El Papa pasó un día tranquilo, está estable y no tuvo nuevas crisis, pero su pronóstico sigue siendo reservado

Redacción El País
El papa Francisco, hospitalizado desde hace 20 días por una doble neumonía, pasó ayer martes tranquilo, sin nuevas crisis, pero pasará la noche con una mascarilla para ayudarle a respirar.

“Las condiciones clínicas del Santo Padre durante la jornada de hoy se mantuvieron estables” y “su pronóstico sigue siendo reservado”, reza el informe médico difundido anoche por el Vaticano. Francisco, de 88 años, fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero por una bronquitis, que derivó en una doble neumonía. Pero su estado sufre altibajos.

La última recaída se produjo el lunes. Tras dos días con estado “estable”, sufrió “dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda”, según el parte médico difundido ese día por la Santa Sede.

Pero, ayer martes, “no tuvo episodios de insuficiencia respiratoria ni broncoespasmo” -como ocurrió el lunes-, siguió sin fiebre y consciente en todo momento, precisó el Vaticano.

Foto: AFP

Sin embargo, retomará para dormir la mascarilla que le administra oxígeno y que, en la mañana, había cambiado por una cánula nasal de alto flujo, un soporte más ligero.

Esta hospitalización, la cuarta y más larga desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron la salud del Papa en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.

La crisis respiratoria más fuerte la tuvo el 22 de febrero, cuando necesitó también una transfusión de sangre.

Fuera del hospital los fieles continúan su peregrinación hasta la estatua de Juan Pablo II, que preside la entrada y donde rezan por la salud de Francisco. AFP