El Tiempo/GDA
El papa Francisco se encuentra internado en el hospital Gemelli de Roma con un cuadro clínico complejo debido a una neumonía bilateral por el que deber recibir tratamiento adicional al que se le suministra por la infección polimicrobiana que obligó a hospitalizarlo. Ante el deterioro en su estado de salud suelen resurgir las dudas acerca de si una renuncia está cerca.
Sobre este tema Francisco se ha referido en oportunidades anteriores. En diciembre del 2022 reveló por primera vez en una entrevista a un periódico español que firmó una carta de renuncia hace más de una década en caso de que su mala salud le impida desempeñar sus funciones.
Para ese momento, Francisco ya había dicho con anterioridad que renunciará al papado en caso de que problemas de salud le impidan hacer su trabajo.
"He firmado ya mi renuncia en caso de impedimento médico", dijo en una entrevista al diario español ABC. Francisco explicó en ese momento que firmó la carta y se la entregó en 2013 al entonces secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, antes de que este se jubilara. "Yo la firmé y le dije: 'En caso de impedimento por cuestiones médicas o qué sé yo, acá está mi renuncia. Ya la tienen'", explicó el papa.
Ante la pregunta del entrevistador sobre si quería que se conociera ese hecho, Francisco respondió: "Por eso te lo digo". Ya en ese momento Francisco mostraba dificultades para caminar por un problema inoperable en la rodilla que le obliga a usar una silla de ruedas.
"Creo que a mi edad y con esta limitación, tengo que preservarme un poco para poder servir a la iglesia. O, alternativamente, pensar en la posibilidad de dar un paso al costado", dijo entonces. El predecesor de Francisco, Benedicto XVI, renunció en 2013 por problemas de salud.
"Honestamente no es una catástrofe"
También en junio del 2022 hizo referencia al tema. El papa aseguró en ese momento que "la puerta estaba abierta" a su posible renuncia al pontificado, aunque aún no había pensado del todo en esa posibilidad, y agregó que no sería "una catástrofe", durante la rueda de prensa en el vuelo de regreso de su viaje de seis días a Canadá.
Hasta ese momento el papa había desmentido esta posibilidad en varias ocasiones, pero en esa rueda de prensa dejó claro que es una opción de futuro siguiendo el ejemplo del papa Benedicto XVI, que renunció al pontificado en febrero de 2013, al asegurar que le faltaban las fuerzas.
"La puerta esta abierta y es una de las opciones, pero hasta ahora no he llamado a esta puerta. No he sentido aún esta posibilidad, pero esto no quiere decir que mañana no empiece a pensar en ello", reiteró en ese momento.
Y destacó que "honestamente no sería algo extraño" o "una catástrofe". "Se puede cambiar de papa, no hay ningún problema", añadió. Francisco también explicó que cualquier tipo de decisión sería "la voluntad del Señor". "Si el Señor te indica que tienes que ir al rincón, te vas al rincón", señaló y matizó "que para ese instante aún no había sentido esa llamada".
"La renuncia de los papas no se puede convertir en una moda"
Sin embargo, en febrero de 2023 Francisco señaló que, aunque Benedicto XVI renunció, "eso no significa para nada que la renuncia de los papas deba convertirse en algo así como una moda". Esto lo dijo en un encuentro con jesuitas en su viaje a África y cuya transcripción fue publicada por la revista de la Compañía de Jesús, La Civiltà Cattolica.
"Es verdad que escribí mi renuncia dos meses después de las elecciones y entregué esta carta al cardenal Bertone. No sé dónde está la carta. Lo hice por si tengo algún problema de salud que me impida ejercer mi ministerio", dijo en ese viaje.
"Benedicto tuvo el valor de hacerlo porque no quería seguir adelante a causa de su salud. Esto no está en mi agenda por el momento", señaló el pontífice ese año.
Sobre la carta de renuncia a la que se refirió en 2022 también explicó que ya lo había hecho Pío XII "como prevención en el caso de que Hitler se lo llevara a Alemania" y "en ese caso dijo que capturarían a Eugenio Pacelli y no al papa".
"Creo que el ministerio del Papa es para siempre. No veo ninguna razón para que no sea así. Piensen que el ministerio de los grandes patriarcas es dirigido siempre hasta su muerte, pues la tradición histórica es importante. Si, por el contrario, le hiciéramos caso a los 'chismes', ¡entonces deberíamos cambiar de Papa cada seis meses!", añadió.
"Sí, en esto soy conservador. Debe ser para toda la vida. El Padre Kolvenbach y el Padre Nicolás, los últimos dos Superiores Generales anteriores, lo dejaron por motivos de salud. Sin embargo, una de las razones por las que el ministerio general de las órdenes religiosas debe ser de por vida es para evitar cálculos electorales, las facciones y los chismes", dijo Francisco en ese momento.