El MSP alertó por el daño que pueden causar las mordeduras de serpientes y arañas; hubo 37 casos este año

La cartera advirtió que ante este tipo de picaduras la población debe acudir de inmediato a un centro de salud. Entre 2020 y 2022 hubo 45 picaduras de araña y 143 de serpientes.

Ministerio de Salud Publica
Fachada del edificio sede del Ministerio de Salud Publica (MSP).
Estefania Leal/Archivo El Pais

El Ministerio de Salud Pública (MSP) registró 37 casos de mordeduras de serpientes (ofidismo) y arañas (araneísmo) en lo que va del año, de acuerdo al último boletín epidemiológico. Más allá de las fobias que puedan existir, las picaduras no son aisladas y tomar los cuidados necesarios puede resultar, en varias situaciones, de vida o muerte.

Hasta el 2 de agosto, el MSP reportó 15 picaduras de araña y 22 de serpientes. Entre 2020 y 2022 -último período reportado-hubo 45 picaduras de arañas y 143 de serpientes. Ambos son de notificación obligatoria. Por consultas, se debe llamar al 1722, el Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (CIAT).

La araña del rincón -marrón y pequeña- es la que produce accidentes con mayor frecuencia, dijo a El País el biólogo y docente de la Sección Entomología de la Facultad de Ciencias, Fernando Pérez Miles. Son arañas de domicilios, que están detrás de un mueble o un cuadro, que cuando van a una prenda o zapato, pican.

Le siguen la viuda negra, en el campo, y la araña de los bananos, en cajas de fruta, ambas neurotóxicas. De ser picado, conviene no hacer nada sobre la herida, “si es posible” capturar la araña en un frasco para afinar el tratamiento, y consultar al médico cuanto antes, dijo Pérez. Las picaduras, en todos los casos, impactan más en los niños que en adultos.

En Uruguay, hay cuatro serpientes peligrosas (crucera, yara, cascabel y coral), que pueden causar la muerte de humanos. Y son más áctivas en épocas cálidas (de setiembre a diciembre), dijo a El País Raúl Maneyro, biólogo, docente en la Facultad de Ciencias e integrante de la Comisión Nacional Asesora de Ofidismo (MSP).

La gran mayoría de los accidentes causados por mordeduras de serpientes venenosas (acceso ofídicos) a nivel local se producen por yaras y cruceras. Las primeras están en suelos superficiales (sierras, cuchillas, cerros) y las segundas habitan en zonas bajas (pajonales, humedales, bañados).

En caso de resultar picado por cualquier serpiente, Maneyro insistió con lo que “no se debe hacer” en la herida: un corte, succionar, así como tampoco aplicarle barro o kerosene.

Lo ideal es que la herida esté limpia, por lo que se puede pasar agua, y se debe ir enseguida a un hospital, sin importar que se esté lejos, ya que es complejo tratar el caso en el campo. Sobre todo porque el suero antiofídico, utilizado para estos casos, se aplica por vía intravenosa, y también porque hay un riesgo de shock anafiláctico.

El MSP informó que dicho suero, que cumple la función de neutralizar el veneno, está disponible en hospitales de todo el país.

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