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Duro cruce gobierno y oposición en Argentina por cierre de clases

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Manifestantes -en su mayoría padres de niños en edad escolar- se autoconvocaron en los alrededores de la quinta presidencial de Olivos para un cacerolazo. Foto: Reuters

LA MARCHA DE LA PANDEMIA

El jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Rodríguez Larreta, anunció un recurso ante la Corte para evitar el cierre de escuelas decretado por el presidente Alberto Fernández.

En Argentina, la ampliación del toque de queda y la suspensión de clases anunciada el miércoles por el presidente Alberto Fernández provocó un nuevo enfrentamiento entre el gobierno y la oposición. El debate irá directo a la Corte Suprema de Justicia.

El jefe del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el macrista Horacio Rodríguez Larreta, anunció ayer jueves que recurrirá a la Corte para evitar el cierre de escuelas decretado por el presidente Fernández.

“Estamos completamente en desacuerdo con la decisión de suspender las clases presenciales”, declaró Rodríguez Larreta, al sostener que la decisión presidencial “es totalmente inadecuada en el contexto epidemiológico de hoy”.

“No hay evidencia sanitaria que lo justifique”, agregó.

El presidente Fernández anunció la noche del miércoles la suspensión de las clases presenciales a partir del lunes por dos semanas en el Área Metropolitana de Buenos Aires. También extendió el horario del toque de queda nocturno de 20 a 6 de la mañana.

Rodríguez Larreta se reunirá hoy viernes con el presidente.

Fernández había manifestado su intención de evitar lo más posible la suspensión de la presencialidad en las escuelas, pero modificó su posición ante la aceleración de contagios, con unos 25.000 casos el miércoles, más de la mitad en el área metropolitana de Buenos Aires.

El anuncio despertó cacerolazos y protestas en varios barrios de la ciudad, mientras sindicatos docentes y muchos padres celebraron la suspensión que venían reclamando.

Rodríguez Larreta manifestó su desaprobación pero dijo que acatará el resto de las nuevas restricciones, entre ellas la extensión de la prohibición de circular entre las 20 y las 6, en tanto el límite al horario comercial será de 9 a 19.

“Eso hay que cumplirlo, lo que rechazamos totalmente es toda participación del ejército, de las fuerzas federales, en las calles de la ciudad, si además eso no está coordinado ni hablado con nosotros, que desde el principio de la pandemia mostramos toda disposición a trabajar de forma conjunta, cosa que se rompió ayer”, manifestó Rodríguez Larreta.

Según el jefe de la Ciudad de Buenos Aires, las medidas que adoptó el presidente Fernández se produjeron “porque no cumplió con el plan de vacunación y la cantidad de vacunas que se comprometió a fines del año pasado”. En ese sentido alertó de que la capital ya distribuyó el 95% de las dosis que recibió por parte del Gobierno.

La respuesta a Rodríguez Larreta por parte del oficialismo llegó por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el kirchnerista Axel Kicillof.

Sin nombrarlo de forma directa, Kicillof apuntó contra Rodríguez Larreta por las críticas que hizo a las medidas de Fernández. “Es mentira decir que los anuncios del presidente son sin base científica”, dijo, y enfatizó: “El virus no reconoce la frontera, por eso hay que coordinar medidas”.

Según Kicillof, “el sistema privado (de salud) en la Ciudad de Buenos Aires -que es el que atiende al 80% de los porteños- está saturado”. “¿Y a dónde van? Cuando se acaban las camas solidariamente y sin ningún problema, los atendemos en la provincia. Clínicas de la provincia atienden a los que no tienen cama en la ciudad de Buenos Aires”, sostuvo el gobernador.

“Oportunismo en el peor momento”, categorizó Kicillof al reclamo de la oposición, y lanzó: “Se rasgan las vestiduras y nos quieren decir a nosotros -que tenemos la mitad de los maestros vacunados- que no nos preocupa la educación”.

Brasil sin insumos

En Brasil también hay debate político por la gestión de la pandemia del presidente Jair Bolsonaro -la Corte Suprema habilitó que el Senado lo investigue-, pero por estas hora son otros los problemas más urgentes.

Los hospitales de Brasil se están quedando sin los medicamentos necesarios para sedar a los pacientes, con informes de enfermos graves atados e intubados sin calmantes eficaces.

Las escenas que se están produciendo en Brasil están ejerciendo una creciente presión internacional sobre Bolsonaro. Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo ayer jueves que la “fracasada respuesta” de Brasil había provocado miles de muertes evitables y había creado una catástrofe humanitaria que aún podría empeorar.

“A más de un año de la pandemia de COVID-19, la respuesta fallida en Brasil ha causado una catástrofe humanitaria”, dijo Christos Christou, médico y presidente de Médicos Sin Fronteras.

Los hospitales de Brasil están luchando para hacer frente a la situación. Río de Janeiro y San Pablo han dado la voz de alarma por la escasez de sedantes y el secretario de Salud paulista dijo que la capacidad de la ciudad para atender a los pacientes gravemente enfermos de COVID-19 está al borde del colapso.

“Nunca pensé que viviría algo así después de 20 años trabajando en cuidados intensivos”, dijo a Reuters Aureo do Carmo Filho, médico de una UCI de Río. “Utilizar sujeciones mecánicas sin sedantes es una mala práctica (...) el paciente es sometido a una forma de tortura”, dijo.

Los pacientes graves de COVID-19 son sedados para ponerles respiradores.

La cadena de televisión Globo informó el miércoles de casos de un hospital de Río en los que los pacientes fueron intubados atados a las camas por la falta de sedantes.

El hospital Albert Schweitzer de Río dijo que había una escasez de medicamentos para la intubación, pero que se estaban utilizando sustitutos para garantizar que la atención médica no se viera comprometida. También dijo que las sujeciones mecánicas solo se utilizaban con indicación de un médico.

El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, dijo que están negociando con otros países para obtener medicamentos para la intubación de pacientes de COVID-19 ante una “situación de emergencia” por la escasez. 

Tercera dosis de Pfizer/BioNtech sería necesaria
Vacuna de Pfizer. Foto: AFP

El consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, aseguró que “probablemente” sea necesaria una tercera dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 dentro de los 12 meses después de haber sido completamente vacunado, para que la inmunización sea completa.

“Es extremadamente importante suprimir el grupo de personas que pueden ser susceptibles al virus”, dijo Bourla al canal CNBC ayer jueves. El ejecutivo también indicó que estas dosis serán una herramienta importante para luchar contra las variantes del virus que han demostrado ser más contagiosas.

Hasta el momento, se desconoce cuánto tiempo protegen las vacunas.

Pfizer informó recientemente que su vacuna tenía más de un 91% de efectividad contra el virus y más de un 95% contra los síntomas severos de la enfermedad y que esta protección se mantenía al menos durante seis meses después de haber recibido la primera dosis. Por su lado, las personas que reciben la vacuna de Moderna, cuya composición es similar a la de Pfizer, siguen mostrando altos niveles de anticuerpos seis meses después de la segunda dosis, según un estudio publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine a principios de mes.

El estudio divulgado por Pfizer mostró que su vacuna parece funcionar de manera similar contra la variante sudafricana. Pfizer anunció el 26 de febrero que estudiaría la posibilidad de inyectar una tercera dosis para intentar reforzar la protección.

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