Un curso nacional y gratuito de formación médica continua, que ya cuenta con 500 inscriptos y busca alcanzar los 1.000 en los próximos meses, tiene como objetivo fortalecer la actualización profesional de los médicos generales en ejercicio. Además, ofrece capacitación en áreas clave como la inteligencia artificial aplicada a la medicina y habilidades para mejorar el vínculo médico-paciente, dos aspectos fundamentales para mejorar la calidad de atención que recibe la población en todo el país.

Lanzado por el Colegio Médico del Uruguay, el ciclo formativo se extenderá hasta marzo de 2027 y es parte de una de las funciones centrales del Colegio: promover el Desarrollo Profesional Médico Continuo. Este proceso abarca la formación que sigue al egreso universitario y que puede durar entre 20 y 40 años, buscando no solo la actualización técnica, sino también el fortalecimiento de competencias transversales que impacten directamente en la atención a los pacientes.

“La medicina es una disciplina en la que el conocimiento crece a un ritmo vertiginoso, y mantenerse actualizado no es una opción, sino una necesidad”, destacó Luciana Silvera, secretaria del Colegio. “Desde hace años venimos ofreciendo cursos, pero este se distingue por su amplitud, la profundidad de los contenidos y la incorporación de temas como la inteligencia artificial y la relación médico-paciente”, agregó.

El Colegio Médico también apunta a la recertificación de los conocimientos médicos. Aunque este proceso es voluntario y tiene una validez de cinco años, busca que más médicos —de diversas especialidades— se sumen a esta instancia de evaluación, lo que garantizaría un estándar más alto en la calidad de atención.

“Cumplir con este cometido tiene un impacto directo en la calidad de atención que recibe la población”, subrayó Álvaro Niggemeyer, presidente de la institución. “Todos preferimos ser atendidos por un médico que se mantiene al tanto de los últimos avances de la medicina”.

Foto: Freepik.

El curso de Desarrollo Profesional Médico Continuo arranca con un primer módulo centrado en las consultas más frecuentes en el primer nivel de atención. Los médicos se actualizarán en áreas como otorrinolaringología, oftalmología, patologías osteoarticulares, dermatología, cirugía, psiquiatría y neurología. La Cátedra de Medicina Familiar y Comunitaria de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República coordina el ciclo junto a docentes catedráticos e integrantes de sociedades científicas. “Coordinamos con los lugares naturales de donde surge el conocimiento acreditado en nuestro país”, explicó Silvera.

El primer módulo, que comienza el 26 de abril y se extenderá hasta agosto, también abordará hallazgos frecuentes en imagenología y la discusión de casos clínicos, una dinámica que se repetirá en cada contenido.

En el segundo módulo, el foco estará puesto en urgencias y emergencias. Los participantes recibirán formación sobre cardiología, neurología, manejo inicial de quemados, shock séptico, atención psiquiátrica, traslado sanitario, atención al politraumatizado, manejo de la vía aérea y reanimación cardiopulmonar. Estos últimos tres temas incluirán instancias presenciales en todos los departamentos donde haya inscriptos. “Son temas que todos los médicos que hacen puerta o emergencia móvil tienen que saber manejar”, remarcó Silvera.

El curso continúa con un módulo que, según la secretaria del Colegio Médico, es uno de los más sensibles: habilidades transversales. En esta etapa se abordarán contenidos sobre comunicación con pacientes, cuidados paliativos —en adultos y en pediatría—, medicina legal y registro clínico.

“Sabemos que muchas de las dificultades en la atención tienen que ver con el vínculo médico-paciente; por ejemplo, en cómo se transmite una mala noticia. Es una temática que ha tenido un gran desarrollo y cuya formación es importante entrenar”, señaló a El País.

Los últimos tres módulos serán los siguientes: geriatría y salud mental, pediatría y ginecología e inteligencia artificial aplicada a la medicina.

Respecto al uso de las nuevas tecnologías por parte de los profesionales, incluido el autodiagnóstico tras buscar información en internet o consultar con modelos de inteligencia artificial, Silvera afirmó: “En general, estimulo a los pacientes a consultar, pero los médicos también debemos manejar estas herramientas para poder acompañarlos en ese proceso. La medicina está inserta en la sociedad en la que vivimos y, si este es el camino, más allá de las cuestiones éticas y filosóficas, tenemos que avanzar en esa línea”.

El primer encuentro de cada ciclo será presencial (en modalidad sincrónica). Luego, se desarrollarán actividades asincrónicas a través de una plataforma específica del Colegio Médico. La duración de cada ciclo será de cuatro meses, y el curso completo se extenderá hasta marzo de 2027.

Foto: Archivo El País.

El curso de Desarrollo Profesional Médico Continuo también apunta a otro de los objetivos del Colegio Médico: impulsar la recertificación de médicos generales y especialistas. Según informó la secretaria del organismo, ya hay profesionales recertificados en gastroenterología, pediatría y anestesia.

Aunque el proceso es voluntario y tiene una validez de cinco años, se busca que más médicos —y de más especialidades— se sumen a esta instancia de evaluación.

La recertificación se lleva adelante ante un tribunal integrado por el Ministerio de Salud Pública, la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina de la Udelar y la Academia Nacional de Medicina, bajo la coordinación del Colegio Médico. “Los colegas deben presentar sus méritos para que sean evaluados”, explicó Silvera.

Para facilitar el trámite, el Colegio Médico está desarrollando un portafolio virtual, donde cada profesional podrá registrar sus actividades asistenciales, académicas, docentes y de formación continua, que sumarán créditos a lo largo del quinquenio. “Si el conocimiento cambia, apostamos a que el médico mantenga una actualización permanente”, añadió.