El Informe Nacional de Vigilancia de Infecciones Asociadas a la Atención en Salud (IAAS) y resistencia antimicrobiana, correspondiente al período 2020-2024, documenta un conjunto de tendencias que incluyen la reemergencia el año pasado del enterococo resistente a vancomicina (ERV), un incremento significativo de infecciones en neonatología y el mantenimiento de altos niveles de resistencia en varias familias de bacterias de alto impacto epidemiológico intrahospitalario.
Los datos oficiales que obran en manos del Ministerio de Salud Pública muestran un aumento sin precedentes dentro del quinquenio en los brotes causados por Enterococcus spp. resistente a vancomicina. Según el informe, entre 2020 y 2023 se notificaron entre cero y dos brotes por año, pero en 2024 esa cifra ascendió a ocho, lo que constituyó el mayor valor del período.
Este incremento también se refleja en el número de infecciones y colonizaciones registradas. En el total del quinquenio se documentaron 19 infecciones y 23 colonizaciones, de las cuales seis infecciones y 14 colonizaciones corresponden exclusivamente a 2024.
El MSP señala explícitamente que “se observa un aumento de los brotes reportados por Enterococcus spp. resistente a vancomicina, particularmente en el año 2024”, acompañado de un aumento en las detecciones de colonización.
El fenómeno se inscribe en una línea histórica a tener en cuenta. Un artículo publicado en la Revista Médica del Uruguay en 2005 reportó los primeros tres aislamientos de Enterococcus faecium resistente a vancomicina en el país, asociando estos casos a infecciones intraabdominales, urinarias y endocarditis, y catalogando al ERV como un “problema emergente” que requería medidas estrictas de vigilancia hospitalaria.
Ese trabajo remarcaba que el ERV es un patógeno casi exclusivamente hospitalario y que su aparición obliga a fortalecer el control de la transmisión cruzada. Los datos del MSP de 2024 vuelven a ubicarlo como un agente relevante dentro de los brotes institucionales.
El informe documenta que la proporción de IAAS con mecanismos de resistencia fenotípicos ha aumentado en el país. En 2020, el 8,1% de las infecciones notificadas incluían mecanismos de resistencia, mientras que en 2024 ese porcentaje llegó a 14,5%.
Entre los bacilos Gram negativos, Klebsiella pneumoniae y Enterobacter cloacae presentan niveles elevados de resistencia a carbapenémicos desde 2021, que se mantienen estables en valores altos durante el resto del período.
En Acinetobacter baumannii, la resistencia a carbapenémicos permanece por encima del 64% durante todo el quinquenio.
La resistencia a colistina -un antibiótico de última línea- mostró un incremento particularmente marcado en 2021 en A. baumannii, K. pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa. Aunque en los años siguientes algunas cifras disminuyeron, Acinetobacter mantiene proporciones superiores al 25% de resistencia.
En contraste, el Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA) experimentó un descenso sostenido entre 2020 y 2024 en unidades de cuidados intensivos de adultos, pasando de 26,8% de resistencia en 2020 a 15,2% en 2024. El mismo patrón se observa en el componente quirúrgico.
Alerta
El componente neonatal del sistema de vigilancia mostró una de las variaciones más importantes del informe. En 2024, las unidades de cuidados intensivos neonatales alcanzaron una tasa de 5,46 infecciones por cada 1.000 días-paciente, superando significativamente las cifras de los años previos (entre 2,51 y 3,99). El análisis estadístico indica que este aumento es “significativamente superior” al de los años anteriores.
Este incremento ocurre en todos los estratos de peso al nacer, con especial impacto en los recién nacidos de muy bajo peso, que concentran las tasas más elevadas de neumonía asociada a ventilación mecánica y bacteriemia relacionada a catéter venoso central. Estas tasas se han mantenido relativamente estables en el quinquenio, salvo por aumentos puntuales en 2023 y 2024 en algunos grupos.
Los microorganismos más frecuentes en las neumonías neonatales son K. pneumoniae, S. aureus, P. aeruginosa y Stenotrophomonas maltophilia. En las bacteriemias predomina un espectro más amplio de cocos Gram positivos, incluyendo Staphylococcus coagulasa negativo y Enterococcus spp.
Impacto en CTI
En las unidades de cuidados intensivos de adultos, tras el impacto de la pandemia de COVID-19, la tasa de IAAS alcanzó su pico en 2021 con 17,33 infecciones por cada 1.000 días-paciente, para luego descender progresivamente hasta 12,73 en 2024.
Las tasas de infecciones asociadas a dispositivos -ventilación mecánica, catéter venoso central y sonda vesical- se han mantenido relativamente estables en el quinquenio, con un aumento generalizado en 2021 y posterior retorno a valores similares a los previos. La variabilidad entre instituciones persiste, especialmente en neumonía asociada a ventilación mecánica.
En el componente quirúrgico, las tasas de infección del sitio quirúrgico se mantienen relativamente estables y dentro de los rangos esperados según procedimiento. Sin embargo, se destaca que en varias cirugías limpias -como prótesis de cadera y rodilla- se detectan proporciones inusualmente altas de bacilos Gram negativos, un patrón que difiere de lo habitual, donde debería predominar S. aureus.
Recomendaciones
El informe concluye que el país enfrenta un escenario donde la vigilancia se ha robustecido con mayor capacidad para detectar colonizaciones y más auditorías institucionales, pero donde persisten desafíos importantes, entre ellos la “re-emergencia y persistencia del enterococo resistente a vancomicina” y el aumento de las enterobacterias multirresistentes desde 2021.
Para enfrentar esta situación, el MSP recomienda reforzar el cumplimiento de medidas de prevención de infecciones asociadas a dispositivos invasivos, asegurar la higiene de manos, fortalecer la higiene hospitalaria, mejorar la calidad del registro y mantener la coordinación con los programas de optimización del uso de antimicrobianos.
Hay plan contra una pandemia silenciosa
El MSP presentó el viernes el Plan Nacional de Acción contra la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM), un problema que el documento de 56 páginas define como “pandemia silenciosa”. El técnico especializado en RAM, Henry Albornoz, dijo que los pacientes afectados por bacterias resistentes tienen más tiempo de internación y un riesgo más alto de morir. Consideró que el crecimiento de este fenómeno de resistencia a los antimicrobianos es “alto y preocupante” dado que además afecta a los más vulnerables. El Plan está enfocado en la salud humana y animal y prevé campañas de información, capacitación de personal, creación de protocolos, etc. “Se debe propender a desarrollar e implantar marcos reglamentarios y políticas nacionales que fomenten el uso responsable y sostenible de los antimicrobianos en la producción agroalimentaria, en especial de aquellos medicamentos antimicrobianos que tengan una importancia fundamental para la salud humana. Es necesario trabajar para reducir la dependencia de los antimicrobianos y la aparición y propagación de la resistencia mediante políticas y prácticas que fortalezcan y garanticen medidas eficaces de prevención y control de las infecciones en todos los sistemas”, sostiene el documento.
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