Colegio Médico evitó pronunciarse sobre el proyecto que busca regular la eutanasia ante diferencias internas

Existen posturas diversas en el colectivo médico, que se presentó en comisión parlamentaria esta semana. El texto, que se prevé votar el mes que viene, genera debate a nivel parlamentario.

De derecha a izquierda, el titular del CMU, Álvaro Niggemeyer, junto a Raúl Lombardi, Verónica Pérez y Soledad Olivera, del mismo colectivo.
De derecha a izquierda, el titular del CMU, Álvaro Niggemeyer, junto a Raúl Lombardi, Verónica Pérez y Soledad Olivera, del mismo colectivo.
Foto: X @DiputadosUY

El Colegio Médico del Uruguay (CMU) evitó pronunciarse esta semana en el Parlamento sobre elproyecto de ley que busca regular la eutanasia. Se trata de una iniciativa reflotada por diputados oficialistas y opositores en marzo, que se pretende votar el mes que viene, tras el fallido intento de aprobarla en 2022.

El CMU “está integrado por un colectivo que refleja diversas posturas, incluso antagónicas”, sobre el proyecto de ley que genera fuertes críticas de legisladores blancos, asegura en un documento del colectivo, al que accedió El País, y cuyo contenido leyó su titular, Álvaro Niggemeyer, el martes en la comisión de Salud Pública y Asistencia Social de la Cámara de Representantes.

”Por esta razón, como institución, no nos pronunciaremos ni a favor ni en contra” del proyecto que está en debate, agregó el CMU. Se trata de la misma postura que adoptó el colectivo hace tres años cuando se trataba la redacción que naufragó en el Senado.

Una de las posturas dentro del colectivo “sostiene que debe anteponerse el derecho a la vida, tal como se establece en el artículo 7 de la Constitución de la República y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos”, añadió el CMU.

Por otro lado, “existen integrantes que se manifiestan a favor del proyecto de ley de eutanasia, considerando que puede expresar una expresión legítima de autonomía personal en el marco de determinadas condiciones clínicas y éticas, y como el artículo 7 de la Carta Magna establece que ese derecho puede ser privado conforme a las leyes que se establecieren por razones de interés general”.

Se considera eutanasia “al procedimiento realizado por un médico o por su orden, tras seguir el procedimiento indicado en la presente ley, para provocar la muerte de la persona que se encuentra en las condiciones por ella previstas y así lo solicita reiteradamente en forma válida y fehaciente”, establece el artículo 2.

Una de las críticas más férreas la planteó el diputado blanco Rodrigo Goñi quien apuntó en la comisión que el proyecto contaba con “cambios sustanciales” que incluso llevaban a una mercantilización. Sin embargo, el diputado frentista Federico Preve dijo a El País que por un “error administrativo” se planteó el primer proyecto presentado, pero no el que fue votado en 2022, que fue el que se reflotó ahora.

El CMU también se pronunció sobre los presuntos cambios en los artículos 2, 6 y 12, que indicó Goñi. “Si bien son pocas en número, resultan relevantes”, indicó el documento, antes de la aclaración que hizo el oficialismo de que esa no era la redacción que se iba a analizar.

Al respecto, el CMU se mostró en contra del “requisito de etapa terminal” para la eutanasia, ya que “se trata de un concepto de definición compleja y arbitraria”. “Tenemos consenso en el Colegio de que no parecería un término adecuado para utilizar”, dijo Niggemeyer, según consta en la versión taquigráfica.

Preve si bien dijo que desde el punto de vista técnico “implica más confusión que precisión”, apoyó la redacción. Y puntualizó que además de la “etapa terminal”, puede acceder una persona que “como consecuencia de patologías o condiciones de salud incurables e irreversibles padezca sufrimientos que le resulten insoportables”.

Por su parte, el titular del CMU añadió que hay posiciones "divergentes" pero no "antagónicas" con respecto a la instalación de una "comisión de revisión". "Todos en consenso a favor de que haya una comisión de mediación, mayormente que sea previa, pero sin poder de veto", dijo.

Por último, Niggemeyer advirtió que este proyecto, como el anterior, no contempló “la inclusión de mecanismos que aseguraran el control de presiones e injerencias de terceros, así como a eliminar la catalogación de muerte por eutanasia como muerte natural”.

Desde el oficialismo prevén que este proyecto -aprobado solo en la cámara baja en 2022, y que fue ingresado al Parlamento este año por el Frente Amplio (FA), el Partido Nacional, el Partido Colorado y el Partido Independiente- contaría con los votos suficientes en ambas cámaras.

Debate sobre cambio del Código de Ética Médica

Niggemeyer agregó en la comisión de Diputados de este martes que el CMU tiene posiciones diversas sobre un punto del Código de Ética Médica. “La eutanasia activa entendida como la acción u omisión que acelera o causa la muerte de un paciente, es contraria a la ética de la profesión”, indica el artículo 46.

“Algunos colegas entienden que sería necesario plebiscitar el Código de Ética Médica para modificar el artículo 46 antes de aprobar esta norma, mientras que otro grupo está de acuerdo en transferir esa decisión a nuestros representantes parlamentarios”, dijo el titular del CMU.

El colectivo médico entiende que más allá de las diversas posiciones, “es importante señalar la relevancia de hacer posible que las modificaciones de un Código de Ética se internalicen en el colectivo de profesionales involucrados, últimos responsables de su actualización y destinatarios directos de su aplicación”.

“Es derecho del demos médico autodefinir su Código de Ética Médica de acuerdo al pensamiento imperante en un momento histórico dado, a nivel nacional e internacional”, añadió el documento del CMU.

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