El mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, pidió públicamente la disolución de las Naciones Unidas, porque, a su juicio, la entidad “no sirve para nada”.
“Ya Naciones Unidas no sirve para nada. Hay que refundarla, y refundarla significa que desaparezca”, clamó en un discurso durante el acto central del 46 aniversario de la revolución sandinista, celebrado en la Plaza de la Fe, en Managua el fin de semana.
Para Ortega es necesario “el fin de estas Naciones Unidas” y crear “unas nuevas Naciones Unidas que den seguridad a los pueblos, que donde estén matando a la gente, vayan y detengan” esas muertes. Según el dirigente sandinista, en la ONU “están unidos los poderosos” y “los que tienen el poderío atómico”.
“¿Qué hace Naciones Unidas? Naciones Unidas no es más que un instrumento de los países imperialistas, de los países que quieren dominar el mundo”, lanzó Ortega, que dedicó parte de su discurso de ayer domingo a atacar a los “imperialistas” europeos y estadounidenses.
Sobre Europa, Ortega la acusó de tratar de “destruir” a Rusia y a China, los principales aliados de Nicaragua, a través de la OTAN, y de gastar “miles de millones de dólares para ir a la guerra” contra Moscú en apoyo a Ucrania.
También criticó a la ONU por su inacción en la deportación de migrantes indocumentados de los Estados Unidos, que tildó de “crímenes”.
Desde España
En otro orden de temas sobre Nicaragua, la abogada española Almudena Bernabé pidió a la comunidad internacional ver con atención el asesinato del opositor nicaragüense desnacionalizado y militar en retiro Roberto Samcam, ocurrido hace un mes en Costa Rica, para evitar -en caso de que fuese ordenado por el Gobierno sandinista- que se normalicen ese tipo de crímenes transnacionales u otro Estado haga lo mismo, según advirtió ayer.
A juicio de la jurista española, que lidera el equipo legal internacional Guernica 37, representante legal de la familia de Samcam en ese caso, el asesinato del mayor en retiro, que se encontraba refugiado en Costa Rica tras huir de Nicaragua por razones de seguridad, “tiene un impacto internacional”.
“Y creo que toda la comunidad internacional debería estar mirando países que actúan de esta manera y con esa tranquilidad y con esas vías de que se normalicen actitudes que han sido brutales y que son a todas luces ilegales”, consideró. La tesis de su equipo legal es que el asesinato de Samcam no fue un crimen común, sino uno “que tiene connotaciones políticas, orquestado, operado, ordenado desde el Gobierno o del Estado de la dictadura de Nicaragua” de Ortega.
EFE/AFP