Con Internet como herramienta para desinformar, agitadores radicales incitan ola de violencia en Reino Unido

Desde las redes sociales, lanzan información falsa sobre los inmigrantes. Detrás hay un colectivo heterogéneo que abarca desde hooligans y provocadores, hasta ultranacionalistas e incluso adolescentes.

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Londres: la Policía alerta ante ola de disturbios en el Reino Unido.
Londres: la Policía alerta ante ola de disturbios en el Reino Unido.
Foto: AFP

Eva Millán / El País de Madrid
La reciente ola de disturbios en el Reino Unido se ha alimentado de una subversiva combinación de incitación a la violencia en la Red, discurso xenófobo de radicales ultranacionalistas, desinformación y la posible intervención de Estados hostiles con intención de desestabilizar. Con internet como herramienta de combustión espontánea, las afirmaciones falsas sobre el brutal asesinato de tres niñas en Southport, por el que está detenido un joven de 17 años nacido en el Reino Unido y de familia de refugiados de Ruanda, abrieron la caja de Pandora que ha causado los peores altercados de la extrema derecha en el país desde la década de los setenta del siglo pasado. Pero los arquitectos del caos no estaban en la calle, sino tras una pantalla, y frente a las botellas o los ladrillos arrojados a la policía, su arma es un teclado.

Aunque ya se han impuesto las primeras sentencias contra varios detenidos, que rondan los 750, los principales responsables de alentar el desorden aún no se han sentado ante un juez. Tras los graves desperfectos en las marchas antiinmigración en Liverpool, Blackpool, Mánchester o Belfast (único territorio fuera de Inglaterra donde hubo incidentes) hay un colectivo heterogéneo que abarca desde hooligans y provocadores natos, hasta activistas ultranacionalistas e incluso adolescentes (el detenido más joven tenía 11 años).

El catalizador inicial fueron las noticias falsas que atribuían la matanza del 29 de julio a un ciudadano sirio, Ali al Shakati, un nombre ficticio que apareció por primera vez en Channel3 Now, una controvertida plataforma de noticias con vínculos en Rusia. La información, aunque falsa, fue amplificada por medios como Russia Today, corporación estatal rusa, en Facebook, X y canales de extrema derecha en Telegram, como Reality Reports, Dismantling the Cabal, o Freedom Warriors.

En la crisis han destacado agitadores de la extrema derecha en la esfera virtual, que ni siquiera retiraron sus acusaciones falsas cuando la policía confirmó que el detenido de Southport había nacido en Gales. Entre ellos, Tommy Robinson (alias de Stephen Yaxley-Lennon), fundador de la Liga de la Defensa Inglesa (EDL), un grupo ultranacionalista técnicamente inactivo desde que su promotor decidió centrar su activismo en la Red; o el influencer extremista y misógino Andrew Tate, con casi 10 millones de seguidores en X, que se encargaron de perpetuar una narrativa falsa. Inoculado el veneno, las redes se encargaron del resto. Robinson ni siquiera ha necesitado estar en el Reino Unido, pese a que su nombre ha sido el más coreado durante los disturbios, en los que se han visto incluso camisetas que lo proponían como primer ministro. El día que tenía lugar el ataque en Southport, el 29 de julio, Robinson se saltó una cita judicial por desacato y, pese a su protagonismo en la movilización, ha seguido los altercados desde un resort de cinco estrellas en Chipre. Allí tan solo ha necesitado su móvil, después de que el magnate Elon Musk, tras adquirir X, le restableciese la cuenta que Twitter le había bloqueado en 2018, precisamente por alentar el discurso del odio.

El director del equivalente a la Fiscalía (Crown Prosecution Service, en inglés), Stephen Parkinson, ha advertido de que el enaltecimiento de la violencia detectado en la Red ofrece bases para cargos más graves, incluso de terrorismo. Parkinson ha declarado: “Algunos de los responsables (de los altercados) están en el extranjero, pero no significa que estén seguros. Consideraremos extradición”.

Pese a no llegar al millón de seguidores, la influencia de Robinson es incalculablemente superior. Según el Centro Contra el Odio Digital, sus publicaciones en X desde que comenzó la crisis han sido vistas más de 434 millones de veces, un volumen que quintuplica la media que registraba antes del estallido de la violencia.

Paralelamente, canales de Telegram, que presume de falta de moderación, o TikTok, contribuyeron desde múltiples cuentas y foros, en algunos casos anónimos, trasladando a la calle la tormenta virtual. El director de investigaciones de Hope Not Hate, una organización contra el racismo y el extremismo, Joe Mulham, explica que la ola inicial de violencia fue “organizada de una manera orgánica”.

Una mujer y una niña de 11 años fueron hospitalizadas el 12 de agosto tras ser apuñaladas en la famosa Leicester Square del centro de Londres
Una mujer y una niña de 11 años fueron hospitalizadas tras ser apuñaladas en la famosa Leicester Square en Londres.
Foto: AFP

La diferencia entre esta crisis y las anteriores, según Mulham, es la capacidad de movilización que ofrecen las redes sociales, como mostró la noche del miércoles, cuando 41 de los 43 cuerpos de policía de Inglaterra estaban en máxima alerta, ante el centenar de protestas convocadas ante centros de gestión de migración. Finalmente, la amenaza no se materializó, pero Mullham apunta que “el hecho de que la lista (de localizaciones para las protestas) fuese compartida inicialmente en un canal relativamente pequeño de Telegram, pero a continuación se difundiese a escala nacional, muestra lo fácil que es para la extrema derecha propagar miedo y movilizar la violencia a través de las redes sociales”.

