Cumbre de la paz en Ucrania se celebra en Suiza con más de cien países y sin invitación a Rusia

Líderes occidentales coincidieron en que “ceder suelo por paz solo aumenta el apetito imperialista”. China, Brasil y Colombia, entre algunos otros países, no participaron.

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Volodymyr Zelensky
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, asiste a la sesión plenaria de la Cumbre sobre la paz en Ucrania.
Foto: AFP.

EFE/AFP
Una “Cumbre por la paz”, con eje en la guerra en Ucrania, se está celebrando en Suiza desde ayer y por dos días, en el complejo hotelero de Burgenstock, con la participación de más de cien gobiernos y 55 jefes de Estado y de gobierno, pero la ausencia de Moscú ha rebajado las expectativas de sentar las bases para un futuro acuerdo de finalización del conflicto. China también es un gran ausente y, de esta parte del mundo, los presidentes de Brasil y Colombia tampoco fueron, entre algunos otros.

La cumbre, que contó con una participación masiva de países europeos, fue convocada por Suiza a petición del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que apeló a la multilateralidad y a la unidad global en torno a los principios de la Carta de Naciones Unidas para poner fin a la guerra y lograr una “paz justa”.

“Que se establezca una paz justa lo antes posible”, declaró Zelenski al inicio del encuentro. “Todo lo que se acuerde en la cumbre formará parte del proceso de paz”, añadió.

La cita busca allanar el camino hacia una hoja de ruta para la paz que, posteriormente, incluya también a Rusia. Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, exigió en la víspera la rendición de Ucrania antes de cualquier negociación.

En un discurso televisado, el dirigente del Kremlin dijo que ordenará un alto el fuego e iniciará negociaciones “tan pronto” como las autoridades de Kiev comiencen la retirada de tropas de las zonas del este y el sur de Ucrania en disputa, y renuncien a entrar en la OTAN.

Zelenski rechazó el “ultimátum” de Putin y aseguró que le recordaba el estilo de Adolf Hitler. La OTAN y Estados Unidos repudiaron también las condiciones de Moscú para terminar la guerra iniciada con la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

Cumbre sobre la Paz
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky (pantalla), pronuncia un discurso durante la sesión plenaria de la Cumbre sobre la paz en Ucrania.
Foto: AFP.

Presentes y ausentes

Participan 101 delegaciones nacionales en este encuentro mundial en Suiza, entre ellas las de Estados Unidos, con la vicepresidenta Kamala Harris al frente, y los países europeos.

La cita cuenta con una nutrida representación latinoamericana, con los presidentes Javier Milei (Argentina), Gabriel Boric (Chile), y Daniel Noboa (Ecuador).

La participación de Uruguay, por su parte, está representada por el canciller Omar Paganini, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva declinó asistir y en su lugar participa su embajador en Berna. Ayer también declinó de participar el presidente de Colombia, Gustavo Petro, que consideró que no acompañaría hasta que lo hiciera Rusia. Otros aliados de Rusia en el grupo de los BRICS, como Sudáfrica e India, mandaron cargos de segunda fila. China rehusó participar, por apoyo a Rusia.

La presidente suiza, Viola Amherd, aseguró que se prevén cumbres en las que participaría eventualmente Rusia.

“Podemos preparar el terreno para negociaciones directas entre las partes enfrentadas: para eso estamos aquí”, dijo.

El jefe del equipo presidencial de Zelenski, Andriy Yermak, también señaló que habrá una segunda conferencia de paz en la que Rusia podría asistir y recibir un “plan conjunto” elaborado por los participantes de esta primera cumbre.

Ayer tuvo lugar una sesión plenaria con todas las delegaciones y hoy se formarán grupos de trabajo para tres cuestiones prioritarias: seguridad nuclear, libertad de navegación y seguridad alimentaria y cuestiones humanitarias.

En esa línea, salieron a relucir temas concretos como el riesgo nuclear que tanto inquieta a Japón, la crisis alimentaria vivida en África por la interrupción de las exportaciones de cereales de Ucrania y de fertilizantes de Rusia, el aumento de los costes de las importaciones en Latinoamérica y la amenaza existencial que para los europeos representa esta guerra, además de la preocupación por las decenas de miles de combatientes muertos y varios miles en la población civil.

Zelensky
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky (centro), la presidenta federal suiza, Viola Amherd (centro), el ministro de Asuntos Exteriores suizo, Ignazio Cassis (centro), y otros jefes de estado y representantes de países.
Foto: AFP

Declaraciones

Estados Unidos volvió a garantizar a Ucrania que seguirá a su lado, apoyándola económica y militarmente, reconociendo que “una paz justa” en Ucrania representa un “interés estratégico” no solo para Washington, sino para el resto del mundo.

La vicepresidenta de EEUU Kamala Harris, dijo que la propuesta lanzada por el presidente Putin sobre que aceptaría un alto el fuego si Ucrania se retira por completo de los territorios que Moscú ocupa ilegalmente, demuestra “que él no busca negociar, sino una rendición” de los ucranianos.

