TENSIÓN ENTRE LOS PAÍSES

Argentina y Chile tuvieron ayer lunes un cruce diplomático por el candidato presidencial José Antonio Kast, ganador en la primera vuelta de las elecciones del domingo en el país trasandino, y que disputará el balotaje con el izquierdista Gabriel Boric el próximo 19 de diciembre.

Si Kast gana el balotaje, asumirá en marzo de 2022 y coincidirá su mandato con los últimos 20 meses del gobierno de Alberto Fernández en Argentina, cuyo período termina en diciembre de 2023.

El gobierno saliente de Sebastián Piñera en Chile rechazó ayer las declaraciones realizadas por el embajador de Argentina, Rafael Bielsa, quien calificó de “antiargentino” y “pinochetista” a Kast.

Las declaraciones de Bielsa son “una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Chile y vulneran normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, dijo la cancillería chilena en un comunicado.

“El Gobierno de Chile reitera su permanente disposición a mantener con la República Argentina las mejores relaciones políticas y diplomáticas, en el marco de la amistad histórica que nos une y del respeto recíproco que se merecen nuestros pueblos”, concluye el comunicado.

El embajador Bielsa aseveró que tras la primera vuelta “Chile está muy polarizado” y que el discurso de Kast “es muy poco flexible, de cara a la segunda vuelta al salir a buscar más sectores de centro”.

“También es muy genérico e impreciso y dentro de la generalidad y la imprecisión se pueden hacer algunas concesiones”, consideró.

“La de Kast es una derecha rupturista, pinochetista, que no habla de derechos humanos, ni de desaparición de personas, ni de tortura, ni de responsabilidades estatales, y que no teme decir su nombre”, dijo Bielsa, en una entrevista con la radio argentina El Destape.

Asimismo, expresó que hay artículos escritos por Kast contra Argentina “que son alarmantes”.

“Si uno toma como elemento de juicio las manifestaciones públicas, Kast ha exhibido su antiargentinismo como una etiqueta más de las frases que pronuncia. Desde decirnos que hemos robado históricamente territorios, que tenemos que dejar de robar territorios a Chile, hasta todo tipo de expresión xenófobas contra los argentinos”, expresó.

“A Kast se lo puede comparar con (Jair) Bolsonaro y (Donald) Trump”, destacó, trazando un paralelismo entre el dirigente chileno y dos presidente de relación tensa con el actual gobierno de Alberto Fernández.

Kast ganó la primera vuelta con un 27,91%% de los votos, y Boric salió segundo con el 25,83%.

Abogado de 55 años, Kast ha expresado en varias ocasiones su afinidad con la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y basa parte de su discurso en la defensa del orden y los valores tradicionales.

Ayer mismo el canciller argentino Santiago Cafiero se comunicó con su par de Chile, Andrés Allamand, para intentar dar vuelta a la página al conflicto iniciado por las críticas del embajador Bielsa a Kast.

Cafiero le reiteró al ministro de Relaciones Exteriores de Chile la decisión de la Argentina de “trabajar con el gobierno que resulte ganador una vez que finalice el proceso electoral” en ese país, informó la Cancillería argentina en un escueto comunicado dado a conocer casi diez horas después del exabrupto de Bielsa. Más temprano, desde la Casa Rosada habían calificado las palabras del excanciller de Néstor Kirchner como expresiones a título personal, sin rechazarlas o aprobarlas.

Tras las declaraciones de Bielsa, la Cancillería pretendió tomar distancia. “Es una opinión personal”, dijeron en el ministerio de Relaciones Exteriores, informó anoche el diario La Nación.

Lo mismo intentaron desde la Casa Rosada. “Es una opinión personal. La Argentina no opina en medio de un proceso electoral que todavía está en desarrollo. Y somos vecinos principales y socios comerciales de Chile en una cantidad de temas los que vamos a seguir trabajando con el gobierno que resulte electo”, dijeron.

A menos de un mes del balotaje, Kast y Boric apenas tuvieron tiempo en la noche del domingo para festejar que pasaron a la segunda ronda. Con una abstención del 53% y más del 30% del electorado optando por opciones más moderadas, los candidatos que se disputarán la Presidencia chilena en diciembre iniciaron ayer mismo la campaña por los votantes del centro político.

Es la primera vez desde al retorno a la democracia en 1990 que los partidos tradicionales de centroizquierda y centroderecha se quedan fuera de la contienda y que en las urnas se batirán dos modelos de país tan sumamente distintos.

Kast ganó bien en las regiones del norte y del sur chileno, en tanto Boric se hizo fuerte en la capital Santiago. (AFP, EFE y La Nación/GDA)