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COVID-19: Qué aprendimos del virus desde el comienzo de la pandemia hasta ahora

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Coronavirus: qué aprendimos en estos meses

PANDEMIA

En nueve meses de pandemia, los datos sobre el coronavirus han ido cambiando y ahora la ciencia tiene algunas certezas sobre el comportamiento del virus.

Nueve meses después de que el coronavirus comenzara a propagarse por el mundo, lo que sabemos sobre el virus es muy distinto a lo que creíamos al comienzo de la pandemia: los datos sobre la mortalidad, el origen, el contagio o la inmunidad han ido cambiando y la ciencia tiene ahora algunas certezas sobre cómo se comporta el virus. En este video repasamos 10 puntos que aprendimos en estos meses sobre el COVID-19.

Mejor prevenir que curar: mascarilla y otros hábitos

Los primeros meses de coronavirus fueron sin mascarilla: la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) no las aconsejaba, la OMS decía que si todas las personas usaban mascarillas los centros de salud quedarían desabastecidos de esta herramienta. Sin embargo, después vino la marcha atrás cuando la ciencia comenzó a tener algunas certezas sobre el contagio del virus. Mascarillas para todos, sí, pero además distanciamiento social, lavado de manos y evitar estar en lugares cerrados con mucha gente.

"No tengo nada": pacientes asintomáticos

Pero si hay algo que aprendimos rápido fue que una de las características del virus es que algunos pacientes pueden ser asintomáticos, eso por un lado es bueno para el paciente pero complica más el rastreo de los casos.

Los niños son vectores, ¿o no?

La relación entre el virus y los niños fue algo de lo que escuchamos hablar hasta el cansancio a lo largo de estos meses. Que no se contagiaban, que eran vectores para el contagio, que los síntomas eran más leves. Lo cierto es que los niños también se pueden contagiar de coronavirus, y contagiar a otros pero siempre al final de la cadena.

A mayor edad, más riesgo

Si hay algo que esta pandemia nos ha enseñado es que las personas mayores son las que tienen más riesgo frente a esta enfermedad.

Pero no solo la edad es determinante, también lo es el estado de salud. Aquellas personas con enfermedades previas, principalmente cardiopatías y enfermedades respiratorias, pueden verse más golpeadas por el virus y requerir ingreso hospitalario.

SARS COV2 en el aire

Otra de las características del virus que fue controversial es su transmisión. Un informe reciente de la revista Science indicó que hay evidencia abrumadora sobre la transmisión del SARS COV2 a través del aire.

Lo que ocurre es que hay distintos tipos de gotículas que las personas pueden dejar salir al exhalar, es decir, al estornudar, toser, al bostezar o simplemente al hablar.

Hay gotículas más grandes que se pueden ver a simple vista y que pueden caer sobre otros individuos u objetos que estén cerca pero que no permanecen en el aire por mucho tiempo y otras gotículas y partículas que son muy pequeñas y que no vemos pero que pueden permanecer por minutos o incluso horas y viajar a través del aire.

Sin sabor y sin olor

Hay algo más que hemos aprendido sobre el coronavirus. En febrero, los síntomas de los que oíamos hablar eran fiebre, tos y dificultad para respirar. Sin embargo, con el tiempo supimos que también la falta de gusto y olfato son dos síntomas muy frecuentes entre los pacientes que contraen el virus.

Tasa de letalidad por infección

El 3 de marzo el director de la OMS dijo en conferencia que el 3,4% de las personas que habían contraído coronavirus hasta el momento habían muerto y que en comparación la gripe mata al 1% de las personas que se contagian. Estas declaraciones causaron mucha preocupación.

Pero con el tiempo los científicos explicaron que a raíz de los pacientes asintomáticos los casos reportados en realidad son menores que los contagios en total. Aún no hay una estimación certera sobre cuánta gente hay contagiada por coronavirus en total, esto hace difícil calcular la tasa de letalidad y aún no hay consenso sobre cuál es el número.

Puede haber secuelas: “Long Covid”

Otro dato que apareció con el tiempo fue el de algunas secuelas que pueden quedar en los pacientes que contraen el virus. Para la gran mayoría de los infectados la enfermedad es leve y no demora en irse, sin embargo, hay pacientes en los que se ha detectado que quedan con secuelas por varios meses: de ahí el nombre “Long Covid”.

Inmunidad vs. reinfección

Otro punto debatido a lo largo de los meses fue la posibilidad de reinfectarse con el virus. ¿Puede una persona que ya tuvo coronavirus volver a contraerlo?

Al principio se creía que esto no era posible, e incluso se desarrollaron exámenes para detectar si una persona que había tenido coronavirus sin saberlo había generado anticuerpos. Lo cierto es que aún no está claro cuánto puede durar esa inmunidad y en el mundo ya aparecieron varios casos de personas reinfectadas.

La vacuna: ¿el fin de la pandemia?

¿La vacuna va a erradicar el virus? ¿Protegerá a todas las personas por igual? Todavía no lo sabemos. Por el momento hay cerca de cuarenta vacunas en distintas fases de testeo. Lo que sí sabemos es que de aparecer una vacuna efectiva, se podría tardar varios meses o incluso cerca de un año, según especialistas, en vacunar a toda la población.

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