Los líderes políticos europeos coincidieron, de una u otra manera, en que no se puede dejar pasar la ambición de Rusia de quedarse con territorio ucraniano, pues la historia ha demostrado que ceder suelo por paz solo aumenta el apetito imperialista y el riesgo de agresiones a otros países.

No obstante, también hubo coincidencia en que no se puede aceptar que esta guerra se prolongue indefinidamente, “porque es peligroso y no es sostenible ni para Ucrania ni para Europa”, recalcó el canciller alemán, Olaf Scholz. El primer ministro británico, Rishi Sunak, animó a mantener el apoyo incondicional a Ucrania, porque la rendición que espera Putin “nunca ocurrirá”, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, consideró que solo con la ayuda de sus aliados Kiev podrá resistir a la capitulación.

Por Estonia, la primera ministra Kaja Kallas recordó, con una vivencia familiar, que Rusia no ha pasado página a su historia imperialista, que su país sufrió durante medio siglo y que su madre, deportada siendo bebé a Siberia, fue una víctima directa.

Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reclamó que esta cumbre lance a Rusia “un mensaje muy claro” de que hay principios que no son negociables, entre ellos el respeto a la soberanía de un país, como tampoco lo es que se pueda validar su agresión. “Cualquier solución que valide una agresión o una anexión violenta no será sostenible. Sólo conducirá a un mundo más inestable y peligroso”, subrayó en su intervención. A su juicio, los líderes reunidos en Suiza deben evidenciar que están unidos en torno a valores fundamentales como el respeto a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos y cada uno de los países.

El ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, lamentó que Rusia no participe, al no haber sido invitada en esta cumbre de paz y dijo que el resultado habría sido más eficaz con todas las partes implicadas reunidas en la mesa.

“Esta cumbre sería más fructífera si la otra parte, Rusia, estuviera presente en la sala”, dijo y aseguró que su país trabaja activamente por la paz al tiempo que defiende la integridad territorial de Ucrania y aseguró que el enfoque de Turquía es “realista”. Así, dijo que el acuerdo que permitió exportar grano ucraniano por el Mar Negro, y que no se prorrogó por la oposición rusa, fue posible gracias a su “naturaleza inclusiva”. Fidan dijo que tanto Rusia como Ucrania han presentado planes de paz, pero los dos consideran sus respectivas propuestas como una ampliación de los esfuerzos de guerra. Por eso, alertó de que esta cumbre de paz “puede ser una última oportunidad”.

Más sobre el terreno fueron las intervenciones de los mandatarios de Kenia y Ghana, cuyas empobrecidas poblaciones han sufrido directamente este conflicto por el aumento desmedido del precio de los cereales y de los fertilizantes para las labores agrícolas, lo que ha dado lugar a crisis alimentarias en varias partes de África.

El presidente keniano William Ruto fue el único que hizo una crítica a los países occidentales presentes en la sala, señalando que se habían apropiado de forma ilegítima de los activos rusos y que esto era tan reprensible desde el punto de vista legal como la agresión de Rusia contra Ucrania.

América Latina

La representación latinoamericana en la cumbre es nutrida, con la participación de los jefes de Estado o Gobierno de Argentina, Chile, Ecuador y República Dominicana, aunque el presidente colombiano, Gustavo Petro, canceló a última hora su asistencia, y los presidentes de Brasil y Bolivia adelantaron que no asistirían.

El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, canceló su viaje a Suiza casi a último momento por “temas de interés en su país”, pero lo representará en la Cumbre el canciller, Carlos Martínez Alvarado, mientras que de Costa Rica asistirá el vicepresidente Stephan Brunner.

A nivel ministerial -o menor- también participan delegaciones de México, Brasil, Perú y, tal como señalamos, Uruguay. Su canciller, Omar Paganini, tuvo una charla telefónica en el pasado enero con el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, acerca de “las perspectivas para una paz negociada y la intención de mejorar vínculos económicos y comerciales”.

En su discurso en la cumbre, el presidente argentino, Javier Milei, brindó su “máximo apoyo” al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, y abogó por “la paz, el comercio y la prosperidad”.

“Como defensores de las ideas de la libertad repudiamos cualquier tipo de violencia entre individuos, pero en particular rechazamos la guerra como mecanismo ilegítimo para dirimir los conflictos entre naciones”, dijo Milei.

A su turno, el presidente chileno Gabriel Boric defendió que, por respeto a la legalidad y no por cuestiones ideológicas, hay que estar con Ucrania, pues en esto se está jugando la supervivencia del sistema internacional.

Recalcó que “estamos ante una clara violación del derecho internacional con la invasión de Rusia y Ucrania, como también la estamos con los ataques que están viviendo hoy día en Gaza por parte del ejército de Israel”. “Creemos que tener un mismo estándar en materia de derechos humanos, de integridad territorial, es la clave para poder sostener posiciones que le hagan sentido al mundo”, subrayó. Boric y Zelenski se reunieron minutos antes para estudiar los pasos tras la cumbre, además de la colaboración bilateral.

