Redacción El País
Al gobierno de Donald Trump se le está agotando la paciencia con el régimen de Nicolás Maduro. Así lo dejó entrever ayer viernes el propio Trump, que no descartó una guerra con Venezuela, y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, que afirmó que la situación ha llegado a un punto “intolerable”.
La crisis más seria en décadas de Estados Unidos en América Latina no tiene visos de resolverse pronto.
El apoyo ruso al régimen de Maduro no es preocupante porque Moscú tiene “las manos ocupadas” con la guerra en Ucrania, aseguró Rubio en una rueda de prensa en el Departamento de Estado, en la que abundaron las preguntas sobre América Latina.
En plena campaña militar sin precedentes contra el narcotráfico en el Caribe, Rubio se mostró enérgico. Estados Unidos “no puede” y no va a firmar ningún “acuerdo de paz” con los grupos que trafiquen drogas, advirtió.
Trump, incluso, dijo en una entrevista telefónica ayer viernes con la cadena NBC que no descartaba una guerra con Caracas. “No lo descarto, no”, dijo en NBC News.
Pero se negó a decir si desea derrocar al régimen de Maduro. “Él sabe exactamente lo que quiero”, señaló Trump. “Lo sabe mejor que nadie”.
El presidente estadounidense ha prometido varias veces que “pronto” comenzarán los ataques contra supuestos objetivos del narcotráfico dentro de territorio venezolano.
En la entrevista, Trump dijo que habrá más incautaciones petroleras y, al ser preguntado por un cronograma, agregó: “Depende. Si son tan insensatos como para seguir navegando, serán llevados a uno de nuestros puertos”.
Statu quo intolerable
En la rueda de prensa, Rubio rechazó repetidamente aclarar si Estados Unidos buscaba un cambio de régimen en Venezuela, o si las fuerzas desplegadas en la región podrían estar haciendo planes al respecto.
Ante el nivel de tensión, México y Brasil se han ofrecido públicamente como mediadores, algo que Rubio agradeció, sin más.
“Está claro que el statu quo actual con el régimen venezolano es intolerable para Estados Unidos”, dijo Rubio.
“No existe nada que vaya a impedir nuestra capacidad de aplicar las leyes de Estados Unidos en términos de buques que están sancionados”, agregó, al ser preguntado sobre el anuncio de Venezuela de que su Armada escoltará a los petroleros en el Caribe.
Trump aumentó la presión sobre el régimen de Maduro al decomisar un petrolero sometido a sanciones y su carga la semana pasada, y el mandatario republicano anunció luego un bloqueo contra todos los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela.
Rusia y China, que es el principal cliente del crudo venezolano, han expresado su apoyo a Maduro. Rubio aseguró que daba por “descontado” el apoyo de Moscú a su principal aliado en América Latina.
El presidente Trump habló telefónicamente en noviembre con Maduro, pero Rubio no quiso revelar el contenido de esa conversación.
Trump “ha demostrado que está dispuesto a hablar con cualquiera”, dijo, y eso también incluye al colombiano Gustavo Petro, al que calificó de “presidente inusual” y “no muy estable en sus pronunciamientos”.
Rubio rechazó también confirmar si recibirá pronto en Washington a la principal opositora al régimen de Maduro, María Corina Machado, que salió de Venezuela con ayuda estadounidense para poder recoger el premio Nobel de la Paz en Oslo.
Rubio insistió en que Washington cree que “el régimen de Maduro es ilegítimo y que su cooperación con estos grupos terroristas en nuestra región (en referencia a los cárteles de las drogas), incluso sus propias actividades terroristas, son una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos”. Pero al responder una pregunta sobre si deseaban específicamente la caída del régimen, el secretario de Estado se limitó a indicar: “no voy a especular”.
El secretario de Estado subrayó que el objetivo del Gobierno estadounidenses “es la estabilidad y la seguridad regional” y “proteger los intereses de Estados Unidos”.
Acusó al régimen de Maduro de cooperar con Irán, con Hezbolá y con el narcotráfico y dijo que el grupo armado colombiano Ejército Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC “operan abiertamente” en territorio venezolano. “En eso nos estamos enfocando todo el tiempo porque es una amenaza al interés nacional de Estados Unidos. Ahora bien, ¿consideramos legítimo a Maduro? No”, enfatizó.
Rubio tampoco quiso opinar sobre si el Gobierno estadounidense necesita la autorización del Congreso para llevar a cabo ataques contra territorio venezolano. “No ha pasado nada que nos obligue a solicitar la aprobación del Congreso”, afirmó.
El Partido Demócrata insiste en que Trump necesita el aval del Congreso para los ataques contra las embarcaciones cargadas con drogas en el Caribe.
Petro
Sobre Petro y su cruce de reproches con Trump, comentó: “no vamos a permitir que cualquier problema que exista con un individuo vaya a hacer daño a una relación tan importante”.
“Nosotros conversamos con cualquiera, desafortunadamente (Petro) es una persona que no es muy estable en sus pronunciamientos”, criticó. AFP, EFE
Sancionan a familiares de Maduro
Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra varios familiares y asociados del entorno del dictador venezolano, Nicolás Maduro, como parte de sus esfuerzos por desmantelar lo que calificó como una red de “narco-corrupción” que sostiene al régimen de Venezuela.
La medida del Departamento del Tesoro apunta a familiares directos de Carlos Erik Malpica Flores, sobrino de la esposa de Maduro, Cilia Flores, que ya fue sancionado el pasado 11 de diciembre. También a personas cercanas al empresario panameño Ramón Carretero Napolitano, vinculado a operaciones financieras con régimen de Maduro.
Entre los familiares de Malpica Flores se cuentan su madre (y hermana de Cilia), Eloisa Flores, su padre, Carlos Evelio Malpica Torrealba, o su hermana, Iriamni Malpica Flores. También su esposa, Damaris del Carmen Hurtado Pérez, y su hija adulta, Erica Patricia Malpica Hurtado.
Esta medida prohíbe a individuos o empresas en Estados Unidos hacer transacciones con las personas sancionadas, además que congela los activos o propiedades que puedan tener en el país norteamericano.
El Tesoro incluyó en la lista de sancionados a Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, los “narcosobrinos”, arrestados en Haití en 2015 y condenados en Estados Unidos en 2016. La Administración Biden los indultó en octubre de 2022.