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Poscovid: la ansiedad es el síntoma más frecuente luego de superar el virus

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Síntomas de ansiedad, los más frecuentes en el poscovid. Foto: Archivo El País

INVESTIGACIÓN

Un estudio de la Universidad de la República (Udelar) encontró que el 58% de los pacientes estudiados sufría síntomas de ansiedad.

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El covid-19 generó un impacto a nivel mundial y, sin duda, en la salud física y mental de las personas. A medida que el contagio del virus avanzó en la sociedad, los científicos comenzaron a saber más sobre su comportamiento y las consecuencias en el cuerpo humano. Así es que se llegó a la conclusión de que existía una condición poscovid, que lo padecen pacientes que se recuperaron del virus pero que sin embargo quedan con efectos de largo plazo. En ese marco, desde la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de la República (Udelar) se estudió la presencia de síntomas de ansiedad, depresión y deterioro cognitivo en esa población.

El análisis se llevó a cabo en pacientes de la clínica poscovid que se creó en el Hospital Maciel a cargo de la Clínica Neumológica de la Facultad de Medicina. Allí van personas que “cursaron infección por coronavirus moderada, grave o con síntomas respiratorios al alta covid”. El proyecto, se explica en el estudio al que accedió El País, surgió a “partir de la percepción del aumento de síntomas psiquiátricos observada por el equipo de neumología de esta policlínica”.

Se encontró que los “síntomas de ansiedad fueron los más frecuentes después de cursar covid-19”. Y es que el 58% de los pacientes manifestó cargar con ese problema.

Los trastornos de ansiedad -define la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su sitio web- se “caracterizan por un miedo y una preocupación excesivos y por trastornos del comportamiento conexos. Los síntomas son lo suficientemente graves como para provocar una angustia o una discapacidad funcional importantes”.

En ese sentido, el organismo explica que existen “varios tipos diferentes” como el “trastorno de ansiedad generalizada (caracterizado por una preocupación excesiva), trastorno de pánico (que se caracteriza por ataques de pánico), trastorno de ansiedad social (con miedo y preocupación excesivos en situaciones sociales)”, entre otros.

¿Y qué sucedió con la depresión? El resultado fue similar entre quienes tuvieron síntomas (48%) de este trastorno mental y quienes no (52%).

Se debe tener en cuenta, explica también la OMS, que la depresión “es distinta de las alteraciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. En un episodio depresivo, la persona experimenta un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío) o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas”.

En el estudio del la Udelar se aclara que “tanto los síntomas de ansiedad como los depresivos, no están asociados a la enfermedad respiratoria covid-19”.

Una de las autoras, Virginia Marset -residente del posgrado de Psiquiatría- explicó a El País que se puede “hipotetizar” que la aparición de los síntomas pudo haber sido consecuencia de cursar la enfermedad de covid-19, la “incertidumbre” que generó esta nueva infección, el encierro al que estuvieron obligados los pacientes, la crisis económica generada y los duelos por los que muchos transitaron por el fallecimiento de familiares a causa de esta misma enfermedad.

En ese sentido, el estudio indica que, “debido a que los mecanismos etiopatogénicos del miedo y la ansiedad son los mismos, es de esperar que, frente a la mayor preocupación en la población, aumenten los síntomas de ansiedad”.

La OMS publicó en junio de este año que las “tasas de trastornos que ya son comunes, como la depresión y la ansiedad, aumentaron en un 25% durante el primer año de la pandemia, sumándose a los casi 1.000 millones de personas que ya sufren algún trastorno mental”.

Por otra parte, sí se asoció el deterioro cognitivo leve con la enfermedad respiratoria del coronavirus en agudo. Por ejemplo, de los 18 pacientes que tuvieron un covid-19 moderado incluidos en el estudio, 12 tuvieron un deterioro cognitivo. Después, de los 11 que lo transitaron de forma leve, tres entraron dentro de esa categoría.

En el estudio, que sobre esto no plantea conclusiones determinantes, se plantea la discusión de que la “asociación del deterioro cognitivo leve con el covid-19 podría estar explicada por la población” en la cual se trabajó “(con una media en la edad de 62 años) o la comorbilidad con enfermedades cardiovasculares y metabólicas”, además del hecho de que quienes tienen deterioro cognitivo de por sí están más expuestos a contraer covid-19.

Y se añade: “En caso que fuera exclusivamente por el covid-19, se plantea como posibles mecanismos la hipoxia y la respuesta inflamatoria frente a la infección respiratoria; que determinen daño neuronal y posteriormente el deterioro cognitivo”. Razonamientos que, dicen los autores, deben corroborarse “en estudios posteriores”.

La investigación se realizó con 31 de los 60 pacientes que asistían a la policlínica de neumología del Hospital Maciel de control postcovid-19. A esas personas se les hacían exámenes para llevar un seguimiento después de que transitaron la enfermedad. Todos aceptaron participar de este estudio mediante consentimiento informado y firmado.

“Solo la punta del iceberg”

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió en marzo que los datos sobre el impacto en la “salud mental del mundo” era “solo la punta del iceberg”, recoge la organización en su sitio. “Esta es una llamada de atención a todos los países para que presten más atención y hagan un mejor trabajo para apoyar la salud mental de sus poblaciones”.

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