Además

“Formula” de diez puntos presentado por kiev

Por primera vez, países de los más diversos horizontes y de todas las regioneexpusieron sus visiones sobre la guerra en Ucrania, en una conferencia dedicada a reunir ideas sobre cómo embarcar a Rusia en negociaciones de paz. En la cumbre se presentará la “Fórmula de Paz ucraniana”, un documento de diez puntos presentado por Kiev que propone la retirada total de las tropas rusas de Ucrania, la liberación de todos los prisioneros de guerra y el restablecimiento de la seguridad nuclear en la región.

Meloni contra las propuestas de Putin

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó ayer sábado de “propaganda” las propuestas de paz para Ucrania del presidente ruso, Vladimir Putin, que instó a Kiev a retirar sus tropas de cuatro regiones ucranianas reivindicadas por Moscú y a renunciar a unirse a la OTAN.

“No me parece particularmente efectivo, como propuesta de negociación, decirle a Ucrania que debe retirarse de Ucrania”, dijo Meloni en la conferencia de prensa de clausura de la cumbre del G7 que se celebró en el sur de Italia.

“Parece más una iniciativa de propaganda”, añadió la primera ministra.

Giorgia Meloni
Giorgia Meloni.
Foto: AFP

Por su parte, ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, defendió ayer en la cumbre internacional sobre Ucrania en Suiza que un eventual acuerdo de paz “no puede implicar la rendición de Ucrania y la continuación de la ocupación de su territorio por parte de Rusia”. Tajani participó en esta cumbre en nombre de Meloni, quien ayer clausuró con la mencionada rueda de prensa la cumbre del G7 que presidió Italia, pero según algunas fuentes podía viajar hoy a Suiza para participar en la sesión de la cumbre, aunque no está confirmado.

El jefe de la diplomacia italiana aseguró que su país, presidente de turno del G7, “quiere mantener a Ucrania en el centro de la agenda nacional e internacional” y que “el objetivo político es una paz justa”.

“No estamos en guerra con Rusia, pero desgraciadamente no hay señales de que Putin vaya a conseguir la paz. Si Rusia pone fin a su agresión contra Ucrania y restablece la integridad territorial habrá paz para Ucrania. Esta no puede implicar la rendición de Ucrania y la continuación de la ocupación de su territorio por parte de Rusia”, agregó.

Italia, que, como recordó Tajani, será la sede de la próxima conferencia para la reconstrucción de Ucrania en 2025, afirmó que se va a trabajar para tres áreas clave para el futuro de ese país: “la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria y la liberación de los prisioneros de guerra y el regreso de los niños deportados”.

Explicó que “Italia apoya firmemente a la Agencia Internacional de Energía Atómica y la acción dirigida por su director general” para proteger la central nuclear de Zaporiyia y que “la seguridad alimentaria es una prioridad clave para el Gobierno italiano y para los presidentes del G7”.

Tajani también recordó que Italia está preparando un nuevo paquete de ayuda militar porque “sin la ayuda en la defensa será imposible”, afirmó.

Javier Milei
Javier Milei
Foto: EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Sánchez y Milei coinciden, pero no mantienen contacto en la cumbre

El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Argentina, Javier Milei, coincidieron ayer en la cumbre internacional sobre Ucrania que se celebra en Suiza, pero no mantuvieron contacto alguno a lo largo de la primera sesión de este evento.

En medio de la crisis diplomática entre sus dos países, Sánchez y Milei acudieron a esta cumbre que se prolongará hasta hoy. Todos ellos fueron llegando desde media tarde de ayer al lujoso complejo hotelero de Bürgenstock, cercano a Lucerna, y fueron saludados uno a uno por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y la presidenta de Suiza y anfitriona de la cumbre, Viola Amherd. Milei y Sánchez llegaron con unos cinco minutos de diferencia, y el presidente argentino fue el primero de los dos en hacerlo.

En el plenario, ante el que ambos intervinieron, estuvieron ubicados en asientos muy alejados, y se situaron también con mucha distancia por medio en la posterior foto de familia. Por tanto no pudo verse en las imágenes emitidas por la organización de la cumbre que hubiera al menos un saludo entre ambos, y fuentes del Gobierno español informaron de que tampoco les constaba que durante la primera jornada de la misma lo hubiera fuera de cámara. No obstante, ya habían avanzado que, en caso de que se diera la circunstancia, Sánchez actuaría con la formalidad habituales en una cumbre de esta envergadura.

La crisis diplomática entre España y Argentina llevó al Gobierno español a retirar a la embajadora en Buenos Aires después de las palabras que pronunció el presidente argentino en un acto organizado por el partido ultraderechista Vox en Madrid en las que calificó a Sánchez de “calaña de gente atornillada al poder” y tildó de “corrupta” a su esposa, Begoña Gómez.

El Ejecutivo español exigió una disculpa pública a Milei, y al no hacerlo, anunció la retirada de la embajadora, una decisión que el presidente argentino calificó de “disparate”.

Sin embargo, Sánchez defendió la medida asegurando que es proporcional al ataque que considera que Milei hizo contra las instituciones públicas de España.

Desde Suiza, el presidente argentino regresará a su país, pero mantiene su intención de viajar de nuevo a España para recibir el 21 de junio un galardón del Instituto Juan de Mariana.

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