Autoridades estadounidenses indagan posible conexión iraní en el ataque a Rushdie

Salman Rushdie. Foto: EFE.
Imagen de archivo de Salman Rushdie. EPA/CLEMENS BILAN
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INVESTIGACIÓN

El gobierno iraní rechazó todo vínculo con la agresión y sostuvo que el escritor de los Versos Satánicos generó las condiciones para el ataque.

Mientras las autoridades de Estados Unidos y en el ámbito de la OTAN investigan si Hadi Matar, el joven estadounidense de origen libanés, de 24 años, que intentó asesinar al escritor británico Salman Rushdie, tiene vínculos con la Guardia Revolucionaria de Irán y sostuvo contactos con ésta antes del sangriento atentado, el gobierno iraní rechazó todo vínculo con la agresión y sostuvo que el escritor de los Versos Satánicos generó las condiciones para el ataque.

Las cadenas de televisión estadounidenses, CBS y NBC informaron en el fin de semana, que el FBI y otras autoridades estadounidenses indagan las actividades de Matar para determinar si tiene vínculos con el régimen de Irán que desembocaron en el feroz ataque. Las televisoras precisaron que hasta el momento no surgen vínculos con la Guardia Revolucionaria ni otras instituciones clave iraníes.

Ayer, el diario La Nación informó que el sitio web Vice News, citando a un funcionario de contraterrorismo de OTAN de un país europeo que habló bajo condición de anonimato, señaló que la agresión pareció ser “guiada” -se da cuando un servicio de inteligencia convence a una persona para que actúe, sin apoyo directo ni participación en el ataque- y que Matar tuvo contactos con la Guardia Revolucionaria. “Se debe prestar un escrutinio minucioso a sus comunicaciones”, dijo el funcionario de la OTAN. “Más investigación revelará más información sobre la naturaleza exacta de los vínculos”.

Se sabe que el agresor simpatizaba con el extremismo chiíta -la religión dominante en Irán- y con la Guardia Revolucionaria.

Reacción

Después de días de silencio, ayer lunes Irán negó “categóricamente” cualquier vínculo con el agresor. Hace 33 años, cuando se publicó los Versos Satánicos, el ayatolá Ruhollah Jomeini emitió una fetua condenándolo a muerte.

“Desmentimos categóricamente” cualquier relación entre el agresor e Irán, dijo Naser Kanani, vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores. “Nadie tiene derecho de acusar a la República Islámica”.

“En este ataque, solo Rushdie y sus partidarios merecen ser culpados e incluso condenados”, subrayó Kanani durante su rueda de prensa semanal en Teherán.

“Insultando los asuntos sagrados del Islam y cruzando las líneas rojas de más de 1.500 millones de musulmanes y de todos los seguidores de las religiones divinas, Salman Rushdie se expuso a la ira y a la rabia de la gente”, añadió.

“La ira mostrada en ese momento (al publicarse el libro) no se limitó a Irán y la República Islámica. Millones de personas en países árabes, musulmanes y no musulmanes reaccionaron con cólera” al trabajo de Salman Rushdie, recordó el vocero iraní.

Kanani consideró “completamente contradictorio condenar la acción del agresor y absolver la acción del que insulta las cosas sagradas e islámicas” al mismo tiempo.

Antes del desmentido que hizo ayer el gobierno, las reacciones públicas en Irán no habían sido unánimes. Por un lado, los medios de comunicación conservadores celebraron el suceso con titulares como “La divina venganza alcanza a Salman Rushdie”, del diario Keyhan o “El ojo del diablo ha sido cegado”, del periódico Jaam-e Jam.

A la vez, la indiferencia y el silencio fue la tónica general entre los ciudadanos, que consideran el asunto una cosa del pasado o directamente desconocen el nombre del novelista.

Los religiosos, sin embargo, sí celebraron el ataque.

“El imán Jomeini lo declaró apóstata, y cuando alguien es declarado apóstata está permitido matarlo”, dijo ayer lunes a Efe el importante clérigo Yalal Mohebí en el santuario Saleh de Teherán.

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