Intendente de Montevideo

Mientras se perfila como candidato, las obras las inaugurará su suplente.

La semana pasada Daniel Martínez cumplió tres años como intendente de Montevideo. Lo hizo sin haber concretado grandes obras y con promesas electorales incumplidas, pero con la mejor imagen pública para un político con chances de transformarse en el próximo presidente de los uruguayos. Probablemente en un año abandone su cargo para hacer campaña, por lo que algunas de las obras del Fondo Capital —un endeudamiento de US$ 94 millones y el buque insignia de su administración— serán inauguradas por su suplente, Óscar Curutchet.

El último Balance de Ejecución Presupuestal de la IMM, que se encuentra a estudio de la Junta Departamental, confirmó que Martínez maneja una de las cajas más poderosas del Estado: en 2017 ingresaron a sus arcas US$ 691 millones, a razón de US$ 1,9 millones diarios, de lunes a domingo. El aumento en los ingresos fue de US$ 150.000 por día y de US$ 56 millones en comparación a 2016. Los fondos del Sucive y las multas de tránsito aplicadas con las cámaras fueron algunos de los ingresos que mejoraron la recaudación municipal.

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En sus dos últimos ejercicios y luego de heredar una caja en rojo, el intendente presentó dos balances anuales con saldo positivo, lo cual no ocurría hacía años: el de 2016 fue de US$ 38 millones y el de 2017 de US$ 20,4 millones.

De todos modos, su administración arrastra un déficit acumulado de US$ 88 millones y tiene un endeudamiento comprometido hacia adelante, principalmente con el BID, de US$ 202 millones.

Uno de los principales logros de la gestión Martínez fue la masificación de los puntos de recarga de la tarjeta STM: se pasó de 40 en octubre de 2016 a unos 2.200 en la actualidad. Al anunciar el acuerdo con las redes de cobranza (que no pudieron lograr los ex intendentes Ricardo Ehrlich y Ana Olivera), Martínez anticipó que el costo sería menor para quien pagara con la STM. Sin embargo, no pudo cumplir con su promesa electoral de bajar el precio del boleto.

Al inicio de su administración, Ana Olivera se comprometió a aumentar el boleto 1 peso por año (era 2010 y costaba $ 17). La ex intendenta logró cumplir con su palabra, pero hasta 2013.

Solo en el primer año y medio de gestión de Martínez, el boleto tuvo cuatro correctivos al alza, aumentando en total $ 9 en ese período. El ajuste de $ 3 que se decretó en marzo de 2017 fue el más alto aplicado en los 27 años que lleva la administración frenteamplista.

A su vez, el intendente no ha logrado revertir la caída en la venta de boletos y ha tenido que adoptar medidas poco simpáticas para los trabajadores y la población, como el cierre de la cooperativa Raincoop y el recorte de frecuencias y servicios.

Según la Intendencia, en la actualidad están trabajando en la calle, de manera permanente, un promedio de 28 camiones levanta contenedores por turno. La compra de más camiones y contenedores más grandes ha permitido revertir una situación que llegó a ser caótica, aunque las medidas sindicales adoptadas en el sector Limpieza han demostrado que el sistema continúa siendo frágil. Cada vez que Adeom afecta el servicio, la IMM debe contratar a terceros para recoger la basura y evitar el efecto "arrastre" que puede dejar a la ciudad tapada de mugre en muy pocos días.

En Montevideo hay 11.500 contenedores para residuos domiciliarios y más de 35 camiones levantacontenedores. En cada turno deben salir 28 de estas unidades, lo que permite pasar tres veces por semana por cada contenedor a vaciarlo. Pero en la zona privatizada la exigencia es mayor: la Intendencia obliga a la empresa CAP a recoger la basura prácticamente todos los días. Aún así, en las áreas centrales siguen sin dar el resultado previsto los contenedores de "boca chica", que no cumplen con su finalidad para el reciclaje.

También las políticas municipales en esta materia han fracasado: los contenedores naranjas, las bolsas del mismo color, las plantas de clasificado, entre otras iniciativas.

Durante la campaña electoral de 2015, el hoy intendente Daniel Martínez dijo que construiría "entre 8 y 10 plantas de preclasificación" en un período de "tres a cinco años". Los tiempos indican que no podrá cumplir con su promesa.

De todos modos, el problema más importante con la basura es el vertedero de Felipe Cardoso, que se encuentra ya sobre el final de su vida útil, habiéndose ensayado alternativas de forma infructuosa, como la utilización de otros terrenos para arrojar los residuos.

Las obras del Fondo Capital se pusieron en marcha recién en las últimas semanas, de forma tardía según los anuncios municipales. Aunque en este caso no por culpa exclusiva del intendente, que tuvo que lidiar con la negociación política (sobre todo con Edgardo Novick, que cuenta con la mayoría opositora en la Junta Departamental) y los farragosos tiempos de las licitaciones públicas.

El Fondo Capital es un fideicomiso para obras que en campaña electoral Martínez anunció sería de US$ 500 millones, que después bajó a US$ 250 millones y que por falta de votos en la Junta terminó acordándose con el Partido de la Gente en US$ 94 millones.

El 3 de julio se puso en marcha la repavimentación y ensanche de la avenida José Belloni entre camino Boiso Lanza y el Colector Perimetral. Y el mes pasado se abrió el llamado a licitación para interesados en la obra de ensanche de camino Cibils en su tramo Sur, hasta la ruta nacional Nº 1. La anunciada construcción del túnel en Avenida Italia y Centenario probablemente sea la obra más novedosa en el conjunto de iniciativas del Fondo Capital.

En el peor momento con ADEOM.

Luego de una relativa "paz laboral" que logró la ex intendenta Ana Olivera con el sindicato de los municipales, tras firmar un convenio colectivo en 2012, Daniel Martínez ha llegado a un punto de enfrentamiento con Adeom como no se veía desde hace al menos seis años.

A fines del mes pasado, los trabajadores ocuparon el segundo piso del Palacio Municipal, donde se encuentra el despacho del intendente, lo que sacó de quicio al intendente. "El Ejecutivo de Adeom toma el camino de la confrontación y no se da cuenta del aislamiento que tiene de la ciudadanía. Así no va. Realmente estamos todos podridos", dijo Martínez, lo cual le valió un tirón de orejas —aunque leve— del PIT-CNT, que salió en defensa de los trabajadores movilizados.

La secretaria general de Adeom, Valeria Ripoll respondió después a través de El País que el jefe comunal "está haciendo campaña política" y que no se ocupa de los problemas de la Intendencia. "Sus dichos son para el olvido, súper lamentables", destacó la dirigente sindical.

Hace pocas semanas, la asamblea del Servicio Fúnebre y Necrópolis de la Intendencia resolvió en asamblea denunciar el convenio salarial vigente, lo que incrementó el conflicto que mantiene con la administración.

La escalada de ocupaciones de lugares de trabajo continuó hasta la semana pasada y según los anuncios de Adeom, no cesará hasta que sean escuchados sus reclamos. Las primeras ocupaciones fueron en sectores que el sindicato considera insalubres, como el Cementerio del Norte y Disposición Final de Residuos. Luego siguió Tevé Ciudad, por la precariedad de los contratos y porque ese día se había despedido a una trabajadora. La última medida de este tipo se llevó a cabo el jueves pasado, cuando se ocupó la Unidad de Mantenimiento, el Depósito de Tránsito, la Unidad de Vialidad y las salas velatorias.