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elecciones argentinas

El kirchnerismo desafía a Alberto Fernández a ir a una interna, si busca la reelección

Recrudece la puja en el gobierno argentino por la candidatura presidencial de octubre.

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90.000 argentinos conmemoran el Día de la Memoria, Verdad y Justicia, al cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo del 1976
90.000 argentinos conmemoran el Día de la Memoria, Verdad y Justicia, al cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo del 1976.
Foto: EFE

A medida que se acercan las elecciones programadas para este año (primarias en agosto y generales en octubre), la interna en el gobierno argentino se pone más caliente. Cada vez son más frecuentes las críticas del ala dura del kirchnerismo hacia la gestión del presidente Alberto Fernández, y más fuerte la presión para que no vaya por la reelección. En simultáneo, cada vez menos en el bloque K se oculta la intención de postular a Cristina Kirchner, pese a que la actual vicepresidenta dice que está “proscripta” por el “partido de la justicia”.

Este escenario se reflejó ayer viernes, en el marco del Día de la Memoria, Verdad y Justicia, al cumplirse 47 años del golpe de Estado. La agrupación kirchnerista La Cámpora aprovechó para dar una demostración de fuerza en las calles de Buenos Aires y renovar sus críticas al gobierno que integra.

El jefe de La Cámpora, el diputado Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta, volvió a cuestionar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y envió un mensaje al presidente Alberto Fernández, al advertir que “si alguien se enoja” por la postura del kirchnerismo, entonces “hay que ir a elecciones y que la sociedad defina”.

La declaración fue interpretada como una “invitación” del hijo de Cristina Kirchner al mandatario para que decline su proyecto de reelección o que, en caso contrario, las diferencias se diriman en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del Frente de Todos, informó el diario La Nación.

“Aquellos que fuimos marcándole al gobierno cuáles eran los problemas, como el acuerdo con el FMI, tenemos que saber clavar los tacos en el piso y decir no. El acuerdo era malo y esto lo saben todos. Argentina tiene una curva de vencimientos por delante que agobia. Y si alguien se enoja, que se enoje, vamos a elecciones y la sociedad define”, sentenció el hijo de Cristina.

Máximo Kirchner hizo estas declaraciones en la marcha de La Cámpora desde la ex ESMA hasta la Plaza de Mayo, como parte de los actos para recordar el último golpe de Estado.

Máximo Kirchner y Alberto Fernández
Máximo Kirchner y Alberto Fernández.
Foto: AFP

El discurso de Máximo Kirchner estuvo plagado de mensajes para el propio gobierno y también para la oposición. Ante militantes camporistas que le pusieron un micrófono para que hable arriba de un micro que encabezó la caravana, sostuvo en tono desafiante: “Muchos dicen que el problema son los argentinos, pero el problema son los dirigentes que claudican”.

Las declaraciones de Máximo Kirchner fueron en la misma línea de Andrés “Cuervo” Larroque, ex secretario general de La Cámpora y nuevo referente de la agrupación La Patria es el Otro, que más temprano había asegurado que “ya quedó atrás” la posibilidad de que Alberto Fernández se postule para la reelección.

El clima político que se respiró en la jornada entre los militantes camporistas fue de rechazo a la “proscripción” de Cristina Kirchner, como la vicepresidenta se autopercibe tras la condena en la causa Vialidad.

La “invitación” de Máximo Kirchner al presidente a competir en las PASO del Frente de Todos es, en rigor, la constatación de que el peronismo se encuentra dividido en al menos dos sectores a la hora de definir las candidaturas principales de cara a las próximas elecciones. Uno de ellos está referenciado en Cristina Kirchner -aunque la vicepresidenta todavía no modificó su decisión de no ser candidata este año- y el otro en Alberto Fernández, pese a que el presidente tampoco confirmó si se postulará o avalará otra candidatura, como podría ser la del embajador en Brasil, Daniel Scioli.

En el medio de esta interna también se encuentra el ministro de Economía, Sergio Massa, quien aún no definió si será candidato presidencial este año, pero mantiene una buena sintonía con el kirchnerismo y tuvo en los últimos días varios cortocircuitos con el presidente Fernández y los funcionarios de la mesa chica de la Casa Rosada.

En este escenario interno, que presenta la paradoja de que el kirchnerismo rechaza políticas del propio gobierno que integra, Máximo Kirchner fue la figura central de la marcha camporista por el 24 de marzo, que también incluyó al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, además de la nueva secretaria general de La Cámpora, la legisladora porteña Lucía Cámpora.

El hijo de la vicepresidenta, que renunció a la jefatura del bloque de diputados del Frente de Todos cuando el gobierno alcanzó el acuerdo con el FMI y lo envió al Congreso, dedicó además un párrafo de su discurso a cuestionar que “el partido judicial y el macrismo desgastaron y persiguieron la figura de Cristina” entre 2015 y 2019 para “condicionarla o hacerle perder potencia electoral”.

