Argentina estudia hallazgo ruso de yacimiento de petróleo y gas en una zona reclamada de la Antártida

El supuesto descubrimiento se encuentra en una zona disputada por varios países: Chile, Reino Unido y Argentina.

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Antártida: una región donde solo se habilitan estudios científicos
Antártida: una región donde solo se habilitan estudios científicos
Foto: AFP

EFE
La Cancillería argentina está “recolectando información” sobre el supuesto hallazgo ruso de reservas de petróleo y gas en una zona de la Antártida que reclaman Chile, Argentina y Reino Unido, según confirmó ayer jueves el portavoz del Gobierno de Javier Milei, Manuel Adorni.

“No es nuevo. Si bien se conoció horas atrás, la Cancillería está recolectando toda la información para entender si son cuestiones de investigación o si se infiere algún otro tipo de prácticas allá en la Antártida”, aseguró Adorni en conferencia de prensa en la Casa Rosada.

El portavoz aseguró que el Gobierno de Milei tomará, en este sentido, “las medidas que correspondan”.

El diario británico The Daily Telegraph informó esta semana de que parlamentarios británicos expresaron sus temores a representantes del Gobierno del Reino Unido sobre una posible operación petrolera de Rusia en el continente helado.

Las preocupaciones británicas se fundamentan en que la agencia geológica rusa Rosgeo validó los estudios del buque de investigación polar Alexander Karpinsky en 2020 sobre la disponibilidad de unos 70.000 millones de toneladas de petróleo y gas enterrados debajo de la plataforma antártica.

Las reservas contendrían alrededor de 511.000 millones, lo que equivale a alrededor de 10 veces la producción del mar del Norte en los últimos 50 años, de acuerdo al diario británico.

Por su parte, el presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, aseguró que su Gobierno se opondrá “firmemente” a cualquier explotación petrolera en la Antártida.

El continente se rige por el denominado Tratado Antártico, firmado inicialmente por una docena de países el 1 de diciembre de 1959, que establece que ningún país es propietario del territorio y designa la región como una zona dedicado a la paz y a la ciencia, lo que significa que todos los desarrollos petroleros están prohibidos.

El tratado tiene vigencia indefinida y no ha sufrido enmiendas, pero a partir del año 2048 cualquiera de las partes consultivas podrá solicitar su revisión, con la aprobación por mayoría relativa.

Si bien la Antártida no está gobernada por nadie, países como Reino Unido, Argentina, Chile, Australia o Nueva Zelanda han reclamado históricamente partes de su territorio.

Argentina administra actualmente trece bases en el continente, seis de ellas están operativas todo el año.

En enero, Milei visitó las Bases Antárticas de Marambio y Esperanza junto a varios miembros de su Ejecutivo y al director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, para poner en marcha un proyecto medioambiental.

La jefa del departamento de regiones polares del ministerio de Exteriores de Londres, Jane Rumble, aseguró a la Cámara de los Comunes que “no hay ninguna evidencia que indique una violación del tratado de 1959. “Pero sí, lo estamos siguiendo muy de cerca y Rusia ha sido abordada sobre este tema en ocasiones previas y ha asegurado (a otros signatarios del Tratado Antártico) en múltiples ocasiones que se trata de un programa científico”, agregó Rumble.

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