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Diego Maradona: se investiga un presunto homicidio culposo

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Allanamiento: la policía argentina monta guardia durante la requisa de equipos y documentos en el consultorio del médico. Foto: EFE
Members of the Argentine Police stand guard during a break-in to collect evidence at the office of the private physician of Argentine soccer icon Diego Armando Maradona, Leopoldo Luque, in Buenos Aires, Argentina, 29 November 2020. EFE/Enrique Garcia Medina
Enrique Garcia Medina/EFE

MUERTE DEL 10 BAJO LA LUPA

Allanan la casa y el consultorio de Leopoldo Luque, médico de cabecera del campeón del mundo en 1986, y requisan equipos y documentos.

Leopoldo Luque, médico de cabecera de Diego Maradona, quedó en el ojo de la tormenta por presunta negligencia en los cuidados del ídolo argentino, fallecido el miércoles a los 60 años de una crisis cardíaca.

La Justicia allanó la casa y el consultorio de Luque, de 39 años, en búsqueda de documentación probatoria bajo la figura eventual de “homicidio culposo”, que no significa una acusación para la ley argentina, sino una hipótesis de investigación. La figura consiste en producir una muerte en forma involuntaria como en un accidente de tránsito.

Fuentes judiciales aclararon a la agencia estatal Télam que esta notificación no implica un llamado a indagatoria ni una medida restrictiva de la libertad, sino que se le informa que está siendo objeto de una investigación por la posible comisión del mencionado delito.

Decisivas en la causa fueron las declaraciones testimoniales de Dalma, Gianinna y Jana, hijas del legendario futbolista y DT. Se manifestaron disconformes con el modo de tratamiento que se dispuso en la residencia de Maradona en el distrito de Tigre, 35 km al norte de Buenos Aires.

Convaleciente

Maradona fue operado el 3 de noviembre de un hematoma en la cabeza. Antes sufría malestares, deshidratación, un andar dificultoso por una operación de rodilla y la depresión de los ocho meses de confinamiento para protegerse de la pandemia del coronavirus.

El 15 de noviembre fue dado de alta. Un antiguo médico suyo, Alfredo Cahe, recomendaba seguir la internación en un centro especializado. Se dijo que Maradona se negaba y que quería ir a su nueva casa en el barrio San Andrés, al norte de Buenos Aires.

Se indicó en el expediente que no había un desfibrilador en la casa por si se producía un episodio de un paro cardiorrespiratorio, en virtud de que Maradona sufría desde hace 20 años una cardiodilatación, que aumenta el tamaño del corazón y lo podía poner en eventual peligro de vida.

"Hasta lo imposible"

Luque, el médico investigado, sostuvo ayer que cuidó “todo lo que se pudo, hasta lo imposible”, a un paciente que “hacía lo que quería” en la vida.

“¿Quieren saber de qué soy responsable? De amarlo, de cuidarlo, de extenderle la vida, de mejorársela hasta lo último; de eso soy responsable”, dijo en rueda de prensa con medios de televisión, entre sollozos.

Amigos: foto de Maradona y el médico tomada el 11 de este mes. Foto: AFP
Amigos: foto de Maradona y el médico tomada el 11 de este mes. Foto: AFP

Luque se consideró “un amigo” de Maradona y lo veía “como a un papá, no como a un paciente”. Dijo no saber por qué no había un desfibribilador en caso de paro cardíaco en la casa, pero aclaró que no era él un médico especializado.

“Yo soy neurocirujano (lo operó de un hematoma en la cabeza el 3 de noviembre). Soy la persona que se ocupaba de él. Estoy orgulloso de todo lo que hice. No tengo nada que ocultar. Estoy a disposición de la justicia”, dijo.

Historia clínica

La historia clínica de Diego, un teléfono celular, dos tablets y dos notebooks fue lo que secuestraron los funcionarios judiciales que participaron del allanamiento en la y consultorio del médico, ubicada en Adrogué.

“La historia clínica secuestrada es una carpeta desordenada con estudios clínicos, de laboratorio e informes sueltos de distintas especialidades en un total de unas 100 hojas”, dijo al diario La Nación una fuente judicial. Las diligencias fueron ordenadas por el fiscal general de San Isido, John Broyard. Se busca documentación que permita eventualmente cambiar la carátula de “averiguación de causal de muerte” por la de “homicidio culposo”.

“En virtud de la prueba que se fue recabando, en el marco de la investigación, se consideró necesario solicitar allanamientos en el domicilio y consultorio del médico Leopoldo Luque”, explicó en un comunicado la Fiscalía General de San Isidro, al norte de Buenos Aires.

"Inmanejable"

En rueda con los medios de prensa ayer, el médico afirmó que “Diego era inmanejable. Tenía que haber ido a un centro de rehabilitación. No quería. Él no quería ni un acompañante terapéutico. Una psiquiatra pidió una ambulancia siempre en la casa. No sé de quién es la responsabilidad de no que se puso la ambulancia”, afirmó.

Luque dijo que Diego “estaba muy triste, quería estar solo, y no era porque no quisiera a sus hijas o a su familia, o a cualquiera de los que lo rodeaban”.

“Era bravo (de fuerte carácter). No sé de su entorno. No había ni buenos ni malos. No sé si lo llevaron a la cancha de Gimnasia (el día del cumpleaños, 30 de octubre) pero yo lo vi mal, no me pareció bien”, afirmó el médico.

El pasado 2 de noviembre, después de que Maradona fuera internado en un sanatorio de La Plata, Luque había manifestado: “Fue una semana medio complicada para él emocionalmente. Mucha presión; eso generó un bajón anímico”.

“Le afectó la alimentación. Lo vimos de una coloración diferente y con una actitud diferente, decidimos estudiarlo para ponerlo un poco mejor”, prosiguió Luque, explicando que la idea era dejarlo internado hasta “optimizarlo”.

“Diego, si quiere, se para y se va. No es un cuadro grave ni venimos de urgencia”, matizó el médico.

El 3 de noviembre, Maradona fue trasladado a la Clínica Olivos donde fue operado por un coágulo detectado entre el cráneo y la base del cerebro.

Un fin de semana plagado de homenajes al ídolo
Altares: las velas aún arden fuera del estadio de Nápoles (Italia). Foto: Reuters

Desde el estado de la Bombonera en Buenos Aires hasta el San Paolo de Nápoles, en Italia, continuaron prodigándose ayer los homenajes al ídolo del fútbol mundial fallecido el miércoles.

Dalma, una de las hijas de Maradona, asistió al tributo realizado por el club Boca Juniors por el que toda la familia simpatiza y siguió el encuentro desde el palco de su padre ubicado frente a la línea del mediocampo. Sus lágrimas se escurrían hacia el tapaboca por cuidado contra el coronavirus. En los alrededores de la Bombonera, centenares de simpatizantes se reunieron con banderas, bombos y cánticos.

El fin de semana, en otros deportes desarrollados en Argentina, como el fútbol femenino, el básquet y el automovilismo, también se destacaron los homenajes.

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