La falta de regulación de la esfera virtual ha permitido que, junto al entorno de la EDL (señalado por la policía de Merseyside, condado donde está Southport, como motor fundamental de los altercados iniciales), grupúsculos de extrema derecha hayan podido compartir libremente mensajes de odio y diseminar desinformación. Algunos llevan tiempo en el ojo de mira de las fuerzas de seguridad, como Alternativa Patriótica, un partido supremacista blanco fundado por Mark Collett, un activista neonazi que militó en la formación de extrema derecha Partido Nacional Británico. La organización, con todo, se ha cuidado de incitar directamente a la violencia, para evitar ser prohibida por el Ministerio de Interior.

La inteligencia británica sospecha que Estados hostiles están también implicados en fomentar un sentimiento antiinmigración. El Ministerio del Interior y la Agencia Nacional del Crimen investigan actividades sospechosas en la Red, después de que la agencia creada por la ONU para luchar contra la desinformación, advirtiese de que lo ocurrido en el país sugería “esfuerzos de desinformación a nivel de Estado, incentivando el extremismo para desestabilizar a Reino Unido”.

Otros frentes de violencia que han aflorado en los disturbios son los círculos de hooligans de fútbol, muy controlados por la policía, que compartieron a través de Telegram localizaciones de las protestas; o la llamada Red de Noticias de Unidad, una plataforma con más de 105.000 seguidores en Facebook y cerca de 21.000 en Telegram que promueve retóricas marcadamente antiinmigración. Se describe como un centro de noticias y supone una de las principales fuentes de información de la extrema derecha, especialmente popular desde las teorías de la conspiración promovidas durante la pandemia del coronavirus.

DISTURBIOS

Niño de 12 años confiesa actos de violencia

Un niño de 12 años, el más joven involucrado en los recientes disturbios en Reino Unido, reconoció ayer lunes ante un juez que cometió actos de violencia durante dos manifestaciones antiimigrantes en Manchester. El niño reconoció ante el tribunal de Manchester que participó en el ataque a un autobús frente a un hotel que alberga migrantes el 31 de enero, atacó una vitrina de un almacén de cigarrillos y lanzó un proyectil a la policía el 3 de agosto. Al reconocerse culpable, se le dictaminará la pena sin proceso y seguirá detenido por ahora. Aunque los actos de violencia racista e islamófoba que afectaron al país desde hace una semana se calmaron, centenares de personas que realizaron ataques y autores de publicaciones en línea consideradas incitadoras al odio siguen desfilando ante los tribunales. Otro niño de 12 años compareció ayer lunes en Liverpool por actos de violencia. Andy Preston, alcalde de Middlesbrough, donde ocurrieron los actos de violencia, consideró este fin de semana que el “90% de los daños fueron causados por jóvenes británicos blancos que buscan sensaciones fuertes y adrenalina (...) sin motivos ideológicos”. (AFP)

Londres: un policía custodia la popular zona de Leicester Square tras los distubios.
Londres: un policía custodia la popular zona de Leicester Square tras los distubios.
Foto: AFP

Leicester Square

Apuñalan a una niña y a una mujer

Un hombre fue detenido ayer lunes después de que una niña de 11 años y una mujer de 34 fueran apuñaladas en la zona de Leicester Square, en pleno centro de la capital británica, informó la Policía Metropolitana de Londres (Met).

Las dos víctimas, cuyas identidades no fueron facilitadas, están hospitalizadas, pero se desconoce por el momento su gravedad.

Este apuñalamiento ocurrió después de otro en Southport, en el noroeste de Inglaterra, donde tres niñas murieron tras ser atacadas con arma blanca el pasado 29 de julio en un centro recreativo de esa localidad.

En los últimos años han aumentado los casos de ataques con arma blanca en Londres, sobre todo de jóvenes.

El agresor del ataque en Southport fue identificado como Axel Axel Rudakubana, un joven de 18 años nacido en Gales de padres ruandeses, que también causó heridas a ocho menores y dos adultos.

Tras ese caso, los grupos anti-inmigración de extrema derecha provocaron disturbios como respuesta a una información falsa que circuló por las redes sociales, en la que se afirmaba que Rudakubana era solicitante de asilo.

El primer ministro británico, Keir Starmer, ha cancelado sus vacaciones debido al desorden registrado la semana pasada en Inglaterra y también para atender la crisis en Oriente Medio, informó ayer lunes un portavoz de la residencia oficial de Downing Street.

El jefe del Gobierno considera que el trabajo para abordar los disturbios de la extrema derecha “no ha terminado”, ya que su objetivo es procesar a sus responsables, si bien expresó el alivio de que no hubo violencia este fin de semana.

“El primer ministro no está solo en esto” porque mucha gente “ha cancelado sus vacaciones para asegurar que podamos responder al desorden”, puntualizó el portavoz.

El líder laborista, según la fuente, también está trabajando con países aliados sobre la respuesta a la crisis en Oriente Medio. [EFE]

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