Según su razonamiento, como no lo consiguieron y el peronismo volvió al poder, ahora “sí la quieren proscribir”. Esa fue, justamente, una de las principales consignas de la marcha camporista, vinculada a una cuestión electoral antes que a recordar el 24 de marzo.

Cristina Fernández de Kirchner
Cristina Fernández de Kirchner.
Foto: EFE

“Único dique”

La abierta intención del kirchnerismo de imponer la candidatura de Cristina Kirchner, también quedó de manifiesto esta semana en el denominado III foro Mundial de Derechos Humanos, que organizó el gobierno argentino en Buenos Aires.

El ministro del Interior, “Wado” de Pedro, dijo el jueves en ese foro que la vicepresidenta es el “único dique de contención para que no vuelvan las políticas neoliberales” a Argentina.

“Cristina es el único dique de contención para que no vuelvan las políticas neoliberales a Argentina. Cuando hay dirigentes a los que no se le puede ganar en las urnas, dentro de las reglas de juego del sistema democrático, usan las reglas de juego de un Poder Judicial cooptado por los sectores de poder”, aseveró, en línea con la prédica K de que hay una persecución a su referente.

“Y ahí es donde cambia el código electoral por el penal”, dijo De Pedro.

Uno de los principales temas tratados durante la celebración del foro ha sido la presunta persecución judicial (lawfare) de la que se dice víctima Cristina Kirchner, condenada en diciembre pasado a seis años de prisión e inhabilitación política de por vida por corrupción en la adjudicación de obra públicas entre 2007 y 2015 durante los gobiernos K.

Si bien Cristina Kirchner anunció, al conocerse su condena, que no optaría a ningún cargo político en las elecciones de octubre próximo, entre sus seguidores hay un fuerte clamor para que revea esa decisión y se presente a los comicios. (La Nación/GDA y EFE)

Agencia deja a Argentina en “default inminente”

Fitch Rating bajó la nota de los bonos del país de CCC- a C.

“El default es inminente”, advirtió ayer viernes la calificadora de riesgo Fitch Ratings. Luego de que el Ministerio de Economía decidiera pesificar la deuda en dólares de los organismos públicos (como la que tiene la Administración Nacional de la Seguridad Social en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad), la firma estadounidense se pronunció al respecto y decidió bajar la calificación argentina de CCC- a C para los bonos argentinos, una de las notas más bajas de su escala.

La noticia ayuda a potenciar un contexto en el que el riesgo país superó la barrera de los 2.500 puntos básicos.

Se trata de un golpe duro para los bonos argentinos, que comprenden tanto los instrumentos en pesos como aquellos emitidos en moneda extranjera. El comunicado de la calificadora de riesgo, una de las más importantes de Wall Street, terminó por darle forma a la incertidumbre y las dudas que se desataron esta semana.

El disparador fue el canje pesificador al que se verán obligados los organismos públicos. Para Fitch Ratings, implicaría canjes unilaterales y conversión forzada, lo que constituyen eventos de incumplimientos bajo los criterios de la empresa.

Si bien estos suelen relacionarse a las obligaciones de deuda con acreedores privados, el criterio no excluye las operaciones con acreedores del sector público.

oposición

Mauricio Macri aún no define su candidatura

La oposición en Argentina también se está moviendo con la mira puesta en las elecciones de octubre próximo. Ayer viernes el expresidente Mauricio Macri y el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, se reunieron a solas en el Tenis Club Argentino. A lo largo de la conversación, analizaron la situación económica y financiera del país, debatieron sobre la estrategia electoral de Pro y evaluaron el escenario en todo el interior y en la Ciudad, el tema más espinoso. No hubo definición sobre la sucesión de Rodríguez Larreta, según indicaron fuentes porteñas a La Nación.

Rodríguez Larreta transmitió a los suyos que dedicaron parte de la conversación a debatir sobre la coyuntura nacional, en particular, sobre las consecuencias del deterioro económico y las turbulencias financieras tras el canje forzoso de deuda de Sergio Massa. Evaluaron con preocupación la aceleración de la crisis y el impacto en el tejido social. El jefe porteño no le preguntó a Macri si desea volver a disputar la Presidencia.

El cónclave entre los jerarcas opositores alimentó las especulaciones electorales y puso en vilo a la dirigencia de Pro. Cuando faltan tres meses para el fin del plazo legal para la inscripción de listas, Macri y Rodríguez Larreta son conscientes de que se acelera el tiempo de las definiciones. Para el expresidente, el dilema pasa por confirmar si desea o no volver a la primera línea de la política para competir en los próximos comicios. Ya lanzado en la carrera presidencial, el jefe de gobierno porteño busca recomponer y lograr un acuerdo con quien fue su mentor durante ocho años en torno a un tema crucial para el futuro de Pro: el control de la Ciudad.

Larreta quedó conforme con la charla de “55 minutos” con Macri. Pero se retiró como había llegado: sin señales de si piensa en volver a postularse. “Hay un consenso de que no va a ser, no va a jugar”, dicen en la cúpula de la Ciudad.

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