La Nación/GDA
Luego de que Máximo Thomsen, condenado a cadena perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa, ofreciera su primera entrevista para la televisión, Graciela Sosa, madre de Fernando, publicó un contundente mensaje en su cuenta de Instagram.
“Nunca olviden que es la sangre de mi hijo... Es imposible perdonar lo que hicieron”, escribió, junto a una fotografía de la zapatilla que usó el joven para matar al adolescente de una patada.
Sobre este punto y cómo llegó la sangre de la víctima a su zapatilla, Thomsen dijo que no recuerda haberle pegado en la cabeza. “No quiero que me culpen por algo que no hice. Nunca quise que terminara así. Yo estuve ahí, le pegué. Es difícil, porque es un cargo de consciencia importante cuando uno no lo busca. Fue culpa de nosotros, también culpa mía. Nadie lo quiso así, ni mis amigos ni yo. Podemos ser buenas o malas personas, pero ninguno quiso que terminara así. Nadie es quién para quitarle la vida a una persona”, aseguró, quebrado en llanto.
“Jamás se me cruzó por la cabeza que lo habíamos matado”, dijo, y aseguró que se enteró de la muerte de Báez Sosa al día siguiente, en el momento en que fueron detenidos. “Yo entré en consciencia de lo que había pasado cuando dormí la primera noche en la comisaría. No me siento un asesino”, agregó.

En otra publicación agregó una foto junto a su hijo y su marido y una conmovedora reflexión: "Podrán hablar de arrepentimiento, de llanto, de ‘su libertad’, pero la única víctima es, fue y será Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes".
La entrevista a Máximo Thomsen
Este martes se compartió la primera entrevista a uno de los ocho jóvenes involucrados en el asesinato de Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020 a la salida de un boliche de Villa Gesell. En diálogo con el programa Telenoche, de eltrece, Thomsen aseguró que quería contar su versión de los hechos desde hace cuatro años, por lo que no necesitó “mucha preparación para hacerlo”. Asimismo, explicó que con el resto de los involucrados no eran amigos íntimos, sino que se trataba de un grupo para irse de vacaciones, y que las peleas a la salida de los boliches en Zárate -su ciudad natal- eran comunes y estaban normalizadas.
Máximo Thomsen rompió el silencio desde la cárcel: “No me siento un asesino” | https://t.co/VhHh9qGLiL pic.twitter.com/NW8gdCNo20
— Telenoche (@telenoche) May 28, 2024
A fines de marzo pasado, después de que la Cámara de Casación bonaerense confirmara su prisión perpetua y las de Ciro y Luciano Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli, Thomsen decidió romper la unidad de la defensa y designar un nuevo abogado, Francisco Oneto. Así, la entrevista se dio en un contexto en el que busca revertir la sentencia dictada por los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores.
Pese a querer dar marcha atrás con las acusaciones de un crimen premeditado, sí reconoció que él fue una de las personas que golpearon a la víctima antes de que muriera. “Recuerdo que entré a tirar patadas. Por mi cabeza pasaba que me estaba metiendo en una pelea. Yo no le pegué una patada en la cabeza a Fernando, fue Ciro”, afirmó, y responsabilizó así a otro de los jóvenes.

“Yo nunca me peleé dentro del boliche. Nunca tuve contacto visual con Fernando. Cuando me sacan, siento que me estaban asfixiando. Afuera mis amigos se vuelven a pelear y cuando terminan cruzamos. De frente vemos alguien que nos hacía burla y era Fernando”, dijo Thomsen y explicó que salió corriendo con sus amigos porque formaba parte del grupo.
Finalmente, sobre el video donde se los ve abrazarse minutos después de salir del boliche, explicó: “No estábamos festejando”.
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