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Salman Rushdie, en su lucha por vivir tras ser apuñalado

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Salman Rushdie. Foto: EFE

NUEVA YORK

El autor británico, quien pasó décadas bajo protección policial luego que líderes iraníes ordenaran asesinarlo, fue operado de emergencia.

El escritor británico Salman Rushdie permanecía hospitalizado ayer sábado en estado grave tras ser apuñalado en un evento literario en el estado de Nueva York, en un ataque que generó indignación internacional pero fue aplaudido en Irán y Pakistán.

El autor británico, quien pasó décadas bajo protección policial luego que líderes iraníes ordenaran asesinarlo, fue operado de emergencia y convalece asistido con respirador luego que Hadi Matar, de 24 años, corrió hacia el estrado en el que iba a hablar Rushdie el pasado viernes y lo apuñaló en el cuello y el abdomen.

Los nervios de uno de sus brazos resultaron severamente lesionados, su hígado fue afectado y “probablemente perderá un ojo”, dijo Andrew Wylie, el agente del escritor.

De 75 años, Rushdie ha vivido acosado por una sentencia de muerte desde 1989 cuando el entonces líder espiritual de Irán, el ayatolá Ruhollah Jomeini, dictó un decreto religioso (fetua) que ordenaba a los musulmanes matarlo tras la publicación del libro “Los versos satánicos”, al que consideró blasfemo.

Líderes del mundo occidental, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenaron el ataque contra el escritor Salman Rushdie, y reivindicaron los valores que el autor representa, como la libertad de expresión.

En un comunicado, Biden explicó que está “sorprendido y entristecido” por el “brutal ataque” contra el escritor.

Atacante

Las autoridades en Nueva York acusaron ayer a Hadi Matar, el presunto autor del apuñalamiento al escritor Salman Rushdie, de intento de asesinato y agresión con un arma, y permanece detenido, sin derecho a fianza.

Matar, que vestía un mono a rayas, esposas, grilletes y zapatos sin cordones (requisito en las prisiones) anaranjado brillante, se mantuvo en silencio en la corte donde le presentaron los cargos.

Un defensor público asignado para el caso se declaró inocente en su nombre, de acuerdo con el New York Times.

Indica además que la próxima audiencia en corte de Matar fue fijada para el 19 de agosto, a las tres de la tarde.

La Fiscalía aseguró al juez que el ataque de Matar fue premeditado. También que viajó en autobús hasta la institución educativa donde Rushdie dictaría la conferencia y compró un boleto.

De Matar, de 24 años, no se tienen muchos detalles más allá de que vive en el vecino estado de Nueva Jersey y se desconoce también qué le motivó a agredir al autor de la novela “Los versos satánicos”, que sobrevive con respiración asistida.

La seguridad no era particularmente fuerte en el evento del pasado viernes de la Chautauqua Institution, que organiza eventos culturales en esa apacible localidad al oeste del estado de Nueva York.

Testigos dijeron que Rushdie estaba ubicado en el estrado y se preparaba para hablar cuando Matar surgió de entre el público, se lanzó contra el escritor y le asestó varias puñaladas hasta que fue derribado por personal de seguridad y espectadores. Matar fue esposado y quedó bajo custodia policial.

Rushdie recibió los primeros auxilios de un médico que estaba entre el público y luego fue trasladado en helicóptero a un hospital de la cercana localidad de Erie, en Pensilvania.

La policía dijo que Matar, residente de Fairfax, New Jersey, fue formalmente acusado de intento de homicidio pero no dio más detalles sobre su persona ni sobre su motivación.

Aparentemente la familia de Matar es oriunda de Yaroun, al sur de Líbano. Los lugareños dijeron a la prensa que los padres de Matar están divorciados y que su padre, un pastor, aún vive allí. Los periodistas que intentaron acercarse a él fueron echados del lugar.

Matar “nació y creció en Estados Unidos”, dijo una autoridad de la municipalidad local.

Teherán

En Enghelab Street, el corazón de las librerías de la capital de Irán, “Los Versos satánicos” está prohibido, pero no otras obras de Rushdie como “Vergüenza”, cuya versión persa fue premiada por el Estado iraní en 1985.

En esta calle, frecuentada por estudiantes por su proximidad con la Universidad de Teherán, puede verse un enorme retrato de Jomeini, que calificó al escritor, nacido en India en una familia de intelectuales musulmanes no practicantes, de “apóstata”.

Aunque las autoridades de Irán no hayan reaccionado oficialmente al ataque contra el escritor, el principal diario ultraconservador de Irán, Kayhan, felicitó ayer al autor del apuñalamiento. “Felicitaciones a este hombre valiente y consciente del deber que atacó al apóstata y depravado Salman Rushdie en Nueva York”, dijo el periódico, cuyo director es designado por el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.

Preguntado por la agencia de prensa ultraconservadora Fars, el ayatolá Hosein Radai, profesor de teología en la Universidad Shahed, también justificó el ataque. “Una persona que se aparta de la religión del Islam (...) se llama apóstata. Es alguien como Salman Rushdie, que no solo ha rechazado el Islam [sino] que ha tratado de insultarlo. Según la jurisprudencia, tal apóstata merece muerte”, dijo.

