Redacción El País
Ocurrió un insólito caso en la provincia de Río Negro, en Argentina, cuando un trabajador fue despedido, para su juicio, injustamente. Mientras que para la empresa, el exempleado tenía un acumulado de faltas, para él la empresa estaba enterada de sus ausencias porque respondían a sus avisos con el clásico emoji del pulgar hacia arriba de WhatsApp.
El Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Río Negro dio fin a este insólito caso al fallar en contra del trabajador al entender que el uso de emojis es "es muy limitado o relativo", según comunicó el medio local Bariloche2000. La Justicia analizó que la interpretación de los emojis "es subjetiva y puede variar según la cultura y, fundamentalmente, depende del contexto en el que se utilice".
La empresa Fridevi de Viedma, demostró que el exempleado "arrastraba 47 sanciones" junto con el número de faltas injustificadas, además demostraron que el trabajador se ausentó por nueve días en un mismo mes y que fue entonces cuando intentó justificar sus inasistencias a través de WhatsApp y desde un teléfono corporativo le respondieron con un emoji.
La Justicia analizó que el uso de emojis "no es un signo inequívoco que exteriorice una manifestación de voluntad" por lo que se le dio a la empresa el permiso para continuar con el proceso de desvinculación. Previamente, la empresa había promovido un proceso de exclusión de tutela sindical que la Cámara Laboral de Viedma rechazó, tras entender que se trataba de una sanción "desmedida" y que "se había prestado conformidad a la justificación alegada por el trabajador a través del emoji del pulgar", según informó el medio citado, pero la decisión final la tomó el Tribunal.