Plan Nacional de Seguridad: Cabildo Abierto propuso al gobierno más comisarías, trabajo obligatorio para presos y liberar a mayores de 65

Cabildo Abierto envió varias propuestas -como la creación de comisarías de alto impacto, la implementación del trabajo obligatorio no forzoso para los presos y la generación de al menos dos penales de máxima seguridad- al gobierno para que se incluyan en el Plan Nacional de Seguridad. El documento, al que accedió El País, fue entregado en el marco de una serie de encuentros que viene realizando el Ejecutivo con la oposición, previo a la presentación del plan en 2026.

Una de las propuestas para el combate del crimen trasnacional es la creación de comisarías de alto impacto, en un principio con un plan piloto en algunos barrios. En esa línea, se recomendó duplicar el número de zonas operacionales llevándolas a ocho con la idea de que “coincidan con las alcaldías y regionales del Ministerio de Desarrollo Social”.

Otra iniciativa cabildante es que haya un mayor control de matrículas de vehículos “mediante el uso de tecnología de punta, con cámaras en los pasos de frontera, estaciones de servicio de todo el país y puntos de control fijos y móviles”.

Por otra parte, el partido liderado por Guido Manini Ríos planteó una reforma del servicio penitenciario. Proponen “efectivizar la clasificación y segregación imprescindible para el tratamiento y rehabilitación de los primarios absolutos, reincidentes habituales, peligrosos y violentos”.

También insisten con una idea de larga data de los cabildantes: el trabajo obligatorio no forzoso para los presos. El partido, que en el gobierno pasado fuera parte de la llamada coalición republicana, sustenta su idea en que el 80% de los privados de libertad está en “condiciones de acogerse a ese beneficio” -en referencia al trabajo remunerado-, “pudiendo proveer a la familia y ahorrar para su salida”.

Otra iniciativa propuesta es instrumentar un sistema único de provisión de alimentos en las cárceles, “pudiendo proyectar la tercerización”. La medida tendría como objetivo “finiquitar el ingreso de víveres, la elaboración de comida por parte de los reclusos en sus alojamientos y, por sobre todo, evitar y negar la comisión de delitos al eliminar la factibilidad de las extorsiones y otros problemas sistémicos como el hurto de víveres, el tráfico de cárnicos, extorsiones a familiares mediante depósitos en agencias financieras, etcétera”.

La construcción de al menos dos penales de máxima seguridad es otra de las ideas. La propuesta de Cabildo Abierto es que “cada uno tenga entre 700 y 900 plazas”, y que estén “fuera de los predios de Libertad o Santiago Vázquez, como de otras grandes unidades como la cárcel de Canelones o Las Rosas”. En cambio, deben estar “aisladas y situadas estratégicamente en el centro del territorio nacional; para segregar a los altamente peligrosos traficantes y asesinos, pudiendo contar con el rápido apoyo de la Fuerza Aérea Uruguaya y del Ejército Nacional”. Las posibles ubicaciones serían: Tacuarembó, Durazno, Florida, Flores o Lavalleja.

Además, Cabildo quiere “centralizar las comunicaciones telefónicas mediante telefonía fija en cada módulo, celdario o unidad, eliminando posibilidades de comisión de fraudes y estafas desde la cárcel por la proliferación y abuso de celulares, usando además los imprescindibles inhibidores de telefonía móvil, prohibiéndolo enfáticamente y controlando su no uso, para evitar actividades criminales”. En este bloque también incluyeron la generalización “sin excepción” de la prisión domiciliaria para todos los mayores de 65 años, un viejo reclamo cabildante, que implicaría la liberación de personas recluidas por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura militar (1973-1985).

Estefania Leal/Archivo El Pais

En el documento, además, el partido se refirió al combate del delito de homicidio. Acá se retoma la idea de la instalación de comisaría de alto impacto y el aumento de las zonas operacionales. Consideran que las áreas “donde se concentra la violencia necesitan el establecimiento de una presencia real y tangible del Estado”, en pos de la salvaguarda de los barrios, evitando la posible “liberación de territorio” y “gobernanza narco”.

Se propone “aumentar las penas por posesión y utilización de armas y municiones de guerra o modificadas para acrecentar la cadencia y el poder de fuego”.

En este sentido, Cabildo Abierto alerta “acerca de la vulnerabilidad del país” ante la introducción de estas armas y municiones, lo que “eventualmente podría desestabilizar gravemente la paz pública, con la intención de establecer zonas liberadas o afectar la situación política, como ya se ha comenzado a observar por los recientes atentados a cargos sensibles o unidades policiales”.

También piden la creación de una “Reserva Policial, permitiendo el reingreso de retirados policiales para cumplir servicios contratados; y con ellos y retirados militares instrumentar el serenazgo, a lo que pueden agregarse la creación de los vigilantes jurados”, como los “casos de España e Italia”.

Por último, entienden “imprescindible discutir acerca del espacio público, la paz y la tranquilidad en los lugares comunes y el innegociable ejercicio de la Fuerza Pública, siendo un fin primario del Estado el mantenimiento del orden.