Mohamad Marandí, asesor de comunicación de Irán en las conversaciones para salvar el acuerdo nuclear de 2015, puso en duda los motivos del ataque. “No es raro que cuando se acerca un potencial acuerdo nuclear, EE.UU. habla de un ataque contra Bolton (asesor de Seguridad Nacional durante el Gobierno de Donald Trump) y ahora esto ocurre”, dijo en Twitter Marandí.

Pero no todos celebraron en Irán el ataque contra el autor de “Hijos de la medianoche”. La activista iraní Atena Daemi, recientemente puesta en libertad tras cinco años en prisión por criticar las ejecuciones, condenó el ataque y acusó a la República Islámica de cometer “crímenes a lo largo del planeta”.

“Los versos satánicos” despertó la ira de los musulmanes chiíes, quienes lo consideraron un insulto al Corán, a Mahoma y a la fe islámica y fue prohibido en la India, Pakistán, Egipto, Arabia Saudí y Sudáfrica.

En Pakistán, un portavoz del partido Tehreek e Lalbbaik Pakistán, que orquestó violentas protestas contra lo que consideraba blasfemias antimusulmanas, dijo que Rushdie “merecía ser asesinado”.

El escritor pasó décadas bajo amenazas. Ya en 2007, su nombramiento como caballero de la reina Isabel II generó una ola de protestas en Irán y Pakistán, cuyo ministro llegó a considerar que sería un honor matarlo en un acto suicida.

En contraposición, en otras partes del mundo las reacciones fueron de indignación y se multiplicaron las expresiones de solidaridad con el escritor.

Charlie Hebdo

Desde que se trasladó a Nueva York, Rushdie fue un resonante defensor de la libertad de expresión, especialmente luego que en 2015 un ataque de islamistas diezmó al personal de la revista francesa Charlie Hebdo en París.

“No conocemos las motivaciones del autor del ataque (a Rushdie....) ¿Se rebeló contra el calentamiento global, contra la caída del poder adquisitivo o contra la prohibición de regar las macetas por la ola de calor?”, ironizó Riss, editor jefe de Charlie Hebdo.

Ni la fetua ni otras amenazas consiguieron evitar que siguiera escribiendo e inspiraron sus memorias tituladas “Joseph Anton”, nombre que utilizaba cuando estaba escondido.

En 2015, la redacción de Charlie Hebdo, en París, sufrió un atentado islamista en el que fueron asesinadas 12 personas, incluidos los dibujantes Charb, Cabu y Wolinski, después de publicar caricaturas del profeta Mahoma. Aquel ataque provocó reacciones de solidaridad en gran parte del mundo, entre ellas del propio Rushdie.

“Tendremos que dejar de respetar la palabra ‘respeto’ cuando se usa mal y se usa para intimidar y justificar una ejecución en nombre de Dios”, afirma Riss, que sigue amenazado por islamistas radicales.

Unión Europea

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, condenó ayer el ataque contra Rushdie e instó al “rechazo internacional” de “acciones criminales” que violan derechos fundamentales.

“Condeno enérgicamente el ataque a Salman Rushdie y le deseo una pronta recuperación”, escribió Borrell en Twitter. También pidió “el rechazo internacional a este tipo de acciones criminales, que violan los derechos y libertades fundamentales”, como “el único camino hacia un mundo mejor y más pacífico”.

Por su parte, el novelista británico Ian McEwan aseguró que el autor no será “amedrentado” por el ataque. “Este espantoso ataque contra mi querido amigo Salman representa un asalto contra la libertad de pensamiento y de palabra”, afirmó McEwan en un comunicado de su página web oficial.

Régimen iraní: “Es culpable moralmente”

Defensores de la libertad de expresión y disidentes acusaron ayer a las autoridades iraníes de ser moralmente responsables del ataque contra Rushdie, pues Irán nunca revocó la fetua que emitió el líder iraní Jomeini en 1989, que pedía la muerte del escritor británico.

“Esto es resultado de 30 años de incitación por parte del régimen a la violencia contra este celebra-do autor”, dijo la Unión Nacional por la Democracia en Irán (Nufdi, por sus siglas en inglés), un grupo opositor con sede en Washington, EE.UU.

Ventas de sus libros en alza

Las ventas de libros de Salman Rushdie, y especialmente su novela “Los versos satánicos”, se incrementaron ayer luego que el escritor británico fue apuñalado más de tres décadas después que esa obra le valió ser condenado a muerte por las autoridades religiosas musulmanas de Irán.

Ayer de tarde, tres ediciones de la obra encabezaban el barómetro de libros de Amazon, que marca el ritmo de libros vendidos en las últimas 24 horas. Su primer best seller “Hijos de la medianoche”, ocupaba la cuarta posición.

En la librería Strand de Nueva York, varias obras de Rushdie estaban entre las más requeridas por el público, sin contar los pedidos por la web.

Usuarios de Twitter, mientras tanto, instaron a comprar libros de Rushdie como forma de expresar solidaridad.

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