El expresidente estadounidense Donald Trump volvió a comparecer ayer ante la Fiscal General del estado de Nueva York, Letitia James, que lo acusa a él, a su empresa y a tres de sus hijos de manipular de manera fraudulenta el valor de los activos del grupo familiar durante años, para solicitar préstamos ventajosos y lograr exenciones de impuestos.
La comparecencia se produjo menos de diez días después de que el empresario se declarara “no culpable” en el caso de los pagos a la actriz porno Stormy Daniels.
James, que encabeza la investigación del caso civil por fraude, exige a su compañía, la Trump Organization, el pago de 250 millones de dólares y que tanto Trump como sus hijos no puedan volver a hacer negocios en Nueva York.
La Fiscalía demócrata del estado, que está en la fase de preparación del caso antes de que comience el juicio, ya interrogó a Trump el pasado verano.
En su red social Truth, Trump ha acusado a James de ser racista y de haber filtrado a la prensa su hora de comparecencia. “Este caso civil es ridículo”, escribió el expresidente, que considera que todas las investigaciones contra él son una “interferencia electoral”.
Además, a través de su campaña electoral, ha difundido un largo comunicado cargado de acusaciones contra la fiscal a la que tacha de radical y de perseguir por motivos políticos a Trump.
El pasado diciembre, dos compañías vinculadas a la Trump Organization fueron encontradas culpables en un tribunal de Nueva York de varios cargos de evasión fiscal, por pagar a ejecutivos “por debajo de la mesa”, dándoles una parte importante de sus compensaciones para que pudieran rebajar su parte sujeta a impuestos.
Con información de EFE