Un paseo en carruaje, revista de tropas, una visita por la colección real y un majestuoso banquete son algunos de los momentos que el rey Carlos III y la reina Camila brindaron, como dicta el protocolo, al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su segunda visita de Estado en un día con todo el "soft power" británico para impresionar al dirigente estadounidense.
Trump, que llegó el martes a Reino Unido junto a su esposa Melania, calificó esta visita de Estado como "uno de los mayores honores" de su vida. Esta es la segunda vez que el dignatario estadounidense llega al Reino Unido invitado por la casa real, un trato que ninguno de sus predecesores en la Casa Blanca había disfrutado.