EFE, AFP
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) se manifestó ayer lunes en Magdeburgo “en memoria” de las víctimas del atropello mortal, cuyo presunto autor es un refugiado saudita, que relanzó el debate sobre la seguridad y la inmigración.
“El terror llegó a nuestra ciudad”, declaró Jan Wenzel Schmidt, jefe del AfD en la región de Sajonia-Anhalt, de la que Magdeburgo es capital, ante varios cientos de personas.
El líder condenó “el monstruoso fracaso político” que llevó a que se produjera el ataque, cuyo presunto autor es un refugiado saudita que pudo haber actuado “descontento” con el trato dado por Alemania a los solicitantes de asilo de su país.
“Debemos cerrar las fronteras (...), no podemos seguir acogiendo a lunáticos de todos los países”, añadió ante los militantes del partido antinmigración.
La copresidenta de la formación, Alice Wiedel, pidió un “cambio para que podamos vivir de nuevo en seguridad”, dijo, al tiempo que la multitud coreaba “¡Expulsión, expulsión, expulsión!”.
El AfD se sitúa en segundo lugar en los sondeos de cara a los comicios legislativos anticipados del 23 de febrero, por delante del partido de centroizquierda del jefe del gobierno, Olaf Scholz.
El movimiento antirracista “Gib Hass keine Chance” (”No le dé ninguna oportunidad al odio”) se concentró al mismo tiempo cerca, en el lugar del drama que dejó cinco muertos, incluido un niño de 9 años, y más de 200 heridos en esta ciudad del este de Alemania.
La iniciativa anti-Afd se declaró por su parte “consternada y furiosa por que algunas personas quieran usar este acto cruel con fines políticos” y pidió “tolerancia y humanidad”.
El gobierno del canciller Scholz, bajo presión, prometió el domingo una investigación rápida y minuciosa para esclarecer los posibles errores de las autoridades en la prevención del ataque.
El sospechoso embistió el viernes a la multitud con un todo terreno BMW en un mercado navideño. Arabia Saudita había pedido a Berlín la extradición de Taleb Jawad al Abdulmohsen, un psiquiatra saudita de 50 años, tras haber advertido varias veces que podía “ser peligroso”, indicó el lunes a AFP una fuente cercana al gobierno en Riad.
El sospechoso vivía en Alemania desde 2006 y tenía estatuto de refugiado.
En sus numerosas publicaciones en las redes sociales expresó opiniones hostiles al islam, su enojo con los funcionarios alemanes de inmigración y su apoyo a las teorías conspirativas de extrema derecha sobre una “islamización” de Europa.
“Prudencia”
Los secretarios generales del Partido Socialdemócrata (SPD), Mathias Miersch, y del Partido Liberal (FDP), el exministro de Justicia Marco Buschmann, pidieron mantener prudencia durante la campaña y no sacar conclusiones precipitadas de lo ocurrido en Magdeburgo.
“Los partidos democráticos tienen que actuar con serenidad. Las instrumentalizaciones y las conclusiones precipitadas no ayudan a nadie y sólo sirven para escindir nuestra sociedad. En lugar de ello tenemos que sacar las conclusiones correctas tanto para la arquitectura de seguridad como para la cohesión social”, dijo Miersch a la revista Der Spiegel.
Buschmann, por su parte, dijo al mismo medio que ahora lo importante es estar al lado de las víctimas y sus familias y no entrar en una lucha por proponer medidas rápidas que sólo tendrían un carácter simbólico.
El ministro de Economía y candidato de Los Verdes a la cancillería, Robert Habeck, advirtió también, en un mensaje de video, en contra de conclusiones precipitadas.
“Esa advertencia nos incluye a nosotros, políticos y políticas”, dijo Habeck. “La mentira es más rápida de la verdad. Tomen tiempo para la verdad. No se dejen contagiar por el odio”, agregó en otro momento del video.
Según Habeck, justo lo que quieren los extremistas de todo tipo y los defensores de las autocracias es propagar “desconfianza, miedo e ira” y confundir a la sociedad con desinformación, mentiras y verdades a medias”.