Redacción El País
"El amor se viste de mil formas". Así decía, escrito con marcador, la remera blanca que vestía un hombre que iba en el medio de la multitud —que tenía brillantina en sus caras, banderas LGTB atadas al cuello y carteles alzados— hacia el Palacio Legislativo. Uno de los tantos mensajes que dejaron quienes participaron —muchos bailando al ritmo de la música que acompañó el recorrido— de la Marcha de la Diversidad 2025 en Montevideo.
La consigna bajo la que se realizó la marcha fue "Si hay derechos, que se note. ¡Sepan cumplir!". El recorrido comenzó en la Plaza Cagancha alrededor de las 18:30, y fue hacia el norte por la Avenida Rondeau hasta agarrar la Avenida del Libertador. Siguió por dicha calle hasta llegar al Parlamento y la Plaza 1° de Mayo, donde se hizo un cierre con espectáculos musicales.
Algunos de los carteles que se leían a lo largo del recorrido eran “si el amor es pecado, estamos de fiesta en el infierno”, “nuestros niños no se toca, se educan con amor, respetemos todas las familias”, y “el mayor fruto es vivir con orgullo”.
La proclama, que se leyó en la Plaza 1° de mayo caída la noche, marcó que “hace tiempo” que vienen “diciendo que no basta con leyes escritas” sino que “tienen que cumplirse”. A lo que sumaron: “Tienen que cumplirse en la vida cotidiana de las personas, en el acceso a la salud, a la educación, al trabajo digno, en cada institución y en cada rincón del país. Nuestra consigna este año lo dice claramente: si hay derechos, que se noten: ¡sepan cumplir!”.
Siguiendo en esta línea, este año el colectivo exige al gobierno el reconocimiento de un genocidio: "Hoy como pueblo uruguayo sentimos dolor, impotencia y enojo por lo que sucede en Gaza. Queremos dejar claro: no es una guerra, es un genocidio. Hay que gritarlo, hay que decirlo, hay que denunciarlo. Nos parece indignante y no podemos entender que al día de hoy el Poder Ejecutivo de nuestro país no haya reconocido públicamente que es un genocidio".
Y se continuó en la proclama: “Solicitamos la ruptura de relaciones con el estado sionista de Israel y el retiro inmediato de tropas de todos los territorios extranjeros. Y decimos bien claro, somos antirracistas, estamos en contra de la política genocida sionista, no del pueblo judío, el cual es parte de nuestra comunidad y por eso también exigimos como pueblo la liberación de los rehenes por parte de Hamás. Abrazamos a la comunidad que resiste y se para de frente ante las acusaciones de traición, cuando lo que nos enseñan fuerte y claro es que al fascismo antisemita lo debemos enfrentar con memoria histórica, con señales políticas claras y con acciones antifascistas”.
Entre otros puntos, la proclama se expresa a favor de que se instale un impuesto del 1% a los más ricos y hace mención al Presupuesto: "Nos indigna el presupuesto nacional, US$ 140 millones de incremento es una miseria frente a las emergencias que vivimos todos los días. La salud, la educación, la vivienda, la violencia basada en género, la reparación histórica del racismo estructural y el capacitismo, el acceso a la justicia, la búsqueda de la verdad y la precarización. ¿Qué hacemos con ese aumento señor presidente? ¿Hasta cuándo el pueblo tendrá que vivir de migajas? ¿De qué tienen miedo?".
También se refirieron a las trabajadoras sexuales las que, indicaron en la proclama, enfrentan “violencia para subsistir”, siguen “presas de un sistema patriarcal” que las “rechaza”, las “libra a proxenetas” y las “expone a la trata”. En esa línea, continuaron: “Queremos que el trabajo sexual tenga garantías y cuente con una perspectiva de derechos. Volvemos a exigir que sea el Ministerio de Trabajo el que regule nuestra actividad, y no el Ministerio del Interior o de Salud. Exigimos que se nos reconozca como trabajadoras y que se nos deje de juzgar y criminalizar tanto en los medios como en el resto de los espacios que habitamos”.
Uno de los tantos reclamos al Estado es que se garantice su “bienestar”. “Seguimos marchando porque no olvidamos a nuestras compañeras trans asesinadas, Kiara Acosta, La brasilera, Kasandra, La Pochito y Salomé. El transodio mata impunemente y el Estado es cómplice. Lloramos la pérdida de Andrea y la lamentable noticia de otro suicidio de una compañera trans privada de libertad. Recientemente una adolescente trans bajo la supuesta protección del INAU también intentó quitarse la vida. ¿Hasta cuándo le vamos a dar la espalda a la emergencia en salud mental?”.
“Nos creímos un país de avanzada por aprobar una ley pero lamentablemente no hemos tenido gobiernos de avanzada que la hagan realidad. Las personas LGBTIQ+ seguimos teniendo que recurrir a nuestras propias redes para recibir la escucha y la contención que necesitamos, a la salud mental con perspectiva de diversidad sexual pareciera que se la empujara al closet, un closet cerrado por la falta de presupuesto”, añadieron.