CORONAVIRUS

Argentina, que en la pasada medianoche comenzó un nuevo confinamiento estricto por nueve días, reportó ayer viernes 35.468 nuevos casos de coronavirus, mientras que los fallecimientos se elevaron a 73.391, tras agregarse 695 muertes.

El presidente Alberto Fernández dijo el jueves que Argentina está “atravesando el peor momento desde que comenzó la pandemia” y anunció una dura profundización de las restricciones sanitarias.

Argentina había registrado un récord diario de positivos el miércoles, con 39.652 contagios, y un máximo diario de fallecimientos el martes pasado, con 745 decesos.

En la provincia de Buenos Aires se reportaron este viernes 13.510 casos, mientras que en la capital de Argentina se registraron 2.932 positivos.

El porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva por todo tipo de patologías es del 73,1% a nivel nacional, pero del 76,4% si solo se considera Buenos Aires y su populosa periferia.

El presidente Fernández había endurecido las medidas sanitarias el 9 de abril, particularmente en Buenos Aires y su periferia, pero los casos siguieron en aumento y ahora también experimentan un fuerte crecimiento en el interior del país.

Ante este escenario, determinó que, entre hoy sábado y el domingo 30 de mayo y durante el fin de semana del 5 y 6 de junio habrá fuertes restricciones a la circulación y la actividad económica y social en las zonas del país en alto riesgo y alarma sanitaria.

Mientras afronta el embate de la segunda ola de COVID-19, Argentina, con 45 millones de habitantes, continúa con su campaña de vacunación contra el coronavirus, iniciada a finales de diciembre último.

De acuerdo con los datos oficiales difundidos este viernes, hasta el momento se han aplicado 10,9 millones dosis. Un total de 8,6 millones de personas recibió la primera dosis de la vacuna, mientras que 2,2 millones tienen las dos dosis.

Previo al confinamiento anunciado por el presidente Fernández, que comenzó a regir en la pasada medianoche, se registraron fuertes congestionamientos de tránsito en Buenos Aires y largas filas de automóviles en la Panamericana y otras salidas de la ciudad.

Todos los accesos y avenidas registraron, desde temprano, un importante caudal de automóviles. A la medianoche vallaron 71 accesos a la Ciudad, más de la mitad de los existentes. En los 56 que quedaron habilitados se impondrán controles policiales para garantizar que solo crucen por allí los trabajadores esenciales.

Durante los nueve días de confinamiento quedarán suspendidas las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial. Estarán habilitados los comercios esenciales, con envío a domicilio y para llevar.

Solo se podrá circular en las cercanías del domicilio, entre las 6 de la mañana y las 18, o por razones especialmente autorizadas.

Entre el 31 de mayo y hasta el 11 de junio inclusive, “se retomarán las actividades en el marco de las medidas vigentes hasta el día de la fecha”, anunció el presidente Fernández.

En ese lapso, tratando de favorecer bajar aún más los contagios, se dispondrá que el fin de semana del 5 y 6 de junio se vuelvan a restringir las actividades en las zonas más críticas.

“Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia”, sentenció Fernández en un mensaje a la población el jueves por la noche. “Más allá de lo que cada uno piense, debemos asumir la gravedad de este momento y debemos unirnos para superar esta catástrofe”, agregó.

También le dedicó una crítica a la Ciudad de Buenos Aires, sin mencionarla. “Hubo decisiones que no compartimos, algunas judicialmente avaladas, que debilitaron las medidas que propusimos. Es posible que algunos mensajes hayan generado confusión llevando a muchos a minimizar el problema. Esa confusión debe terminarse”, dijo en alusión al fallo de la Corte Suprema que dejó sin efecto la suspensión de las clases presenciales en la capital argentina aceptando un recurso del alcalde Horacio Rodríguez Larreta.

La inmunización avanza imparable en Chile y Estados Unidos, que ya vacunaron con al menos una dosis a más del 60% de sus ciudadanos, un progreso que contrasta con la situación global de América, donde las vacunas solo han llegado hasta ahora al 3% de la población.

Así, Chile, en tan solo cuatro meses desde el inicio de su masiva campaña de inmunización, ya cuenta con el 63% de vacunados con al menos una dosis y un 50,6% con el esquema completo, mientras que Estados Unidos tiene 60,5% y 48,4% de inmunizados, respectivamente. (EFE y La Nación/GDA)