Redacción El País
La semana ya era tensa cuando el juez Alexandre de Moraes ordenó el arresto domiciliario de Jair Bolsonaro. El aumento de aranceles está previsto para hoy y no hay indicios de negociación. En otro ámbito, la cuenta regresiva para el veto del proyecto de ley de licencias avanza. Parece un tema lejano, pero forma parte del mismo dilema en las relaciones internacionales. Si no se veta, Brasil podría enfrentar problemas con otros socios, como Europa.
¿Cómo enfrentar al truculento Donald Trump? Debemos intentar negociar, aunque parezca imposible. Pero también es necesario pensar estratégicamente en otros mercados. El problema es que el camino insensato hacia la destrucción ambiental podría cerrarnos el acceso a mercados alternativos. Europa, como bloque, es el segundo mercado más grande de Brasil. El plan para profundizar esta relación mediante un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea presupone que Brasil cumplirá con su legislación ambiental, no la destruirá, como hace este proyecto de ley. La vía intermedia del gobierno, que consiste en vetarla parcialmente, convertirá nuestra ley de licencias ambientales en una especie de Frankenstein.
La decisión de De Moraes de estrecharle el cerco a Jair Bolsonaro será interpretada en la Casa Blanca como una provocación del Ejecutivo. Dado que Trump ha decidido fingir que no entiende cómo funcionan los pesos y contrapesos de poderes en una democracia, el proceso penal en contra de Bolsonaro por intento de golpe de Estado está llegando a su fase final, pero lo ocurrido el lunes está relacionado con otra investigación por la que aún no ha sido imputado.
El domingo, el senador Flávio Bolsonaro llamó a su padre durante la protesta y transmitió su voz por el sistema de sonido. Luego publicó al respecto. Y ayer por la mañana, lo borró. Esto fue lo que impulsó a Alexandre de Moraes a intensificar las medidas cautelares. “El flagrante incumplimiento de las medidas cautelares fue tan evidente que, cabe reiterar, el propio hijo del acusado, el senador Flávio Nantes Bolsonaro, decidió eliminar la publicación de su perfil de Instagram para ocultar la violación legal”, afirma De Moraes en su decisión.
Mientras tanto, en la economía, el impacto de los aranceles del 50% se está haciendo realidad. Los impactos varían. Según el economista José Roberto Mendonça de Barros, desde una perspectiva macroeconómica, la caída del crecimiento se sitúa entre el 0,2% y el 0,3%. Sin embargo, algunos sectores sufrirán significativamente.
Los productores de miel de Piauí han hecho un trabajo maravilloso. Es una agricultura familiar, completamente orgánica. Han encontrado un nicho en Estados Unidos y exportan 300 millones de dólares. El sector de piedras ornamentales de Espírito Santo tampoco podrá exportar. El café aún tiene posibilidades de quedar exento del arancel, especialmente por parte de los estadounidenses, porque es un precio muy visible. Otro sector que los afectará más que a nosotros es el de la carne, afirma el economista.
Mendonça de Barros cree que Estados Unidos sufrirá las consecuencias de las subidas arancelarias de Trump contra todo el mundo. Si bien los países las han aceptado y no ha habido una guerra arancelaria, todos los datos del mercado laboral están empeorando y la inflación se verá afectada.
En cuanto a Brasil, hay más desafíos que afrontar. Las medidas de ayuda deben estar bien calibradas para llegar rápidamente a quienes las necesitan, pero el programa no debe recompensar a quienes pueden soportar la carga, ni debe prolongarse indefinidamente.
El arresto domiciliario de Jair Bolsonaro será utilizado por sus partidarios en Estados Unidos para aumentar la presión sobre Brasil. Dado que se trata del problema en cuestión, no de una negociación comercial, no hay indicios de una solución a la vista. En la misma semana en que se agrava la crisis con Estados Unidos, el presidente Lula deberá decidir qué hacer con el proyecto de ley que desmantela la legislación ambiental brasileña. El gobierno se debate entre un veto total y uno parcial. Este proyecto de ley, de aprobarse, cerrará aún más las puertas al comercio exterior brasileño.