Redacción El País
María Corina Machado no pudo llegar a tiempo a Oslo para recibir en persona ayer miércoles el Nobel de la Paz, pero tras un periplo lleno de peligros sí logro salir de Venezuela clandestinamente -como ha vivido desde agosto de 2024- sin ser atrapada por el régimen de Nicolás Maduro.
La líder opositora salió de Venezuela el martes. La primera parte de su viaje lo hizo en barco hacia Curazao, informó el diario The Wall Street Journal. Según fuentes del Gobierno de Donald Trump citadas por ese medio, Machado viajó en secreto a la isla caribeña, situada a menos de 80 kilómetros de las costas venezolanas, con apoyo de Estados Unidos.
Según el WSJ, los aliados de Machado mantuvieron en secreto los detalles del viaje por seguridad.
En una llamada telefónica con el presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, publicada en el sitio web del Premio de la Paz, Machado afirmó que “muchas personas” habían arriesgado sus vidas para que ella viajara a Oslo.
La Alianza Noruega por la Justicia Venezolana organiza una procesión de antorchas en honor a la Premio Nobel de la Paz María Corina Machado
“Les estoy muy agradecida. Y esto es una muestra de lo que este reconocimiento significa para el pueblo venezolano”, dijo, añadiendo que estaba a punto de subir a un avión. “Nos sentimos muy emocionados y muy honrados, y por eso me entristece mucho informarles de que no podré llegar a tiempo a la ceremonia, pero estaré en Oslo. Me dirijo a Oslo ahora mismo”.
De acuerdo con WSJ, este desplazamiento podría obligar a Machado a exiliarse, después de haber pasado gran parte del último año en la clandestinidad en Venezuela para evitar ser arrestada por el régimen de Maduro. Machado, sin embargo, ha expresado su intención de regresar “muy pronto” a su país tras su paso por Oslo.
“Volver a respirar”
Ana Corina Sosa, hija de Machado, fue la encargada de recibir el Nobel de la Paz en nombre de su madre y leer su discurso durante la ceremonia, en el que aseguró que Venezuela “volverá a respirar”.
“Abriremos las puertas de las cárceles y veremos salir al sol a miles de inocentes que fueron encarcelados injustamente”, pronunció Sosa desde el estrado del Ayuntamiento de Oslo, tras afirmar que “en unas horas” podrá abrazar a su madre después de dos años.
Machado tiene previsto reunirse hoy en Oslo el jefe de Gobierno noruego, Jonas Gahr Støre, con quien dará finalmente la rueda de prensa que se perdió el martes.
Erguida ante una foto de su madre y sin poder contener la emoción, Corina Sosa recibió la ovación del público, puesto en pie, entre quienes se encontraban los reyes Harald V y Sonia de Noruega, cuatro presidentes latinoamericanos invitados por Machado, José Raúl Mulino (Panamá), Javier Milei (Argentina), Daniel Noboa (Ecuador) y Santiago Peña (Paraguay), y el excandidato presidencial opositor venezolano Edmundo González Urrutia.
En el discurso, leído en inglés, Machado dedicó el premio a todo el pueblo de Venezuela y aseguró que éste pronto presenciará el regreso a casa de los opositores exiliados.
“Estaré allí, nuevamente, en el puente Simón Bolívar, en la frontera con Colombia, donde una vez lloré entre los miles que se iban, para recibirlos de vuelta a la vida luminosa que nos espera”, prometió.
El discurso de Machado incluyó un repaso a la historia de Venezuela, en el que aseguró que llegó a ser la democracia “más estable” de América Latina, hasta que ésta fue “desmantelada” desde 1999 por el régimen chavista, al que acusó de falsificar la historia, manipular elecciones y perseguir a la disidencia.
La decisión de Maduro de no permitirle presentarse a los comicios fue “un golpe duro”, admitió la opositora, aunque el movimiento siguió adelante con Edmundo González, que, aseguró, obtuvo la victoria en las elecciones presidenciales de 2024 con el 67% de los votos.
El casi año y medio que lleva en la clandestinidad ha servido para construir nuevas redes de presión cívica y para preparar “una transición ordenada hacia la democracia”, dijo Machado.
Poco antes, en su intervención, el presidente del Comité Nobel Noruego, Frydnes instó a Maduro a aceptar los resultados electorales y a renunciar a su cargo para sentar las bases “hacia una transición pacífica a la democracia”, al ser ésa “la voluntad del pueblo venezolano”. Fue el llamamiento más aplaudido de su discurso en un Ayuntamiento de Oslo lleno de invitados de Machado, incluida su madre, Corina Parisca, y líderes opositores venezolanos.
Frydnes denunció también que Maduro ha instaurado “un régimen que silencia, acosa y ataca sistemáticamente a la oposición”, pero aseguró que “María Corina Machado y la oposición venezolana han encendido una llama que ninguna tortura, ninguna mentira y ningún miedo podrán apagar”.
El artista venezolano Danny Ocean abrió la ceremonia, mientras su conciudadana Gabriela Montero interpretó a piano una de las canciones favoritas de Machado, “Mi Querencia”, de Simón Díaz, y mezcló con esa obra algunos compases del himno nacional venezolano.
Desde octubre, cuando se anunció el premio, era un misterio la presencia en Oslo de Machado, a quien no se ve en público desde enero, cuando participó en una protesta en Caracas contra Maduro.
El fiscal general de Venezuela declaró que Machado sería considerada “fugitiva” si abandonaba su país. AFP, EFE
Ana Corina
Ana Corina Sosa, la hija de Corina Machado que ayer recibió el Nobel de la Paz en nombre de su mare, nació en Caracas en 1991. Tiene 34 años. Es ingeniera industrial y cuenta con un Máster (MBA) de la Harvard Business School. Reside en Nueva York, a donde se trasladó en 2012 por motivos de seguridad debido a las constantes amenazas contra su familia.
Confiscan petrolero venezolano
Estados Unidos incautó un gran barco petrolero frente a la costa de Venezuela, dijo el presidente Donald Trump ayer miércoles, en medio de tensiones crecientes entre Washington y Caracas. “Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, un gran petrolero, muy grande, el más grande jamás incautado, de hecho”, dijo Trump a los periodistas. “Y están pasando otras cosas, lo verán más adelante” añadió, al inicio de una mesa redonda con empresarios y altos funcionarios.
El mandatario republicano, que ha iniciado un campaña de presión contra el régimen de Nicolás Maduro desde que llegó al poder, no dio detalles sobre el buque, su propietario o su destino. “Fue incautado por buenas razones”, se limitó a indicar. “Asumo que nos quedaremos con el petróleo”, detalló luego. Trump consideró que los días de Maduro estaban “contados” en una entrevista esta semana con el sitio Politico.
Esta incautación podría dificultar mucho más la exportación de petróleo venezolano, ya que otros transportistas ahora probablemente se muestren más reacios a realizar sus cargamentos.
La incautación del petrolero coincidió con la ceremonia en Oslo para la entrega del Premio Nobel de la Paz a la líder de la oposición venezolana María Corina Machado, quien no logró asistir a tiempo, aunque anoche estaba en viaje a la capital de Noruega.
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