Redacción El País
Hoy jueves se inaugura en Dubái la COP28, lamayor cumbre mundial sobre el cambio climático. Una más para buscar acuerdos que de una vez por todas logren reducir los gases de efecto invernadero, que los científicos atribuyen como la causa principal del calentamiento de la tierra.
Esta cumbre se abre en medio de polémicas y especulaciones: por ejemplo, un supuesto sabotaje contra el presidente de la COP28, y si la guerra en Gaza entre Israel y la organización terrorista Hamás terminará enfrentando en los debates a los países árabes con Occidente.
Otro punto clave de esta cumbre, como de las anteriores, es que las dos grandes potencias actuales -Estados Unidos y China- son al mismo tiempo los mayores emisores de gases de efecto invernaderos. Sin ellos, por más discursos que se hagan, no habrá una solución al problema.
Los grandes
Ningún país emite más gases de efecto invernadero que China. En 2021, emitió 14.300 millones de toneladas de CO2 equivalente, una medida de la huella de carbono que tiene en cuenta todos los gases de efecto invernadero, según Climate Watch, que cita los datos del Instituto de Investigación de Impacto Climático de Postdam.
Esta cifra convierte a China en el primer emisor mundial.
No hay un “escenario posible” para lograr contener el calentamiento global a 1,5 ºC respecto a la era preindustrial sin la implicación de China, afirma la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Estados Unidos, segundo emisor mundial de gases de efecto invernadero, se ha comprometido a reducir a la mitad sus emisiones de aquí a 2030 con respecto a 2005, pero las medidas adoptadas por el momento no permitirán cumplir este objetivo, según los analistas.
En 2021, Estados Unidos emitió 6.280 millones de toneladas de gases de efecto invernadero (C02 equivalente), calcula el Instituto de Investigación de Potsdam sobre los efectos del cambio climático usando la herramienta Climate Watch.
Estados Unidos es actualmente el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero en términos absolutos por detrás de China.
Pero si se tienen en cuenta las emisiones históricas, es decir las acumuladas desde 1850, sigue a la cabeza.
Sabotaje y guerra
La organización de la Clima COP28 de Dubái negó ayer haber emitido un comunicado sobre la renuncia del presidente designado, Sultán al Yaber, que ejerce también de director ejecutivo de la petrolera estatal emiratí ADNOC, y aseguró que se trata de “un intento de socavar” el éxito de la cumbre.
La noticia falsa fue difundida en un contexto de máxima polémica y críticas a Al Yaber, cuya relación con el mundo de los combustibles fósiles llevó a que cerca de 450 organizaciones de la sociedad civil pidieran en enero su cese como presidente de la COP28.
La polémica explotó, además, tras un informe de la BBC que reveló que Emiratos empleó su rol en la presidencia de la COP28 para buscar acuerdos petroleros y gasísticos con 15 países.
La guerra en Gaza también podría influir en la cumbre. Un conflicto que se añade al de Sudán y Ucrania, y que podría cambiar el rumbo de las discusiones de algunos temas cruciales en Dubái. (AFP, EFE)