AFP, EFE
Carles Puigdemont se burló de todo. En 2017 se escapó de Barcelona para no ser arrestado por el intento secesionista catalán, y desde Bélgica siguió con su prédica separatista mientras varios de sus compañeros de aventura estaban en la cárcel. El miércoles anunció que volvería ayer jueves para la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de Cataluña. Y así lo hizo: apareció en un acto para arengar a sus seguidores y esfumarse de inmediato, eludiendo los piquetes policiales dispuestos para detenerlo.
Ante este fiasco, la policía catalana, los Mossos d’Esquadra, estableció el operativo Jaula, con puestos de control para evitar que Puigdemont salga de Barcelona o de la región de Cataluña. Dos agentes de los Mossos fueron detenidos por presuntamente colaborar en la huida, uno de ellos por ser el dueño del vehículo en el que escapó Puigdemont tras dar su discurso en el escenario dispuesto cerca del Parlamento catalán.
El dispositivo “se había diseñado” para que “la detención se hiciera de forma proporcional y en el momento más oportuno para no generar desórdenes públicos”, alegaron los Mossos en un comunicado.
“No sé cuánto tiempo va a pasar hasta que volvamos a vernos, amigos y amigas, pero pase lo que pase cuando nos volvamos a ver espero que podamos volver a gritar juntos bien fuerte (...) ¡Viva Cataluña libre!”, lanzó Puigdemont ante sus simpatizantes, quienes corearon “¡presidente, presidente!”.
La breve aparición de la figura clave del separatismo catalán provocó emoción y algunas lágrimas entre los 3.500 seguidores, según la alcaldía de Barcelona, que lo recibieron agitando banderas independentistas.
“Hace siete años que nos persiguen por querer escuchar la voz del pueblo de Cataluña”, proclamó Puigdemont.
La fuga
Tras el acto, acompañado de un reducido grupo de colaboradores, Puigdemont se fue en un coche. Poco después, el desconcierto inicial daba paso a la confirmación de su nueva fuga, para esquivar a la justicia.
¿Cómo ha sido posible? Junto a al menos un agente de la policía catalana, un bombero y uno de sus más estrechos colaboradores en su partido, el secretario general de Junts per Cataluña (JxCAT), Jordi Turull.
Sin embargo, esta nueva huida de Puigdemont abre un abanico de incógnitas sobre su futuro y alimenta la crispación política en España, donde la oposición y la ultraderecha acusan al Gobierno del socialista Pedro Sánchez de permitir la fuga.
Se pensaba que Puigdemont intentaría entrar al Parlamento catalán para participar como diputado en la sesión de investidura del nuevo presidente de la región. Pero no ingresó al Parlamento, que al final de la tarde votó a favor de investir como nuevo presidente de Cataluña al socialista Salvador Illa. Cuando nombraron a Puigdemont durante la votación, sus compañeros de JxCAT aplaudieron.
“Buscan al presidente Puigdemont de la misma manera que la Policía Nacional y la Guardia Civil, a las puertas del 1 de octubre (de 2017), buscaban las urnas y las papeletas”, ironizó durante el debate el líder de JxCAT en el Parlamento, Albert Batet, en referencia al cuestionado referéndum de autodeterminación celebrado en esa fecha.
“Una humillación insoportable. Otra más. Es doloroso asistir en directo a este delirio del que (el presidente del Gobierno) Pedro Sánchez es el máximo responsable. Es imperdonable dañar la imagen de España así”, reaccionó en X Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), el principal de oposición a nivel nacional.
Puigdemont sigue estando bajo orden de arresto. El Tribunal Supremo determinó en julio que no puede beneficiarse de la ley de amnistía en el delito de malversación. Esa ley fue impulsada por Sánchez a cambio del necesario apoyo de JxCAT para poder ser reelegido en noviembre pasado.
Memes, humor e ironía en las redes
La huida de Carles Puigdemont tuvo su repercusión en las redes sociales, donde los usuarios afinaron el humor y la ironía para intentar resolver la gran pregunta: ¿dónde está Puigdemont? Miles de usuarios de redes sociales en España elucubraran bromas, ironías, montajes fotográficos o de vídeo para señalar lo inédito de esta nueva huida. Puigdemont disfrazado de Jack Sparrow, referencias al comediante Benny Hill, a trucos de magia, a los Simpson o imágenes de cantantes como Rosalía o Beyoncé sirvieron a los usuarios de X, Instagram o Tik Tok para afilar la creatividad y sacar unas risas entre la gravedad de este episodio político.
Así, una usuaria compartía en X un vídeo de Rosalía llegando a un concierto suyo rodeada de decenas de bailarines y cantantes tocando las palmas y bailando con el texto “Carles Puigdemont llegando de manera discreta a Barcelona”.
Otro usuario compartía un vídeo de un dispositivo de seguridad de un campo de fútbol en el momento en el que era invadido para ironizar sobre la llegada del catalán a Barcelona y otro, una portada de los libros infantiles de Dónde está Wally pero con el rostro del independentista. Mientras tanto, continúa la incógnita de dónde está Puigdemont.