos forma parte-, que se celebró la pasada semana en Oporto (Portugal).
“Lo que Sánchez no ha podido ofrecer es reparación y garantías de no repetición”, ha defendido Montero, quien ha avisado de que “cada vez la distancia con este Gobierno es mayor”. Entre las razones, ha argumentado, están la corrupción y el rearme, que es, a su juicio, “el otro gran robo que están imponiéndole a España”.
“Sánchez, con sus disculpas, lo que pretendía era cerrar el escándalo mediático y probablemente encapsular el caso de corrupción en el partido para dejar a salvo al Gobierno, pero eso tiene un problema fundamental, y es que para esta trama de corrupción, para obtener mordidas a cambio de contratos, es necesario tener cargos públicos”, añadió.
En esa línea, aclaró que esta no es una cuestión de “manzanas podridas”, sino que es “el caso PSOE”, ya que es necesaria la estructura del partido para alcanzar estas dimensiones.
Pero en su opinión no es un problema exclusivo del PSOE, sino del bipartidismo con el PP, por lo que no considera que se deba impulsar una moción de confianza o de censura. “Es un debate bipartidista en el que nos quieren hacer elegir entre lo malo o lo peor”, ya que el PSOE y el PP coinciden “en las principales decisiones políticas”.
Estas afirmaciones van en línea con su partido, que el viernes dijo que redoblará sus esfuerzos como alternativa de izquierdas frente a un Gobierno que, asegura, está “en la UCI”, unidad de cuidado intensivo. EFE
El régimen de Venezuela se mete en la polémica
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunció una nueva investigación en contra de Juan Guaidó, luego de que se conocieran unos audios en un caso de corrupción en el PSOE que muestran que un exasesor del exministro José Luis Ábalos intentó interceder para que el presidente español Pedro Sánchez hablara con el opositor. Esto, dice el fiscal, “pone en evidencia la existencia de una trama criminal transnacional, articulada por Juan Guaidó y actores políticos extranjeros, que pretendía negociar ilegítimamente el patrimonio público nacional”.
El fiscal dijo que “ante la gravedad de los hechos revelados” solicitó la captura de Guaidó, “así como la emisión de alerta roja internacional a través de Interpol, con el propósito de que sea puesto a la orden de la justicia venezolana”. “Este nuevo caso se suma a los 29 expedientes que el Ministerio Público viene instruyendo contra Guaidó por delitos de usurpación de funciones, legitimación de capitales, traición a la patria y asociación para delinquir, entre otros, configurando un patrón sistemático de prácticas delictivas que buscan vulnerar el orden constitucional y económico de la república”, añadió.