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El presidente turco Erdogan tiene el afán de recuperar el legado del Islam en Turquía

“Nuestra república, un nuevo eslabón en miles de años de tradición estatal, no es el primero sino el último Estado que hemos establecido en estas tierras”, dijo el presidente de Turquía.

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Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan
ADEM ALTAN/AFP fotos

EFE, AFP/Estambul
La República de Turquía, establecida en 1923 sobre las ruinas del Imperio otomano, no quiere romper con el pasado sino ser “un nuevo brote” en una historia milenaria, ha declarado ayer domingo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al celebrar el primer centenario del país.

“Nuestra república, un nuevo eslabón en miles de años de tradición estatal, no es el primero sino el último Estado que hemos establecido en estas tierras”, dijo Erdogan.

Erdogan alabó al fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk, pero criticó a quienes ven en la fundación del Estado una manera de romper con el pasado e insistió no solo en la continuidad de Turquía con la historia anterior sino también en la proyección del país más allá de sus fronteras actuales.

Lamentó la “interrupción del viaje de Turquía hacia la democracia” por los sucesivos golpes militares para concluir: “Fuimos nosotros quienes salvamos a Turquía de este círculo vicioso en 2002 con la ‘Revolución Anatolia’”, en referencia a la victoria electoral de su partido, el islamista AKP.

Erdogan concluyó su discurso desgranando cifras de los cambios demográficos, económicos y de infraestructuras registrados durante los últimos cien años y subrayó la intención de ampliar aún más la flota militar, que ahora dispone de un portaeronaves construido por la española Navantia.

Cien buques militares, encabezados por el TCG Anadolu, que está modelado según el buque de asalto anfibio Juan Carlos I de la flota española, cruzaron el Bósforo ayer en un desfile naval acompañado por varios submarinos, mientras dos escuadrones de las fuerzas aéreas turcas hicieron una exhibición sobre la ciudad.

La prensa opositora ha descrito toda la programación de la jornada como “deslucida”, subrayando que Ankara ha evitado invitar a ningún jefe de Estado extranjero, cuando Erdogan gusta de rodearse de mandatarios internacionales en cualquier ceremonia, así sea la inauguraución de un puente.

Varios analistas opinan que la modestia de las celebraciones se explica con el rechazo del presidente al legado laico de Atatürk, que para muchos turcos es la esencia de la República, diametralmente opuesta al ideario islamista de Erdogan.

Así, si Atatürk planteó una república moderna de corte europeo, alejado de las tradiciones islámicas y de las estructuras sociales de Oriente Próximo, Erdogan quiere recuperar el legado otomano, con el islam como elemento cohesionador de los pueblos.

La figura de Atatürk está protegida por ley y sería ilegal criticar al fundador de la República, pero la modestia de la celebración oficial es para muchos ciudadanos una expresión de un choque de dos visiones distintas de la nación.

Relación con Israel

La escalada de tensiones diplomáticas entre Turquía e Israel continuaron ayer con un comunicado del Ministerio de Exteriores turco que “rechaza las calumnias” y las acusaciones de “antisemitismo” por parte de altos cargos israelíes.

“Rechazamos totalmente las calumnias y alegaciones infundadas de algunos altos cargos israelíes”, señala la nota ministerial, sin especificar más.

El ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, anunció el sábado la retirada de los representantes diplomáticos de su país de Ankara después de que Erdogan prometiera durante una multitudinaria manifestación a favor de Palestina “exponer ante el mundo los crímenes de guerra de Israel”.

El ministro de Energía israelí, Israel Katz, tuiteó una fotografía de Erdogan durante una manifestación, ataviado con una bufanda en los colores del simbólico pañuelo palestino, la kefía blanquinegra.

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